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El Tribunal Constitucional no impedirá que la Audiencia de Sevilla lleve a los tribunales europeos la sentencia de los ERE

  • Aunque el pleno del TC sigue discutiendo esta materia, Conde-Pumpido adelantó la decisión el lunes
  • De esta manera, el tribunal sevillano podrá elevar una cuestión prejudicial para que Europa analice los fallos del TC
El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, en los desayunos del Ateneo
El presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, en los desayunos del Ateneo EFE/ Daniel González
RTVE.es

El Tribunal Constitucional no va a impedir que la Audiencia de Sevilla lleve a la justicia europea la sentencia que anuló las condenas por el caso de los ERE a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, expresidentes de la Junta de Andalucía.

De esta manera, el presidente de la corte de garantías, Cándido Conde-Pumpido, permitirá que el tribunal sevillano eleve una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Mediante esta consulta de la Audiencia de Sevilla, Luxemburgo analizará los fallos del TC sobre los ERE de Andalucía.

Aunque el tribunal sigue deliberando lo que califican como un "tema complejo", se trata de una postura que ya adelantó el lunes Conde-Pumpido en un desayuno del Ateneo de Madrid, donde afirmó que en "ningún caso" se planteaba impedirlo.

Manos Limpias denuncia a Conde-Pumpido ante la Comisión Europea

En plena polémica por este asunto, el sindicato ultraderechista Manos Limpias ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea contra el presidente del Tribunal Constitucional. En el comunicado, la organización ha asegurado que esta decisión viene motivada por "un retroceso en el Estado de derecho" provocado por Conde-Pumpido.

Junto a esta acusación, han añadido que la denuncia se basa en "la falta de independencia e imparcialidad del Tribunal Constitucional", junto al "blanqueo del delito de malversación de fondos públicos" en la sentencia de los ERE y en las "maniobras torticeras y presuntamente coactivas para impedir que la Audiencia de Sevilla eleve la cuestión prejudicial ante el TJUE", lo que supone una "obstrucción a la justicia".

Sevilla acusó al TC de vulnerar el derecho de la UE

En una providencia fechada el 18 de marzo, la Audiencia de Sevilla cuestionó la resolución del Tribunal Constitucional en la que anuló las condenas a Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el caso de los ERE de Andalucía. La corte de garantías estimó parcialmente los recursos de amparo de los expresidentes socialistas y declaró que se había vulnerado el derecho a la legalidad penal.

El tribunal sevillano consideró que esta resolución podría no ser "del todo compatible con el derecho de la Unión Europea" y preguntó a las partes implicabas si consideraban que el Constitucional se había "extralimitado" en sus funciones.

Cuestión prejudicial ante la justicia europea

Ante esta situación, la Audiencia de Sevilla dio audiencia a las partes para que alegasen sobre el planteamiento de una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Fue en este momento, cuando Cándido Conde-Pumpido planteó por primera vez impedir que Sevilla acudiese a los tribunales europeos.

El Partido Popular acusó al presidente del TC de querer "tumbar de un plumazo" las sentencias condenatorias de los expresidentes andaluces con el objetivo de "indultar a los responsables de la trama".

Un informe del TC se opuso a Conde-Pumpido

A finales de marzo, un informe emitido por el propio Tribunal Constitucional, concluyó que la corte "no puede impedir" que otro órgano jurisdiccional acuda a los tribunales europeos.

El escrito, que tenía la firma de una letrada experta en derecho comunitario adscrita a uno de los magistrados conservadores, añadía que "una actuación del TC español que produzca el efecto de impedir, limitar o disuadir de cualquier manera a un órgano jurisdiccional inferior de plantear una cuestión prejudicial podría incurrir en un incumplimiento del Derecho de la Unión".

Además, durante el primer debate sobre este asunto en el pleno, Conde-Pumpido contó con pocos apoyos, con posturas contrarias incluso dentro del sector progresista.