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Terremoto en Turquía y Siria

Los equipos de rescate intensifican la búsqueda de supervivientes mientras la cifra de muertos supera los 12.000

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Búsqueda contra reloj dos días después de los seísmos mientras la cifra de muertos no deja de aumentar

Los equipos de rescate siguen buscando contra reloj supervivientes dos días después de los terremotos que el lunes devastaron el norte de Siria y el sur de Turquía. Según los datos facilitados hasta el momento, el número de muertos asciende a 12.067 y el de heridos supera los 45.500.

En Turquía, según el último balance oficial, ya hay 9.057 víctimas mortales y al menos 49.133 heridos.

En Siria, un país azotado desde 2011 por una guerra civil, la cifra total es de 3.010 muertos y 4.985 heridos.

Las áreas de las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo, fronterizas con Turquía y que continúan en manos de la oposición, concentran el mayor número de víctimas, con más de 1.280 fallecidos y por encima de los 2.600 heridos, según el último recuento ofrecido por el grupo de rescatistas Cascos Blancos en su cuenta de Twitter. En la zona controlada por el Gobierno, la cifra asciende hasta los 1.730 muertos, según el ministerio de Defensa.

Los equipos de salvamento continúan encontrando a personas con vida. Según explicaron a RTVE expertos en rescate, 72 horas es el tiempo máximo, por lo general, que una persona puede permanecer con vida bajo los escombros.

Búsquedas a temperaturas bajo cero y protestas en Turquía

Más de 79.000 personas participan en Turquía en los equipos de búsqueda y rescate. Allí han llegado también los equipos de ayuda extranjeros, en total unos 1.200 personas, entre ellas las enviadas desde España.

Los rescatistas trabajan con temperaturas gélidas de hasta 6 grados bajo cero, mientras los supervivientes se encuentran con las infraestructuras básicas muy dañadas. Muchos han pasado su segunda noche a la intemperie, durmiendo en coches o en la calle, arropados con mantas.

"¿Dónde están las tiendas, dónde están los camiones con comida?" se quejaba Melek, de 64 años, en la ciudad de Antakya. "No hemos visto ninguna distribución de ayuda aquí, al contrario que con otros desastres. Hemos sobrevivido al terremoto, pero vamos a morir de hambre y frío".

Hemos sobrevivido al terremoto, pero vamos a morir de hambre y frío

En Kahramanmaras, Mustafa Kara, que perdió a su mujer en el derrumbe de un edificio de nueve plantas, se ha mostrado indignado. "¿Tan poca cosa es este Estado? No hay nada. No podemos enterrar a nuestros muertos. Hay cadáveres por todas partes", ha declarado en una entrevista para la cadena turca Halk TV, recogida por Efe.

"Se han derrumbado más de 900 edificios. Si cada uno tiene entre ocho y diez apartamentos, ¿Cuántas personas hay bajo los escombros? No hay electricidad, ni gasolina, la gente saquea los supermercados. No hay comida, ni leche para los niños", ha añadido Kara.

No hay electricidad, ni gasolina, la gente saquea los supermercados

"La gasolina y el gasóleo para coches y vehículos encabezan la lista de necesidades", ha declarado a Efe Yilmaz Kurt, médico especialista en urgencias. "Ninguna gasolinera tiene combustible en la región. Muchos vehículos se detuvieron en la carretera al vaciarse sus depósitos. Las máquinas de trabajo tampoco pueden funcionar cuando se les acaba la gasolina", ha explicado.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se entrevista con afectados por el terremoto en Kahramanmaras EFE/EPA/MURAT CETINMUHURDAR/Oficina Presidencial de Turquía

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se entrevista con afectados por el terremoto en Kahramanmaras. EFE/EPA/MURAT CETINMUHURDAR/Oficina Presidencial de Turquía

Erdogan reconoce problemas, pero asegura que "todo está bajo control"

El presidente turco ha visitado la provincia de Kahramanmaras este miércoles y ha reconocido problemas en las primeras horas de la respuesta, que ha achacado a los daños en aeropuertos y carreteras.

"El primer día hubo algunos problemas, pero el segundo y hoy las cosas están bajo control", ha declarado Erdogan.

El presidente turco ha pedido a los ciudadanos que atiendan a los comunicados oficiales e ignoren a los "provocadores", y ha llamado a la unidad del país.

"Empezaremos a retirar los escombros y nuestro objetivo es reconstruir las viviendas de Kahramanmaras y las otras ciudades afectadas en el plazo de un año", ha prometido Erdogan, que ha anunciado ayudas económicas para los damnificados.

El gobierno turco ha creado un Centro de Gestión de Crisis en el Ministerio de Defensa, para organizar el transporte de personal y equipos a través de un puente de ayuda aérea. En varias ciudades ya han comenzado a aparecer los campamentos de tiendas montados en campos deportivos.

Las autoridades turcas creen que 13,5 millones de personas se han visto afectadas en un área que se extiende unos 450 kilómetros, de Adana al oeste hasta Diyarbakir al este.

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"Cientos de familias bajo los escombros" en Siria

En Siria, cientos de personas continúan atrapadas entre los escombros, por lo que se teme que el número real de muertos sea mucho mayor.

"Se espera que el número suba significativamente por la presencia de cientos de familias bajo los escombros, más de 50 horas después del terremoto", ha comunicado en Twitter los Cascos Blancos, el grupo de rescatistas que actúa tras los bombardeos en la zona bajo control de la oposición que combate al gobierno de Bachar al Asad.

Entre los fallecidos hay además cuatro miembros de la propia organización de rescate y sus familias.

"Estamos en una carrera contra el tiempo y trabajando con las máximas energías disponibles y con la cooperación de todas las partes", ha comunicado por su parte el Ministerio de Sanidad sirio. Los medios estatales sirios aseguran que casi 300.000 personas han tenido que abandonar sus hogares.

A Damasco y otros aeropuertos llegan aviones con ayuda internacional, suministros y efectivos especializados, aunque con más lentitud que a Turquía, debido a las sanciones por la guerra. Siria ha solicitado oficialmente asistencia a la Unión Europea (UE), que ha instado a sus miembros a colaborar.

Pero en las áreas opositoras carecen de maquinaria pesada suficiente para el rescate, y en algunos casos también de combustible y electricidad, por lo que piden ayuda exterior urgente. La única vía directa de entrada de suministros es el paso fronterizo de Bab al Hawa, que une la provincia siria de Idlib con Turquía, y permanece cerrada.

El seísmo de magnitud 7,8 registrado en la madrugada del lunes es el mayor terremoto en Turquía desde 1939. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro se situó en la provincia de Gaziantep, en el sureste del país, fronteriza con Siria. Las vibraciones se sintieron en Irak, Líbano, Israel y Chipre.

Posteriormente, a las 13.25 hora local del lunes se produjo otro seísmo de magnitud 7,5. Hasta el momento, se han contabilizado 435 réplicas de menor intensidad en las zonas afectadas.

Los geólogos explican que Turquía es una zona de alta actividad sísmica, ya que allí confluyen tres placas tectónicas: la de Anatolia, la de Arabia y la de África.