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Los 12.000 'niños nazis': "Tuve que pagar por los pecados de mi madre y de mi padre"

  Noticia  Documentos TV  
  • En 1945, algunos médicos y psiquiatras los calificaban como "defectuosos, dementes y potenciales espías alemanes"
  • Entre 30.000 y 50.000 mujeres noruegas mantuvieron relaciones con soldados nazis; de ellas nacieron 12.000 niños

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Niño con esvástica marcada en la espalda
En la Noruega ocupada, a los hijos de soldado alemán y madre noruega les llamaron los "niños nazis".

Unos 12.000 niños noruegos nacieron de las relaciones que mantuvieron soldados alemanes con mujeres de ese país, ocupado por los nazis durante la II Guerra Mundial. Cuando en 1945 llegó la paz para todo el mundo, para ellos comenzaba su particular guerra. Los llamados niños nazis sufrieron durante 70 años, discriminación, maltratos terribles, abusos sistemáticos y olvido.

El amor en la guerra

El ejército nazi desplegó en la ocupación de Noruega 400.000 soldados. En su tiempo libre, salían de sus barracones y paseaban por las plazas de los pueblos y las ciudades. Allí conocían a chicas y se enamoraban. Es lo que les ocurrió a los padres de Gerd Fleischer. "Mi madre y mi padre fueron unos ingenuos”, relata esta niña de la guerra nacida en 1942. "Pensaron que encontrarían el amor en la guerra", continúa. Vivían tranquilos y felices, pero en 1945 cuando la paz llegó a todo el mundo, una nueva guerra comenzaba para estos niños.

Foto de hija de soldado alemán y madre noruega

Fotografía de Gerd Fleischer con su padre, un soldado alemán, y su madre noruega. EN PORTADA

Los hijos del enemigo

Las mujeres habían sido advertidas de las consecuencias que les acarrearía mantener relaciones con el enemigo. Durante la contienda, las maternidades del Lebensborn, el programa creado durante el Tercer Reich para fomentar la natalidad y el nacimiento de niños "racialmente superiores", según la ideología nazi, les abrieron las puertas y se ocuparon de los partos y de las necesidades de los recién nacidos.

Pero al término de la guerra, muchas de ellas fueron detenidas y sufrieron burlas y escarnio público: las desnudaban en la calle, las rapaban y las escupían. Fueron avergonzadas y expulsadas de sus hogares y comunidades junto a sus hijos, incluso se les llegó a retirar la nacionalidad noruega.

Nos hemos librado de los nazis, pero ahora nos toca lidiar con su basura

"Recuerdo a mi familia decir: Nos hemos librado de los nazis, pero ahora nos toca lidiar con su basura", confiesa con amargura Jorunn Skoglund, hija de madre noruega y padre alemán, del que nadie le habló nunca. "Comprendí desde muy pequeña que había que olvidarlo", prosigue.

Jorunn  Skoglund, niña de la guerra

La noruega Jorunn Skoglund, una de las "niñas de la guerra". DOCUMENTOS TV

Tuve que pagar por los pecados de mi madre y de mi padre

Su madre nunca le dio el más mínimo detalle de su progenitor y recuerda, como si fuera hoy, que no paraba de repetirle que "no es importante quien es tu padre, lo importante es quién eres tú". Tampoco los ciudadanos de Noruega olvidaban que estos niños portaban los genes nazis de aquellos hombres responsables de las mayores atrocidades. "Tuve que pagar por los pecados de mi madre y de mi padre", desvela Gerd Fleischer.

Los malditos niños nazis

Desde muy pequeña, cuando Gerd Fleischer tenía siete años, comenzó a darse cuenta de que no era querida entre sus compañeros. Un día en el colegio “recuerdo que me llamaron puta alemana”, rememora. Como ella, los llamados niños nazis sufrieron, durante 70 largos años, maltratos espeluznantes, rechazo social, horrendos abusos sistemáticos y olvido.

Gerd Fleischer, niña de la guerra

Gerd Fleischer, hija de soldado alemán y madre noruega. DOCUMENTOS TV

A algunos, las autoridades estatales les ingresaban en psiquiátricos, aunque estuvieran cuerdos, los recluían en orfanatos, donde los cuidadores les violaban y les sometían a torturas. Se les dejaba claro que todo esto les ocurría porque eran hijos del enemigo.

Recuerdo que me llamaron "puta alemana"

"A veces, a uno le cuesta identificarse con este país y con sus sádicas prácticas", reconoce otro de estos niños nacidos de la guerra, Bjorn Lengfelder. "Eran los niños del odio; podía pasarles cualquier cosa", sentencia Fleischer.

Justicia para estos niños arios

Durante décadas, nadie evitó los horrorosos abusos infringidos a estos niños. Por eso, hace ahora una década, un grupo de 159 de estos hijos de soldados alemanes y madres noruegas, hoy adultos, acudieron al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo en busca de la justicia que Noruega siempre les negó. Querían que su país reconociera sus errores y les resarciera por ello.

Tove Laila Strand ,

Tove Laila Strand , una de las "niñas de la guerra" mira por la ventana. DOCUMENTOS TV

El hecho de que se guardara un silencio sepulcral dice mucho sobre la opresión que sufrimos

"Tardamos 50 años en hablar", revela Gerd. "El hecho de que se guardara un silencio sepulcral dice mucho sobre la opresión que sufrimos", prosigue con dolor. Pero tras una batalla legal que duró casi diez años, el Alto Tribunal denegó la justicia a los niños noruegos de la guerra. Alegaron que el caso había prescrito. Después del batacazo judicial, el grupo se dispersó y algunos se suicidaron. Para el resto, aún hoy, la guerra no ha terminado.