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Pablo Iglesias: "Lo del Sáhara es una traición del PSOE a su propio programa electoral"

  • El exvicepresidente no ve "nada claro que Marruecos vaya a renunciar a sus pretensiones sobre Ceuta y Melilla"
  • "Putin no es comunista, es un señor de derechas", asegura en la entrevista donde presenta su último libro
  • Todos los viernes, las entrevistas completas de Plano general, a partir de las 21:25 horas en RTVE Play

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Plano general - Pablo Iglesias

Pablo Iglesias Turrión, con otros profesores, lanza Podemos en 2014. Menos de dos años después, entra en el Congreso con 69 escaños. En seis años ha pasado de encabezar encuestas a subir la escalinata de Moncloa. Lo hacía en 2020 como socio del PSOE y con la cartera de vicepresidente segundo del Gobierno tras los peores resultados de su formación.

Un año y dos meses ha estado en el Consejo de Ministros, incluido el periodo más duro de la pandemia. Y tras dejar Gobierno y Congreso, afrontó su derrota como aspirante a presidente de la Comunidad de Madrid, donde nació hace 43 años. Se va a cumplir un año desde que Iglesias dejara la Secretaría General de Podemos para volver a lo que él mismo llama periodismo crítico. Han pasado diez años desde el 15M y ha decidido cortarse la coleta.

Pregunta.- Yo pensaba que, como los toreros, un político de raza como usted nunca se iba a cortar la coleta.

Respuesta.- Bueno, es que a mí... La política nunca fue mi mejor plan. Esto cuando eres político, cuando eres secretario general de un partido, diputado, vicepresidente, no lo puedes decir. Tienes que decir que estás haciendo lo que más te apetece en el mundo. No era mi caso. A mí me gustaba ser profesor, investigar en la universidad y me gustaba tener un programa como La Tuerca y poder analizar cosas en los medios. Ahora he vuelto a poder hacer eso y estoy feliz. Y no volvería a hacer lo que hacía. Me siento muy orgulloso de lo que hice. Puse todo mi esfuerzo. Creo que logramos cosas históricas. Estoy muy orgulloso. Pero en ningún caso volvería yo a meterme en un lío semejante.

Jenaro Castro, director y presentador de Plano general, con Pablo Iglesias.

Jenaro Castro, director y presentador de Plano general, entevista a Pablo Iglesias en el primer programa. RTVE

P.- En Verdades a la cara. Usted habla de acoso, pero alguien podría pensar que está usted haciendo victimismo.

R.- Bueno, lo que se ha hecho con nosotros creo que no se ha hecho con mucha gente. Es verdad que hay que contextualizar. A nosotros no nos han asesinado, y hay gente a la que han asesinado por hacer política, o a la que han mutilado. Pero lo que han hecho con nosotros es muy grave. Han sido meses de acoso en tu casa, donde vives con tu pareja, con tus niños pequeños. Con unos niveles de impunidad escandalosos, que jamás se vivieron con líderes políticos de otros partidos. Que yo creo que serían inconcebibles con dirigentes políticos de otros partidos. Lo que nos hicieron a nosotros creo que en el libro se explica muy bien que, lo que se ha hecho con nosotros por ser de Podemos, es algo que no tenía precedentes en este país. Y no se lo deseo a nadie. No se lo deseo a los que fueron mis adversarios políticos y ojalá algo así no pueda volver a ocurrir.

Lo que se ha hecho con nosotros por ser de Podemos es algo que no tenía precedentes en este país

P.- ¿Ha hablado con Pedro Sánchez desde que dejó el Gobierno?

R.- Alguna vez puntualmente, pero a mí no me corresponde hacer eso. Pedro Sánchez es el presidente del Gobierno y yo ya no soy nadie. Alguna vez hemos intercambiado algún mensaje, pero ni me corresponde a mí contar sobre qué y, en general, son cuestiones menores.

P.- Pero no le ha llamado, ni usted le ha llamado a él, son por WhatsApp.

R.- Y si eso fuera así no lo podría contar. Si uno habla con el presidente del Gobierno, uno no puede ir contando por ahí si habla o no habla y de qué habla.

P.- En la sala de prensa de Pablo Iglesias la invasión de Ucrania

R.- Claro que no. Yo creo que que estamos hablando de algo injustificable a todas luces.

P.- ¿Usted niega que Putin sea un dictador, como le bautiza la mayoría a la comunidad internacional?

Paco Marhuenda tiene un montón de vídeos que han circulado por las redes sociales diciendo que Putin es un gran patriota

R.- El problema de esto es que esa misma comunidad internacional le aplaudió durante muchísimo tiempo. Otro compañero tuyo, Paco Marhuenda, tiene un montón de vídeos que han circulado por las redes sociales diciendo que Putin es un gran patriota, que es un gran hombre. Entonces, que los mismos que históricamente han blanqueado a Putin vengan a tener la desfachatez ahora de decirnos un día que es nazi, otro día que es comunista... Hombre, por favor, un poco de rigor. Y creo que, en estas últimas semanas, una parte del periodismo se ha hecho mucho daño abandonando algo que es fundamental para entender las relaciones internacionales: el contexto y el rigor. Es bastante gracioso ver a quienes estaban encantados con una figura de derechas como es Putin, hasta hace nada, y ahora, digamos, giran el discurso y lo presentan, a Putin, que es alguien que ha hablado precisamente contra los bolcheviques y contra los comunistas, acusándoles de haber creado un Estado soberano como Ucrania, acusarle de comunista. Creo que el nivel de desfachatez que hemos visto en las últimas semanas...

P.- Putin no es comunista, según usted.

R.- No. No creo que usted le definiera de tal manera. En Rusia hay un Partido Comunista, algunos de cuyos miembros detienen. Que se han opuesto, además, a la guerra. Putin, en su discurso para justificar la invasión de Ucrania dijo que eso era una creación de Lenin y un profundo error. Putin es un señor de derechas.

P.- ¿Qué le preocupa más a Pablo Iglesias, la inflación desorbitada o que Sánchez haya cedido con el Sáhara?

Ha sido una traición en toda regla que, en teoría, se hace para apaciguar a Marruecos

R. - Yo creo que no se pueden poner nunca como ¿qué importa más? o ¿que importa menos? Es como si a alguien le preguntaran ¿qué le importa más la situación de la sanidad o la situación de la educación? Las dos cosas me importan mucho. La inflación es un problema y lo que ha habido con el Sáhara es una traición, una traición del Partido Socialista a su propio programa electoral con el que se presentó a las elecciones de 2019. Esto ha sido una traición en toda regla que, en teoría, se hace para apaciguar a Marruecos. Yo creo que no está nada claro que Marruecos vaya a renunciar a sus pretensiones sobre Ceuta y Melilla. Creo que resulta absolutamente impresentable defender durante una semana el derecho del pueblo ucraniano a defenderse con las armas del agresor, Putin, y una semana después decir que los saharauis no tienen derecho a ser nación.

Profesionales de RTVE preparan el set para la entrevisa en la sede del diario Público.

Los protagonistas de Primer plano eligen el lugar de la entrevista. RTVE

P.- ¿Está preparada España para unas elecciones anticipadas?

R.- Eso, al fin y al cabo, será una decisión del presidente.

P.- ¿Usted qué cree?

Si Pedro Sánchez decide que le conviene convocar elecciones, las convocará

R.- Yo creo que hay que estar preparado para todo. Pedro Sánchez es muy inteligente y ha demostrado que no avisa de sus grandes decisiones. Nadie se imaginaba que fuera a cesar, cuando lo hizo, a Iván Redondo, a Carmen Calvo, a Ábalos... Nadie se imaginaba ese cambio drástico en el gabinete de Gobierno. Nadie se imaginaba la traición al pueblo saharaui. Si Pedro Sánchez decide que le conviene convocar elecciones, las convocará. Y evidentemente, muy pocos habrán podido haberlo previsto. Entonces, ¿puede que haya elecciones dentro de año y medio? Si. ¿Puede que las haya antes? También. Hay que estar preparados para todos los escenarios. Sería una imprudencia política no prepararse.

P.- ¿Se siente usted responsable y apenado por la gestión que usted, en tanto era vicepresidente, realizó de la pandemia en lo que respecta a las residencias?

Cualquiera que diga que la gestión de las residencias era responsabilidad de Iglesias es un mentiroso

R.- Es uno de los grandes bulos de la derecha política y mediática. Y no porque lo diga yo. Esto es tanto una responsabilidad de, en este caso del Partido Popular, pero como de una derecha y una ultraderecha mediática que ha mentido a la cara de los ciudadanos con unos niveles de desvergüenza sin par. Cualquiera que diga que la gestión de las residencias era responsabilidad de Iglesias, es un mentiroso. Es un mentiroso, trabaje en Televisión Española, trabaje en Antena3 o trabaje en Telecinco. Y eso hay que decirlo, porque yo creo que en un contexto de degradación de la profesión periodística como el que estamos viviendo, la gente tiene que ser capaz de valorar la información contrastada. Y este es uno de los grandes bulos del año pasado. No porque lo diga yo, sino porque es perfectamente contrastable.

P.- En el rincón del alma de Pablo Iglesias, en ser padre, la familia, ¿compensa las miserias de la política?

Cuando tienes hijos te haces vulnerable, pero también la belleza de la vida son esas vulnerabilidades

R.- Ser padre es lo mejor que a alguien le puede ocurrir. Ser padre o ser madre. Porque yo creo que hasta que no lo eres no te das cuenta de que se puede querer a alguien de esa manera. Eso antes de ser padre te lo dicen y te lo imaginas, pero no lo vives. A las hijas, a los hijos, se les quiere como no se quiere a ningún otro ser humano. Y eso es de las cosas más maravillosas del mundo, que hace vulnerable también. Yo no le recomendaría a nadie que hiciera política en un contexto de lobos como el actual, que fuera vulnerable. Cuando tienes hijos te haces vulnerable y eso es así. Pero también la belleza de la vida son esas vulnerabilidades.

P.- Es usted más feliz sin poder que con poder.

R.- Pero mucho más, mucho más. A mí no me han dado la oportunidad de disfrutar de las mieles del poder. A lo mejor existen y puedo entender o puedo imaginar esa relación que tiene alguna gente como los cocainómanos con la cocaína. Que algo que les hace daño y sin embargo no pueden parar de tenerlo. Eso lo he visto con mucha gente en la política, cocainómanos de la política. A mí es que no me han permitido disfrutar de nada. Yo ahora soy mucho más feliz que cuando tenía toda esa carga de responsabilidad. Que claro que se viven cosas interesantes y se aprende mucho, pero lo que yo he vivido no se lo deseo a nadie.

P.- Pero podemos decir que usted estaba enganchado a la política. De hecho, no en primera línea ahora, pero sigue vinculado a la política. ¿Llegó a llorar cuando dejó de ser vicepresidente o cuando perdió en Madrid y se tuvo que marchar?

Al día siguiente, cuando me levanté, pesaba veinte kilos menos

R.- Al contrario. Al contrario, yo eso lo cuento en el libro. Ahí fue una liberación a muchísimos niveles. Yo durante muchos años era consciente de que tenía que estar y afrontaba, digamos, que con ilusión y con convicción todos los retos que ocurrían, pero casi desde el principio -y eso se cuenta ahí de una manera clarísima en Verdades a la cara- no era una opción de la felicidad. Y cuando tuve la oportunidad de salir, y digo la oportunidad cuando era evidente que era mejor que yo saliera, cuando era evidente que era mucho más útil para el proyecto político que siguieran al frente otras compañeras, eso para mí, en lo personal, fue una felicidad inmensa. La noche esa que llegué a casa después de haberme abrazado con los compañeros, fueron momentos muy emotivos, pero yo estaba feliz. Recuerdo al día siguiente cuando me levanté pesaba veinte kilos menos. Como empezar a concebir nuevos proyectos... Para mí eso ha sido maravilloso.

P.- ¿Le pilla lejos aquello de "a mí que me den un telediario y el CNI", se arrepiente de haberlo dicho?

La verdad es que se podían haber televisado y eso no hubiera generado ningún titular

R.- El CNI, la verdad es que en mi experiencia que estuve allí, en las reuniones a las que yo iba, no se contó nada que yo dijera ¡guau! de qué secretos de Estado me enterado. A lo mejor había otros espacios en los que sí se contaban, pero en las que yo fui, la verdad es que se podían haber televisado y eso no hubiera generado ningún titular. La reflexión sobre los medios la sigo manteniendo. Y la hacemos aquí en La Base. Los poderes mediáticos son actores políticos. Yo siempre digo que es mucho más jefe de la derecha, Vicente Vallés, que lo que pudo ser Casado o lo que pueda ser ahora Feijóo.

Primer plano de Pablo Iglesias, autor de Verdades a la cara.

Pablo Iglesias presenta su libro "Verdades a la cara" en RTVE. RTVE

P.- Yo tengo que defender a mis compañeros de la prensa, a todos los que ha nombrado. Y de hecho rompo una lanza en su favor. Aunque usted estrategicamente me va colocando nombres a lo largo de la entrevista. Yo lo entiendo, pero usted entiéndame a mí.

R.- Lógicamente. Yo siempre he dicho más verdades de las que son habituales en un político. Y ahora ya ¿por qué me voy a callar? Entonces lo pienso así. Creo que lo que representaba Casado se vio en 48 horas en las que la derecha mediática le reventó y acabó defenestrándole de manera literal. Yo creo que ahí se demostró quién manda en la política. ¿Quién manda más en la derecha política? ¿Feijóo, Ayuso, Casado? o ¿Herrera, Vicente Vallés, Ferreras...?

P.- ¿Y en la izquierda?

El problema es que hay mucha menos izquierda mediática que derecha mediática

R.- El problema es que hay mucha menos izquierda mediática que derecha mediática. Y yo eso lo he vivido como figura política, que tenía la sensación de que a nosotros nos daban por todos los lados. Entonces yo sé que esto es enormemente polémico, pero creo que mucha gente cuando lo escucha dice: pues claro, claro que manda mucho más el que dirige un telediario que cualquier diputado o que cualquier ministro. Lo que se ha visto en estos últimos tiempos... Se vio con Pedro Sánchez con el envío de armas a Ucrania. Es que dos, tres, cuatro o cinco días de presión mediática no los aguanta nadie.

P.. Hay quien dice que su declive empezó cuando se compró el chalet de Galapagar, La Navata. ¿No? ¿Lo cree usted?

R.- Yo creo que empezó desde el momento en que obtuvimos cinco eurodiputados en las elecciones europeas. Creo que ahí empezó una estrategia. Al principio más torpe, más ambivalente y más errática de acoso y derribo, en el que se ha utilizado absolutamente todo. Lo que se ha hecho contra nosotros y contra mí ha superado todos los límites. Es decir, que a alguien le ataquen por compararse con su dinero, con una hipoteca, una vivienda, es algo que no se había visto en España. Hay una cosa que me sorprende de mí y es que...

P.- Pero no la atacaban por eso, Pablo. Le atacaban porque usted defendía políticamente lo contrario. Es decir, se identificaba con su vida en Vallecas... No era por comprar sólo una hipoteca, algo a lo que todo el mundo tiene derecho en un país democrático y libre como este.

R.- A nosotros nos han atacado por una cosa y por su contraria. Y se ha hecho de todo. Pero en este caso es verdad. Yo era muy feliz viviendo donde vivía. El problema es que llegó un momento en el que yo no podía permitirme ir con mis hijos a un parque público sin guardaespaldas.

P.- Con brevedad, sin explicación. ¿Cuál es la verdad a la cara que no le ha dicho y le diría a Pedro Sánchez?

R.- Creo que se las he dicho todas. Uno de mis mayores defectos es que no me callo. Por eso he hecho menos amigos que otros en política.