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Guerra en Ucrania

Ucrania registra ataques en los alrededores de Kiev y en Chernígov pese a la promesa rusa de reducir las operaciones

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Rusia asegura que controla casi todo Mariúpol mientras Ucrania dice que ha roto el cerco a Járkov

El gobierno ucraniano no se fía de que Rusia vaya a reducir las operaciones militares para favorecer el diálogo que pueda poner fin a la guerra de Ucrania, como prometió después de las negociaciones de este martes en Turquía.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha alertado de que las tropas rusas continúan atacando las ciudades pese a las primeras señales "positivas" en las negociaciones.

El Alto Mando ucraniano cree que las tropas rusas se están reagrupando en el este para rodear allí a su defensa y retomar la ofensiva, mientras continúan los combates en torno a Kiev y Chernígov.

Por su parte, el parte de guerra ruso reconoce ataques a depósitos de combustible y objetivos militares en el centro, sur y este del país. Su ofensiva se concentra ahora en el arco entre Járkov y el norte de Crimea, en torno al río Dniéper. El Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que el reagrupamiento de fuerzas tiene como objetivo completar la "liberación" del Donbás.

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A última hora de la tarde del miércoles, el Pentágono ha confirmado que alrededor del 20 % de las tropas rusas desplegadas alrededor de Kiev han comenzado a reposicionarse, algunas a Bielorrusia, pero ninguna de vuelta a Rusia. Los rusos han comenzado también a retirarse de la planta de Chernóbil, según Washington.

Más de mil civiles han muerto y más de cuatro millones de personas se han convertido en refugiados desde el comienzo de la invasión rusa, el 24 de febrero. Además, hay 6,5 millones de desplazados dentro del propio país. En total, una cuarta parte de la población total de Ucrania han dejado sus casas por la violencia.

Los ataques rusos siguen a pesar de que Moscú dijo que iba a reducir drásticamente los bombardeos

Zelenski: "Los ataques no se detienen"

"Los ataques aéreos y con misiles no se detienen. Esta es la realidad. Estos son los hechos", ha subrayado Zelenski en su mensaje diario.

Según el presidente ucraniano, el Ejército ruso dispone todavía de un "potencial significativo" para continuar la guerra, puesto que disponen de "mucho equipo y suficientes personas totalmente privadas de derechos a quienes pueden enviar al caldero de la guerra". "Por lo tanto, nos mantenemos alerta y no reducimos nuestros esfuerzos de defensa", ha manifestado.

Zelenski ha calificado la defensa ucraniana de "exitosa", pero ha insistido en que no se debe "perder la vigilancia" porque "la escala de los desafíos no ha disminuido".

Los rusos no bombardean Kiev pero continúan los ataques en Chernígov

Las autoridades locales de Kiev han confirmado este miércoles que ha habido combates en los alrededores, pero que la propia capital no ha sido bombardeada en las últimas horas.

En cambio, el gobernador de la región de Chernígov, Viacheslav Chaus, ha afirmado que no se ha percibido ninguna reducción de los ataques rusos. "La 'reducción de la actividad' en la región de Chernígov se ha demostrado con el enemigo llevando a cabo ataques en Nizhyn, incluyendo ataques aéreos, y durante toda la noche han atacado [la ciudad de] Chernígov", ha declarado en un mensaje en redes sociales.

El alcalde de Chernígov, Vladyslav Astroshenko, ha asegurado que los bombardeos rusos se han intensificado y que hay más de 100.000 personas atrapadas con víveres y medicinas para no más de una semana. "Esto confirma que Rusia siempre miente - ha declarado a la CNN - De hecho, han incrementado la intensidad de los ataques con un colosal ataque de morteros sobre el centro de Chernígov".

El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado este miércoles que su ejército ha cumplido con los objetivos de la primera fase de su operación, al obligar a las fuerzas ucranianas a dedicar todos sus esfuerzos a defender las principales ciudades. Ahora, han dicho, sus tropas se están reagrupando en Kiev y Chernígov para centrarse en los frentes clave y completar la "liberación" del Donbás.


A unos 30 kilómetros de Kiev, en los alrededores de Irpín, también persisten los disparos de artillería y las explosiones. Así lo ha constatado desde el terreno la enviada especial de TVE, Almudena Ariza, después de que las fuerzas ucranianas recuperaran el control de esta ciudad "llave" para entrar en la capital. Su alcalde asegura que entre 200 y 300 personas han muerto en los combates desde que comenzó la guerra.

En el oeste del país, ha habido ataques contra instalaciones industriales en la región de Jmelnitskyi, aunque no se ha informado de víctimas.

En Mykolaiv, en el sur, al menos ocho personas murieron este martes y 30 resultaron heridas por el impacto de un proyectil ruso contra el edificio de la administración regional.

Estas informaciones no han podido ser verificadas por fuentes independientes.

Reagrupación de algunas unidades en el este

El Estado Mayor del Ejército ucraniano cree que las tropas rusas se están reagrupando para centrar sus esfuerzos en el este del país. Según el último parte de guerra, la "llamada retirada de tropas" del Ejército puede ser una rotación de determinadas unidades que tenga como objetivo engañar a los líderes militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania y crear una idea errónea sobre la negativa de Rusia a rodear Kiev.

Cerca de Novokarlivka y Luhivske, al norte de Mariúpol, "el enemigo continúa colocando equipos de fortificación dentro de las posiciones capturadas y creando barreras de minas". Además, en la región de Zaporiyia continúan los bombardeos y en las zonas operativas del Mar Negro y Mar de Azov "no se registraron cambios significativos", ha dicho el Alto Mando ucraniano.

La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, ha informado de que para este miércoles se han pactado tres corredores humanitarios.

En la situada Mariúpol y otras localidades cercanas, un total de 1.665 personas han sido evacuadas en las últimas horas. Mientras, en sus calles continúan los intensos combates y ataques. Ucrania ha acusado este miércoles a Rusia de bombardear la sede de Cruz Roja, algo que sus autoridades han tachado de "otro crimen de guerra". El Kremlin asegura que ya controla casi toda la ciudad.




Moscú enfría las perspectivas de acuerdo en las negociaciones

El jefe negociador de Rusia, Vladimir Medinsky, ha asegurado que el gobierno de Zelenski está dispuesto a cumplir con sus principales demandas, aunque ha advertido que siguen pendientes sus exigencias respecto a la región del Donbás y la anexión de Crimea.

"Si se cumplen estas obligaciones, se eliminará la amenaza de crear una cabeza de puente de la OTAN en territorio ucraniano", ha comentado Medinski en la televisión rusa, según recoge Reuters, sobre la "disposición" de Ucrania a renunciar a la OTAN, adoptar un estatus de neutralidad permanente y renunciar a las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, así como a albergar bases extranjeras.

Medinski mantiene que Kiev ya ha puesto por escrito estas concesiones en un "documento acordado de forma preliminar". Sin embargo, "las negociaciones continúan", ha puntualizado.

El Kremlin se mantiene ambiguo respecto a las conversaciones de paz. Poco antes, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha valorado que la reunión en Estambul no había arrojado "avances" significativos. "Nos espera un trabajo bastante largo", ha declarado Peskov, al tiempo que aplaudía que Kiev haya comenzado a "formular y poner en papel" sus propuestas.

Según Medinski, a cambio de las demandas rusas, Ucrania pide garantías internacionales de seguridad, asume que Rusia no se opondrá a su ingreso en la Unión Europea y renuncia a recuperar por la fuerza Crimea y los territorios de las regiones de Donetsk y Lugansk en manos de los secesionistas prorrusos.

Sin embargo, tanto Peskov como Medinski han dejado claro que bajo ninguna condición Rusia va a abordar con Ucrania el destino de Crimea, anexionada por Moscú en 2014. "Crimea es parte de la Federación de Rusia. Según nuestra Constitución, no podemos discutir con nadie el destino de un territorio de la Federación de Rusia, eso está descartado", ha declarado el portavoz presidencial.

Por su parte, Mijailo Podoliak, asesor presidencial ucraniano y uno de los negociadores, se ha mostrado "optimista" y ha insistido en que cualquier acuerdo será sometido a referéndum después de que las tropas rusas regresen a sus posiciones anteriores al 23 de febrero.