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Feijóo propone un delito de "deslealtad constitucional" y carga contra Sánchez y la amnistía: "Yo tengo principios y límites"

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Feijóo propone un delito de "deslealtad constitucional" y carga contra Sánchez y la amnistía: "Yo tengo principios y límites"

El líder del PP y candidato a la investidura, Alberto Núñez Feijóo, ha subido este martes por primera vez a la tribuna del Congreso para pedir la confianza de los diputados y ser investido presidente del Gobierno, una meta que sin embargo se antoja difícil ante la previsible falta de apoyos. Feijóo se ha mostrado muy crítico con la ley de amnistía que reclaman los partidos independentistas, al tiempo que ha advertido a los socialistas del "profundo error" que a su juicio supondría ponerla en marcha. Para combatirlo, ha dicho, si sale investido endurecerá el Código Penal e introducirá el delito de "deslealtad constitucional", que recuperaría el espíritu del de sedición, eliminado por el actual Gobierno de coalición.

"España nunca debió llegar a este punto de decadencia moral en su política. Pero persistir en ella, con una versión agravada de lo ya visto en los últimos años, sería un error histórico del que yo no voy a participar", ha dicho, para a continuación volver a tender la mano al PSOE con el fin de cerrar un acuerdo que implique una legislatura del PP de dos años basada en el cumplimiento de seis pactos de Estado. "Seguiré haciéndolo hasta que llegue alguien en su partido con la determinación y el sentido de Estado suficientes para cogerla. Si es que no los ha echado a todos antes, claro", ha señalado el líder del PP, en una clara referencia al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Para arropar a su líder, hasta la Cámara Baja han acudido los principales barones del partido, entre los que se encontraban los 13 presidentes autonómicos, algunos de los alcaldes de las principales ciudades del país, además de los miembros de la Junta Directiva y su mujer. Todos le han recibido en pie, con aplausos y a gritos de "presidente, presidente" a su llegada al Pleno.

Debate de investidura Feijóo pide el apoyo del hemiciclo

En un discurso que no ha llegado a las dos horas, Feijóo ha dicho que llega al debate "con la expectativa de 172 apoyos" y que es consciente de que le faltan cuatro votos para lograr la mayoría absoluta necesaria para afrontar la primera votación este miércoles. Cabe recordar que en este tiempo, algo más de un mes desde que recibiera el encargo de Felipe VI, ha conseguido amarrar los votos de su partido, el 'sí' de Vox y también el de los representantes de Coalición Canaria (CC) y de Unión del Pueblo Navarro (UPN).

A ellos, les ha agradecido su apoyo. A los diputados de Vox por su "respaldo responsable y generoso": "Porque con todas nuestras discrepancias, y pese a ser la tercera fuerza electoral del país, no lo han condicionado a su presencia en el Gobierno", ha recalcado. Mientras, a los líderes de CC y UPN por dar su confianza "sin más contrapartidas que las ya expuestas públicamente".

Se trata, por tanto, de una investidura que, salvo sorpresa mayúscula, está condenada al fracaso, pero que el presidente del PP puede a su vez convertir en una oportunidad para afianzar las bases de su liderazgo, que asumió hace poco más de un año tras la abrupta salida de Pablo Casado. De no lograr la mayoría absoluta, 48 horas después se celebrará una segunda votación -el viernes 29 de septiembre-, donde le bastaría la mayoría simple para ser investido presidente.

Carga contra la amnistía: "Fuera de la Constitución, no hay democracia"

Consciente de las dificultades de que su investidura salga adelante, el líder del PP ha evidenciado que no es presidente porque no está dispuesto a aceptar ni una ley de amnistía ni un referéndum de autodeterminación en Cataluña, tal como propone Junts para ceder su apoyo, lo que ha desatado las risas de parte de la Cámara: "Tengo al alcance los votos, pero no acepto pagar le precio que me piden para serlo", ha dicho, porque tiene "principios, límites y palabra".

En este punto, Feijóo ha interpelado directamente al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a quien acusa de estar negociando con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont una condonación de las penas por el procés, con el fin de que las formaciones independentistas apoyen una hipotética investidura del presidente del Gobierno en funciones. En su opinión, ningún fin, ni siquiera la presidencia del Gobierno, justifica los medios, subrayando que la amnistía "ni jurídicamente, ni éticamente es aceptable". "Fuera de la Constitución, no hay democracia", ha añadido.

Feijóo dice que no va a defender ni la amnistía ni el referéndum: "Tengo principios, límites y palabra"

Posteriormente, ha tildado de "lamentable" que el PSOE "haya llegado a todo esto" y que lo haga "sobrepasando barreras antes infranqueables" como a su juicio es "acusar de golpismo a todo el que se salga de la supuesta línea oficial" o "arrinconar e incluso purgar socialistas discrepantes por simplemente recordar lo que hace dos meses decían todos", en referencia a la suspensión de militancia del histórico dirigente socialista Rafael Redondo por "el menosprecio expresado" a las siglas el partido, en palabras del PSOE. "Pienso que estos socialistas Tienen toda la razón y, por ello, tienen todo nuestro reconocimiento", ha añadido.

En este punto, ha cargado también contra las formaciones independentistas, a las que ha pedido que "no se arroguen en exclusiva la representación de los territorios que representan" y que "defiendan cualquier postulado por las vías legales y el marco institucional". "No me recrearé en las consecuencias electorales de sus alianzas, pero están en un error. Han reducido casi en exclusiva su razón de ser a la cuestión identitaria", ha proclamado.

Y ha incidido directamente en Junts y el PNV, partidos históricamente han tejido alianzas con el PP: "A mí no me han votado para entregarles la autodeterminación o la amnistía. ¿Les han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos? ¿En serio?", ante el aplauso de los suyos.

Propone un delito de "deslealtad constitucional"

La otra parte de su discurso ha versado sobre el programa que pondrá en marcha en caso de lograr el apoyo de la Cámara. Una de las principales novedades ha sido la aprobación de un delito de "deslealtad constitucional" y volver a castigar el delito de malversación de fondos públicos, con el fin de "reforzar los instrumentos para proteger la dignidad del Estado". Además, ha propuesto llevar a cabo la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada desde diciembre de 2018, y que no haya políticos entre los nuevos miembros.

Feijóo dice de que no acepta "el precio" que le piden para gobernar y propone crear un delito de "deslealtad constitucional"

"En realidad, todo esto parte de la gran falacia de que la investidura del próximo presidente del Gobierno de España tiene que pasar irremediablemente por aceptar todas las exigencias independentistas. Y no es cierto. Incluso debería ser al revés, porque los españoles no votaron que fuesen decisivos al otorgarles tan solo el 5,5% de los votos", ha reivindicado.

Asimismo, ha recordado otras de las medidas que formaban parte de su programa electoral como la bajada del IRPF para rentas de hasta 40.000 euros, la extensión de la rebaja del IVA a la carne, el pescado y las conservas, o la intención de eximir a los autónomos del pago de impuestos en sus dos primeros años de actividad. También ha asegurado que subirá el salario mínimo hasta el 60% del salario medio, algo que ha desatado las risas de la bancada socialista, pues es una medida lograda la pasada legislatura; y que reformará el procedimiento de concesión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), entre otros.

En su opinión, hay "otro camino", el de un presidente de "fiar" que trabaja "para el pueblo y para esta Cámara". Y para ello, ha apelado al "espíritu de la Transición": "Si en circunstancias mucho más difíciles ellos fueron capaces. ¿Qué o quién nos impide que lo seamos nosotros ahora? Recuperemos la grandeza del honor del que somos depositarios con una política integradora y no excluyente", ha afirmado, para después tender la mano a los grupos para "iniciar un diálogo honesto y sincero" entre todo "sin excepción".

"Los ciudadanos votaron y en las manos de sus señorías estará después si soy presidente. En la mía está hacer aquello con lo que me comprometí. Desde el gobierno o desde la oposición, lo haré", ha concluido.