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Guerra Israel-Hamás

Sánchez en Israel y Palestina: obligado primer viaje como presidente con un carácter "esencialmente simbólico"

  • El presidente del Gobierno visita la región con el primer ministro belga un mes y medio del inicio del conflicto
  • Sánchez rompió en 2018 con la tradición no escrita de que la primera visita internacional del presidente fuese a Marruecos

Por
Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inicia este jueves una breve gira por Israel, Palestina y Egipto junto al primer ministro belga, Alexander de Croo, con el objetivo de intentar aportar soluciones para la paz en Oriente Próximo, un viaje que se produce justo cuando comienza el alto el fuego de cuatro días acordada entre Israel y Hamás tras más de mes y medio de guerra.

Se trata del primer viaje de Sánchez como presidente, después de que fuera investido el 16 de noviembre, y el hecho de que lo haga con De Croo se explica porque España le cederá a Bélgica el testigo de la presidencia del Consejo de la Unión Europea en diciembre.

"Ahora mismo es el momento de poder realizar esta visita en las condiciones de legitimación que le otorga ser el nuevo presidente del Gobierno", afirma a RTVE.es la profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Ruth Ferrero. "Es una ventana de oportunidad para visibilizar la potencial capacidad que pudiera llegar a tener España para ejercer un poco de pivote en la potencialidad de que ese alto el fuego avance en una dirección que lleve a ese proceso de paz", añade.

Para Ferrero, este viaje tiene un "carácter esencialmente simbólico" y recalca que "una de las cuestiones que se introdujeron en el pacto de legislatura era precisamente la posición en relación con Palestina".

Israel y Hamás llegan a un acuerdo de un alto el fuego de cuatro días

Una oportunidad para hacer acto de presencia sobre el terreno

Durante su debate de investidura, Sánchez anunció que "su primer compromiso" para esta nueva legislatura será "trabajar en Europa y, por supuesto, en España para reconocer al Estado palestino".

En su discurso, el líder socialista condenó firmemente el ataque de Hamás el 7 de octubre y pidió la liberación de los rehenes israelíes, pero añadió que "con la misma claridad, rechazamos la masacre indiscriminada de palestinos en Gaza y Cisjordania", añadió.

Sánchez también subrayó la necesidad de un alto el fuego en Gaza y de que las autoridades israelíes permitan que la ayuda internacional llegase al enclave palestino. Asimismo, días antes, desde Bruselas, solicitó que se celebrara una cumbre internacional de paz para encontrar una solución al enfrentamiento entre Israel y Hamás a largo plazo.

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, Alberto Priego, cree que con este viaje, Sánchez tiene la "intención de mantener su presencia internacional fuerte en el mundo, en una zona en la que se están centrando todas las miradas".

"España no es una gran potencia en relaciones internacionales, pero este tipo de visitas podrían servir como catalizador para algo más, que tuviera repercusión porque se fueran sumando más iniciativas", opina el historiador y profesor de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), Felipe Debasa.

En este sentido, la profesora de la UCM señala que, con su visita a Israel, Palestina y Egipto, el presidente del Gobierno "quiere primero hacer acto de presencia en el terreno y poner de manifiesto la posición del nuevo Ejecutivo de España en relación con el conflicto en Oriente Medio".

"Quiere transmitir que la posición del Gobierno va a ser la del reconocimiento del Estado palestino, supongo que con algún tipo de condicionalidad a que se ponga en marcha un proceso de paz, en el cual la posición del Partido Socialista es la del reconocimiento de dos Estados", indica Ferrero. "Quiere ser protagonista en relación con los acontecimientos que se vayan a ir desarrollando en la región", recalca.

Visita seis semanas después del inicio de la guerra por el gobierno en funciones

La guerra comenzó el 7 de octubre después de un ataque del grupo islamista Hamás que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos en Israel que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240.

Ese mismo día, las fuerzas aéreas, navales y terrestres israelíes lanzaron una operación militar en Gaza, donde ya son más de 14.000 los muertos -según el gobierno local, controlado por Hamás-, la mayoría de ellos mujeres y niños, aunque la cifra podría ser mayor debido a los más de 6.500 desaparecidos que podrían estar debajo de los escombros.

Esta será la primera vez que Sánchez viaja a la zona desde el comienzo del conflicto hace más de mes y medio. Los expertos coinciden en que la razón por la que ha decidido hacerlo ahora y no antes es porque hasta el 16 de noviembre era presidente en funciones.

"Sánchez ha esperado a ser presidente electo y no en funciones. A los pocos días de ser investido ha sido cuando ha programado el viaje", indica Debasa. "Desde luego, la autoridad que tiene un presidente en funciones no es la misma que la de un presidente electo", añade.

Ferrero señala que "hasta ahora no se han dado las circunstancias como para realizar una visita de estas características con un mandato para poder plantear el criterio del gobierno oficial y no en funciones". "Además, en este caso, se suman las capacidades de España como presidente del Consejo de la Unión Europea, algo que estaba quedando muy cojo precisamente por estar en funciones. La posición del Gobierno ha sido de las que más coherencia política han mostrado en relación con los acontecimientos que hemos vivido desde el 7 de octubre", opina la profesora de la UCM.

Muy limitadas las capacidades de mediación de España y Europa

En su visita, Sánchez y De Croo se reunirán con el presidente y el primer ministro de Israel, Isaac Herzog y Benjamin Netanyahu, así como con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás.

España, que ocupa todavía la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, ha abogado porque el bloque sea el organizador de una conferencia de paz, y en su viaje tanto el presidente español como el primer ministro belga quieren aportar soluciones para el conflicto. Ambos subrayan que Europa tiene que jugar un papel esencial, ya que no puede permitirse una nueva guerra a sus puertas, además de la de Ucrania.

"Queremos contribuir activamente a la desescalada de la violencia y a una solución política, desde el nivel europeo", afirmó De Croos a través de su cuenta en la red social X.

El profesor Priego cree que esta visita "no tendrá frutos a corto plazo que sean visibles". "Es un esfuerzo continuado y colectivo por intentar aportar unos elementos de mediación", indica.

"Las capacidades de mediación, tanto de España como de Europa en su conjunto, son muy limitadas", opina Ferrero. "La UE no tiene capacidad de influir en los actores de Oriente Medio", subraya.

Sánchez acabó con la tradición de visitar primero Marruecos en 2018

En 1982, el presidente Felipe González inició una tradición no escrita por la que la primera visita internacional de un presidente del Gobierno español debía ser a Marruecos. José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy continuaron este hábito, que Pedro Sánchez rompió con él en 2018.

Sánchez tuvo la intención de visitar Marruecos en su primer viaje oficial, pero la ausencia de Mohamed VI fue el detonante para acabar con esta norma no escrita con el país vecino. "La ausencia del rey, lo ha hecho imposible", informaban entonces fuentes gubernamentales. Ante esa imposibilidad, el recién investido presidente decidió que Francia, el vecino al norte, se convirtiese en su primer destino.

En esta ocasión, el presidente del Gobierno tampoco visitará Marruecos y, desde Moncloa, afirman que Sánchez ha elegido esta otra zona como su primer destino fuera de España tras su reelección por la importancia que le da a la resolución del conflicto entre Israel y Hamás.

"Las circunstancias actuales no son las mismas y habiendo un conflicto abierto en Oriente Medio, es una buena decisión", opina Ruth Ferrero.

Por su parte, Debasa destaca que "el presidente español es percibido de dos maneras diferentes dentro de España y fuera". "Sánchez tiene un marcado perfil internacional y aspira a estar jugando en la Champions League de la política internacional. Por eso visita la zona en lugar de Marruecos".