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Feijóo busca los apoyos contra reloj mientras Sánchez espera que llegue su turno: las claves a un mes de la investidura

  • El líder popular comenzará el próximo lunes la ronda de contactos con todos los grupos, salvo EH Bildu
  • El PSOE, que asume que la investidura será fallida, negocia con Sumar, nacionalistas e independentistas

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Las claves de los partidos a un mes de la investidura de Feijóo
Imagen de archivo del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso

Alberto Núñez Feijóo pidió tiempo a la presidenta del Congreso para preparar el encargo del rey y Francina Armengol se lo concedió fijando la investidura el 26 y 27 de septiembre. A día de hoy, el líder del PP tiene exactamente un mes para reunir los apoyos necesarios para convertirse en presidente del Gobierno, esto es, 176 votos afirmativos en primera vuelta o más ‘síes’ que ‘noes’ en segunda.

El dirigente popular comenzará el próximo lunes la ronda de contactos con todos los grupos, salvo EH Bildu, con el fin de conseguir los cuatro votos necesarios para armar dicha mayoría. Paralelamente, el PSOE ha iniciado ya las conversaciones con sus socios habituales, en previsión de que la investidura de Feijóo no salga adelante, paralelamente, también negocia con "discreción" con los independentistas, cuyo apoyo es imprescindible.

Las alternativas de Feijóo, las presuntas llamadas al “transfuguismo”, los movimientos del PSOE para reeditar el ejecutivo de coalición con Sumar o el encaje jurídico de la amnistía de los independentistas son algunas de las claves a las que hay que estar atentos en los próximos 30 días:

1. A cuatro votos de ser presidente del Gobierno

La distancia es corta pero el reto, mayúsculo. A día de hoy, el líder popular cuenta con 172 votos a favor -tras el ‘sí’ de UPN, Coalición Canarias y Vox- y tan solo necesitaría otros cuatro para salir elegido en la primera votación.

Conseguirlos, sin embargo, parece una tarea complicada después de que el PNV en las últimas semanas haya rechazado por activa y por pasiva apoyar cualquier fórmula en la que esté presente Vox. El portavoz de la formación vasca en el Congreso, Aitor Esteban, ha anunciado que mantendrá en los próximos días una reunión "de cortesía" con Feijoó, pero ha vuelto a reiterar su ‘no’ en la investidura.

Cerrada la puerta del PNV, el PP se ha visto obligado a abrir otra que hasta hace pocos días parecía inaccesible: Junts per Catalunya, la formación del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. “Todos saben lo lejos que estamos de Junts, porque su objetivo prioritario es conseguir la independencia, eso hace difícil, pero no imposible, llegar a acuerdos”, señaló este jueves en una entrevista en RNE el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper.

Un discurso que choca frontalmente con el pronunciado hasta hace pocos días, en el que cargaban con dureza contra el presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, por buscar el apoyo de un “prófugo” para seguir gobernando. “Más allá de lo que cuatro, cinco o diez personas llevaran a cabo -en referencia al 'procés'-, representan un partido cuya tradición y legalidad no está en duda”, defendió esta semana el vicesecretario de Acción Institucional, Esteban González Pons.

2. “Responsabilidad” vs. “transfuguismo”

Aunque, antes de valorar el posible encaje entre su electorado de un acuerdo con Junts, el PP confía en llegar a un entendimiento con el PSOE. A su juicio, es “la mejor solución posible” para intentar amarrar la investidura de Feijóo y piden a los socialistas “responsabilidad” para no ir a unas nuevas elecciones.

Sémper llegó a apelar a los socialistas “incómodos” con el escenario de que Sánchez sea presidente gracias a “un fugado de la Justicia”, algo que ha indignado al Gobierno, que ha salido en tromba contra lo que considera un “llamamiento al transfuguismo”. “Simplemente que tengamos que hipotetizar sobre la posibilidad de que pueda haber una traición ya es algo que debería hacérselo mirar el PP”, criticó esta semana el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños.

“El PP tiene que abandonar estas conductas. Lo vimos durante la reforma laboral, donde premiaron a dos tránsfugas de UPN [Sergio Sayas y Carlos García Adanero] que no cumplieron la directriz de su partido”, denunció a su vez la ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero, en una entrevista en La Hora de la 1 de TVE. Tras ser expulsados de la formación navarra, estos dos diputados han formado parte de las listas del PP para las elecciones del 23J.

3. El PSOE negocia ya para conseguir los apoyos

Y mientras Feijóo busca alternativas para amarrar esos apoyos, los socialistas trabajan en paralelo para llegar a acuerdos con los grupos que propiciaron una mayoría progresista en la Mesa del Congreso. De momento, Sánchez solo cuenta con 152 apoyos (los del PSOE y Sumar), pero confía en cerrar pactos en las próximas semanas con ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG para recabar 178 votos o, al menos más ‘síes que noes’ en segunda votación, para volver a ser investido presidente del Gobierno.

Lo hacen porque asumen que la investidura del líder del PP será fallida, si bien creen que está pensada por parte de Feijóo como un ejercicio de “supervivencia interna", con el fin de “lograr tiempo para que la marejada interna del PP no sea el debate principal”.

Hasta que eso ocurra, si es que así sucede, en la sede de Ferraz solo hay un lema: “discreción, discreción y discreción”. Solo se ha hecho pública una llamada al PNV para intentar recabar su apoyo ante una hipotética investidura de Sánchez, tal como confirmó esta semana el portavoz del grupo vasco en el Congreso, Aitor Esteban. "Vamos a quedar con ellos y a hablar", señaló, en contra de la posición que mantienen con el PP.

También desde Sumar apelan a esa fórmula: "Hay que avanzar desde la discreción, pero no en términos de hacer concesiones, sino de hacernos cargo de la pluralidad del Congreso", reconoció el líder de Más País, Íñigo Errejón.

La formación que dirige Yolanda Díaz ha tomado la iniciativa ante las complejas negociaciones que se prevén para conseguir el apoyo de Junts y poder reeditar así un gobierno de coalición progresista. Así, mientras el PSOE esquiva hablar del asunto y marca como “línea roja” la Constitución, desde Sumar aseguran que "no tienen miedo a dialogar" y se muestran partidarios de "buscar soluciones políticas" para ello.

4. A vueltas con la amnistía y su encaje jurídico

Esa solución pasaría por aprobar una ley de amnistía para los encausados catalanes, tal como reclaman los líderes independentistas. En opinión del portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, es "la vía más rápida y completa" para "superar los efectos penales de un conflicto político", como el del referéndum ilegal del 1-O.

Desde el PSOE muestran más reticencias, aunque su posición respecto a esta medida ha cambiado a raíz de las elecciones generales, consciente de que ahora necesitan los apoyos de Junts para investir a Sánchez. Y es que si antes del 23J, el presidente del Gobierno en funciones aseguraba que “ni ha habido ni habrá” amnistía ni referendo de autodeterminación, esta misma semana se limitaba a afirmar que él “no era quién para decir si sería o no una medida constitucional”.

Lo cierto es que la norma tendría un difícil encaje jurídico y ahí radica una de sus principales reticencias. Mientras algunos juristas aseguran que "es perfectamente posible" porque "la Constitución no lo impide", otros aluden al artículo 62 que prohíbe los indultos generales. Además, hay que tener en cuenta que solo podría salir adelante mediante una ley orgánica, al tratarse de un asunto que atañe a los derechos fundamentales, por lo que es probable que la norma terminara dirimiéndose en el Tribunal Constitucional.

Para estudiar el engranaje de una norma de este calado en la legislación vigente, desde Sumar han anunciado la creación de un equipo compuesto por veinte juristas y que presentarán una "propuesta".

5. El “cordón sanitario” a Vox

Por último, habrá que estar atentos a la relación entre PP y Vox tras la tregua firmada esta semana. La brecha entre ambas formaciones se abrió después de que Vox se quedase fuera de la Mesa del Congreso, ya que los populares rechazaron cederles un asiento. "Hemos aclarado los malos entendidos y valorado las discrepancias", argumentó Feijóo este martes después de que la formación que preside Santiago Abascal se mostrase a favor de apoyar su investidura sin entrar en el futuro gobierno.

Un ‘sí’ que tiene un precio: que el PP “no colabore de ninguna forma, ni por acción ni por omisión, en el cordón sanitario que se pretende levantar contra Vox", advirtió Abascal, quien tras la disposición de Feijóo a “atender sus justas peticiones” anunció que se ha abierto “una nueva etapa de colaboración" entre ambas formaciones

Ese acercamiento, no obstante, dificulta más si cabe el ‘sí’ del PNV, muy crítico con la decisión del PP de gobernar en coalición con Vox en cinco autonomías y más de cien ayuntamientos. Y es que, según denuncia la formación que preside Andoni Ortuzar, los populares “cruzaron una línea roja al meter a Vox en las instituciones” y, eso, tiene repercusiones.

Este mismo miércoles, Esteban anunció que mantendrá una reunión "de cortesía" con Feijoó, pero ha reiterado que no contará con el apoyo de los jeltzales para la investidura porque no entrará en "combinaciones" en las que esté la formación de extrema derecha.

La repetición electoral sería el 14 de enero

En caso de no salir adelante la votación de Feijóo y que ningún otro candidato consiga los apoyos suficientes para formar gobierno, el país se vería abocado a unas nuevas elecciones generales el próximo 14 de enero.

Además, para esta repetición electoral, se acortaría el plazo para la campaña electoral a una semana, por lo que arrancaría el 5 de enero, en la víspera del día de Reyes.