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Terremoto en Turquía y Siria

Las primeras 72 horas, claves para encontrar supervivientes en un terremoto: "Cada minuto cuenta"

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El tiempo, clave para sobrevivir a un seísmo

Tras la gran conmoción de los terremotos en Turquía y Siria, que han dejado al menos 5.000 muertos, los equipos de rescate trabajan a contrarreloj para encontrar supervivientes debajo de los escombros. En catástrofes como esta, donde la capacidad de resistencia humana se pone al límite, "cada minuto cuenta".

Así lo ha explicado al Canal 24 horas de TVE Aurelio Soto, responsable de comunicación de la Unidad Militar de Emergencias (UME). "Lo más importante es la reacción inmediata y localizar tan pronto como sea posible las personas que están atrapadas", ha señalado, y añade que "las 72 horas es el máximo de manera estándar que una persona puede permanecer con vida".

El primer terremoto, de magnitud 7,8, tuvo lugar hace ya más de 24 horas, en la madrugada del lunes, mientras que otro gran seísmo, de 7,5, ocurrió a las 13:25 hora local, por lo que las próximas horas son cruciales.

A Turquía se ha desplazado un equipo de rescate de Bomberos Unidos Sin Fronteras. Uno de sus miembros, Luis Felipe Sandez, rebaja aún más el plazo y asegura que las primeras 48 horas son vitales. En ese periodo "hay un 90% de posibilidades de encontrar personas con vida bajo los escombros", ha aclarado en una entrevista en RNE.

El frío complica la supervivencia

Soto ha explicado que existen unas tablas que calculan cuánto tiempo puede sobrevivir una persona en estas situaciones, y aunque 72 horas es el tiempo estándar, puede variar según las condiciones del momento. "Este tipo de colapsos pueden provocar que caigan rocas sobre las personas, produciendo heridas letales, pero también se pueden dar huecos de vida donde las personas se puedan refugiar o tener una mayor capacidad de supervivencia".

Otro factor que complica esta capacidad de supervivencia es, en este caso, las gélidas temperaturas. En Gaziantep, una de las ciudades turcas más golpeadas, las mínimas pueden llegar a seis o siete grados bajo cero, por lo que se espera que las próximas jornadas sean "complicadas e intensas".

España ha mandado a Turquía un equipo certificado de la UME que llevará a cabo labores de localización y rescate, tanto a través de una búsqueda visual como con la ayuda de perros. Además, se valdrán de medios técnicos, como "cámaras periscópicas o geófonos que pueden detectar la respiración de una persona debajo de los escombros".

¿Cómo se hace un rescate?

Para encontrar personas debajo de los cascotes, el primero en actuar es un ingeniero de estructuras que evalúa desde fuera las secuelas del seísmo y encuentra indicios para saber la capacidad de resistencia de los edificios, "si las grietas son más verticales u horizontales o si el edificio se ha colapsado desde el primer piso", sigue este portavoz de la UME.

A partir de ahí, y si este ingeniero ha determinado si es posible que es seguro entrar en el edificio, acceden los equipos, humanos y caninos. Cada persona debe dejar una tarjeta a la entrada y recogerla a la salida para controlar que nadie ha quedado dentro. Además, fuera siempre hay un vigilante que alerta sobre cualquier peligro y "al más mínimo indicio se da el aviso de que todos tienen que abandonar", relata Soto.

Gracias a los últimos avances técnicos, equipos como el de la UME disponen de drones que pueden llevar a cabo las labores de supervisión por encima de los edificios. "Ahora incluso podemos meter los drones por dentro de edificios sin necesidad de arriesgar la vida de las personas para que podamos ver cómo está el edificio por dentro", afirma Soto.

"No se debería usar maquinaria pesada"

Aunque en las imágenes del rescate se observan excavadoras, Sandez ha recalcado que "no se debería usar maquinaria pesada" porque estos trabajos son muy delicados. En su lugar, "todo el trabajo se debe hacer manual y con herramientas manuales."

Su equipo, formado por diez bomberos, tres sanitarios y cuatro perros, viajó el lunes desde España. "Los perros son los encargados de la búsqueda y señalización, están formados en el Método Arcón, de búsqueda de personas vivas sepultadas", aquellas que "no son audibles ni visibles".

Tanto el equipo de la UME como el de Bomberos Unidos sin Fronteras son autónomos durante siete días, es decir, viajan con comida, agua y todo lo necesario para poder trabajar durante este periodo sin recibir ayuda exterior.