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La Cumbre sobre Gaza en Egipto cierra sin una declaración final y muestra el abismo entre el mundo árabe y Occidente

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La Cumbre sobre Gaza en Egipto cierra sin una declaración final

La Cumbre de la Paz para Gaza y la "cuestión palestina" organizada este sábado por Egipto en la llamada Nueva Capital Administrativa, al este de El Cairo, ha culminado sin una declaración final conjunta de los 34 países y organismos internacionales que participaron en el encuentro, entre ellos España.

El encuentro ha tenido dos grandes ausentes, Israel e Irán -tampoco han acudido cargos relevantes de Estados Unidos- y ha evidenciado las diferencias que existen entre el mundo árabe y Occidente a la hora de abordar el conflicto, que hasta el momento ha provocado la muerte de miles de personas en ambos bandos y mantiene a 2,4 millones de gazatíes bloqueados y sin suministros en la Franja de Gaza.

Egipto, país que convocó la reunión, emitió una nota en la que agradeció el esfuerzo para buscar consensos por encima de posiciones políticas o religiosas para abordar esta crisis y la situación de Israel y Palestina, y por su posición común a la hora de "ver la importancia de reevaluar la estrategia internacional para abordar el conflicto".

Fuentes de la delegación española valoraron el encuentro de forma positiva pese a la ausencia de declaración final, por ser un paso muy importante para movilizar a la comunidad internacional hacia la reactivación de la lucha por la coexistencia de dos Estados, Israel y Palestina, defendida tanto por España como por la Unión Europea durante años.

En ese sentido, las mismas fuentes apuntaron que España tendrá un papel importante en esa reactivación, tanto por su ayuda a la hora de definir la postura de los 27 en este tema como por su posición privilegiada para el necesario diálogo euro-árabe.

Los dos Estados, única salida viable

Desde un primer momento se constató entre los asistentes a la reunión, que se realizó en la Nueva Capital Administrativa egipcia, ubicada a unos 50 kilómetros al este de El Cairo, había una sintonía en respaldo a la idea de reactivar la solución de los "dos Estados" y la coexistencia para el conflicto de Israel y Palestina.

Todos los que expresaron su opinión al inicio de la reunión fueron categóricos en defender las mismas ideas: la coexistencia de dos Estados es la única solución viable al conflicto, las vidas civiles deben ser protegidas en todas partes y la ayuda humanitaria debe poder entrar en la Franja de Gaza.

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También se notó, sin embargo, el abismo de sensibilidad entre el mundo árabe y Occidente a la hora de valorar la situación de los palestinos y las responsabilidades sobre su situación. De hecho, fuentes árabes informaron a EFE que la declaración final no se produjo, pese a la sintonía en muchos temas, por el rechazo europeo a responsabilizar a Israel de la muerte de civiles y a exigir un alto el fuego.

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, instó a fijar una hoja ruta para que la ayuda a Gaza siga fluyendo a través del paso de Rafah, que se abrió este sábado, y se termine la "crisis humanitaria" en el enclave palestino. También se preguntó si no es el momento ya para que se acaben los conflictos en Oriente Medio: "¿No es el momento para buscar soluciones para las crisis en Oriente Medio?".

El presidente palestino, Mahmud Abás, proclamó en varias ocasiones que los palestinos no serán desplazados ni expulsados de sus tierras: "No nos iremos, no nos iremos", señaló en la cumbre.

Mientras el rey de Jordania, Abdalá II -la figura más cercana a Occidente y cuyo país reconoce a Israel- pronunció en inglés un discurso desolador. "El mundo árabe escucha que la vida de los árabes, nuestra vida, es menos importante que la vida de los demás y que la ley internacional es optativa", afirmó en un tono duro. Y, sin nombrar a la guerra de Ucrania, aseguró que "había un conflicto parecido hace poco" pero que ahora en Gaza "no hay condenas".

Europa señala a Hamás

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que el objetivo del encuentro era "escucharnos unos a otros" y apostó por "trabajar más juntos" en cuestiones como la situación humanitaria, evitar una escalada a regional y el proceso de paz palestino-israelí.

El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, manifestó la necesidad de "proteger a todos los civiles" y se reunió con Abás para trasladarle su solidaridad con el sufrimiento de la población de Gaza. También condenó en ataque de Hamás y defendió el derecho de Israel a defenderse "en estricto cumplimiento" con el derecho internacional y el derecho internacional humanitario.

La mayoría de países europeos fueron tajantes a la hora de señalar la responsabilidad de Hamás, como afirmó la primera ministra italiana, Georgia Meloni, quien responsabilizó al grupo islamista de intentar minar el diálogo en Oriente Medio con sus ataques a Israel y avisó de que sería "estúpido" caer "en la trampa".

"Nuestro interés es que lo que ocurre en Gaza no se convierta en un conflicto mucho más amplio, en una guerra de religiones, en un choque entre civilizaciones, haciendo vanos los esfuerzos que, incluso valientemente, se han hecho estos años en sentido contrario, para normalizar las relaciones", alegó.

La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, responsabilizó a Hamás "del sufrimiento de todos" en la Franja de Gaza y en Israel, un grupo que "no habla por Palestina" y que sólo emplea "el lenguaje del terror".

El ministro de Exteriores británico, James Cleverly, culpó a Hamás de la crisis y "del dolor de los Palestinos en Gaza, cuya vida es más peligrosa ahora por culpa de su ataque", señalo que el conflicto entre Israel y Palestina "lleva tiempo levantando pasiones" y que el peligro actual es la "polarización" aún mayor de la situación.

En su comunicado particular de cierre, Egipto y su presidente Abdelfatah al Sisi, afirmó que con la iniciativa se buscó "establecer consenso global" para rechazar la "violencia, terrorismo" y con pedidos para detener la guerra en marcha que ha causado la muerte "de miles de civiles inocentes tanto en Palestina como en Israel".

También, que se respeten las reglas del derecho internacional y humanitario "que subrayan la importancia vital de proteger a los civiles y no exponerlos a peligros ni amenazas".