Adriana González: "La migración es un reflejo de profundas desigualdades y crisis estructurales"
- La experta en migraciones Adriana González repasa las características que definen a la migración del siglo XXI
- Las personas que se ven obligadas a migrar se enfrentan a violencias que amenazan gravemente sus vidas
Migrar rara vez es una elección. Es, en muchos casos, la única salida frente a la pobreza, la violencia o la falta de oportunidades. Así lo planteó Adriana González Gil en su clase sobre migraciones, donde explicó cómo "América Latina se ha convertido no solo en un punto de origen, sino también en una región de tránsito y destino para miles de personas en busca de mejores oportunidades, o simplemente de supervivencia".
Bajo la tenue luz de su despacho en Colombia, rodeada de estanterías repletas de libros, la profesora Adriana González Gil ofreció en febrero, una sesión online sobre las migraciones en América Latina a los alumnos del máster de Reporterismo Internacional de RTVE. "La migración no es solo un fenómeno de movilidad, sino también un reflejo de profundas desigualdades y crisis estructurales", apuntó la docente.
Nacida en Medellín en 1961, González es investigadora, profesora y doctora en Ciencias Sociales. Su trayectoria incluye numerosas investigaciones sobre desplazamientos forzados, políticas migratorias y derechos humanos. Además, forma parte del grupo de trabajo CLACSO sobre migraciones y del proyecto "(In)movilidades en las Américas", donde analiza la relación entre movilidad, control y crisis estructurales en la región.
“La migración aparece como la única estrategia para sobrevivir“
Durante la clase, la profesora desgranó distintos aspectos de las migraciones en el continente, evidenciando cómo, en muchos casos donde analiza la relación entre movilidad, control y crisis estructurales en la región "la migración aparece como la única estrategia para sobrevivir en condiciones de precarización y vulnerabilidad".
Transformaciones en los flujos migratorios
La profesora dedicó la primera parte de la clase a explicar cómo se han transformado los flujos migratorios en América Latina en los últimos años. Lo que antes se concebía como un "movimiento lineal de sur a norte" hoy se diversifica en múltiples rutas, modalidades y contextos, "adaptándose a las nuevas restricciones y controles impuestos por los gobiernos", señaló.
Uno de los cambios que han tenido las migraciones en América Latina durante los últimos años, explica, ha sido su composición. En el pasado, apuntó, predominaban las clases medias y altas en los procesos migratorios, mientras que hoy en día, la mayoría de los migrantes son personas en condiciones de extrema vulnerabilidad.
González también habló sobre las "trochas", los pasos fronterizos irregulares que han reconfigurado el escenario migratorio, a raíz de la mayor cantidad de medidas para controlar la inmigración. Frecuentemente, estos pasos son controlados por grupos criminales. Sin embargo, muchas veces, estos senderos irregulares resultan la única opción viable para salir del país.
“Migrar en grupo es una estrategia para preservar la vida“
Además, explicó que se ha vuelto habitual el fenómeno de las caravanas migrantes centroamericanas, ya que "migrar en grupo es una estrategia para preservar la vida y apoyarse en esos tránsitos tan inhóspitos", mencionó la profesora, indicó.
Otro de los aspectos en los que hizo hincapié fue en la feminización de la migración, es decir, el creciente número de mujeres que deciden viajar por cuenta propia. En el pasado, explicó, los hombres migraban primero con la intención de reunir posteriormente a sus familias. Hoy, muchas mujeres lideran los procesos migratorios de manera autónoma, huyendo de violencias domésticas o buscando mejores condiciones de vida. "Actualmente, en ocasiones, son las mujeres quienes tienen la mayor fuerza en estos movimientos migratorios", recalcó.
Las violencias a las que se enfrentan los migrantes
Las migraciones han generado corredores clave en América Latina. González enseñó a los alumnos tres mapas distintos que muestran las rutas migratorias que se realizan en los corredores migratorios de Colombia-Venezuela, EE. UU.-México y las rutas que hacen los migrantes haitianos por la selva del Darién, un paso peligroso donde muchos migrantes quedan atrapados a merced de grupos criminales.
La profesora resaltó los distintos tipos de violencias a las que se enfrentan muchas personas en estos nuevos corredores migratorios, tanto por parte de grupos criminales como por parte de las autoridades de los distintos países. Entre ellas, las agresiones físicas y sexuales, así como el riesgo de ser reclutadas por grupos armados en contextos de conflicto. Además, muchas son víctimas de devoluciones forzadas, sin garantías de seguridad, y de trata de personas, lo que las expone a explotación laboral y sexual.
Durante su travesía, estas personas también se enfrentan a retenciones por parte de grupos criminales que limitan su movilidad y acceso a recursos básicos. González explicó que, en el paso del Darién que conecta a Colombia con Panamá, es común que algunas personas se queden confinadas a la espera de una salida que les permita continuar el trayecto.
A esto se suma el riesgo de desaparición forzada, dejando a sus familias en la incertidumbre y el desamparo.
“Las decisiones para migrar son cada vez menos voluntarias“
Todas estas condiciones que sufren los migrantes mientras se encuentran en movimiento, "demuestran que las decisiones para migrar son cada vez menos voluntarias", concluyó la profesora.
Aumento del control en las fronteras
Los procesos migratorios en las fronteras también han cambiado notablemente en los últimos años, explicó. "Cada vez hay más puestos de detención, más militarización, más control y más necesidad de presentar documentos", lo que, según González, "aumenta la irregularidad migratoria de forma masiva y hace que los migrantes busquen otras alternativas de movilidad, exponiéndose a casos de extrema vulnerabilidad y violencia".
La profesora explicó que, desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, las medidas coercitivas para autorizar o negar el movimiento de personas se han fortalecido bajo el argumento de la seguridad nacional. Esto ha dificultado aún más la movilidad y ha llevado a muchas personas a migrar de manera irregular. Otro ejemplo con el que González explicó este proceso, fue el cierre de fronteras llevado a cabo durante la crisis económica de 2008, que en lugar de regularizar la migración, generó un aumento de la migración irregular.
¿Quiénes son los migrantes?
Al final de la clase, Adriana González propuso una reflexión sobre quiénes son realmente los migrantes en un contexto donde enfrentan restricciones, vulnerabilidad extrema y violencia sistémica ejercida por distintos actores.
En lugar de verlos solo como víctimas indefensas, González enfatizó la importancia de reconocer que también son personas con capacidad de acción y decisión, que crean redes de apoyo, se organizan y participan en movimientos. Para la profesora, es esencial reconocer estas iniciativas y evitar una mirada que solo los victimiza. También insistió en la necesidad de dejar atrás la idea del migrante como un delincuente o una amenaza y, en cambio, entenderlos como personas que exigen y ejercen sus derechos.
*Helena Sala Gallardo es alumna del Máster de Formación Permanente en Reporterismo Internacional de la Universidad de Alcalá de Henares y RTVE. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración completa de este texto.