Enlaces accesibilidad
Guerra en Ucrania

Objetivo Ucrania: la conquista del sur y el control del Mar Negro

Por
La conquista del sur de Ucrania y el control del Mar Negro
La conquista del sur de Ucrania y el control del Mar Negro.

Cuando han transcurrido nueve días del inicio de la guerra en Ucrania, el ejército invasor de Vladímir Putin trata de alcanzar uno de sus principales objetivos estratégicos, la conquista del sur del país y asegurar el acceso de Rusia al Mar Negro. Al mismo tiempo, arrebataría a los ucranianos la salida al mar, cerrando así tanto su acopio de suministros y refuerzos como el flujo de su economía con el exterior.

Sin frenar el ataque en las dos ciudades más importantes del país -en el frente norte, intentando rodear la capital, Kiev, y desde el frente noreste hacia Járkov-, la ofensiva rusa se ha intensificado esta semana en varias ciudades meridionales de Ucrania. Primero fue Berdiansk, en el mar de Azov. Después las tropas entraron en Jersón, la primera gran ciudad en quedar bajo control ruso. Y el asedio continúa sobre Mariúpol, puerto principal del mar interior de Azov.


Desde Jersón, los invasores rusos buscan avanzar primero hacia Mykolaiv y después hacia Odesa, el puerto marítimo de referencia de Ucrania. El objetivo último es tender un corredor terrestre entre la región del Dombás, la anexionada península de Crimea y, más allá, toda la costa del Mar Negro, mientras con la otra mano negocia un corredor humanitario con Ucrania.

El 'rojo' se extiende por el mapa y, tras los fracasos iniciales, Rusia avanza hacia sus siguientes objetivos. Sin embargo, mientras analizamos el avance de las tropas rusas es importante tener en cuenta que entrar en una ciudad no equivale a conquistarla, y que el Ejército se mueva libremente por un territorio no significa que esté bajo su control. Como recordaba esta semana el profesor emérito de Estudios de la Guerra Lawrence Freedman, "el control es un concepto político, no militar".

Los avances de Rusia en el frente sur de Ucrania

Desde el inicio de la semana, el asedio del ejército ruso se cierne sobre Mariúpol (446.000 habitantes), objetivo de dos frentes distintos: uno desde Crimea y otro desde el Dombás. Las tropas rusas afirman haber rodeado la ciudad en un anillo alrededor de todo el Mar de Azov, que Moscú quiere convertir en un mar interior para garantizar la seguridad de la base naval de Sebastopol, en Crimea.

El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, dijo que han sufrido muchas víctimas civiles después de unas jornadas de intensos bombardeos contra centrales eléctricas y que han sufrido el corte del suministro de agua en varios barrios, una medida de presión para forzar la evacuación de sus habitantes, privados de luz, agua y calefacción, y la capitulación de la ciudad, que ya resistió la ofensiva separatista prorrusa en 2014. El regidor asegura que "los soldados de la horda de Putin martillean constantemente la ciudad y no nos permiten evacuar a heridos, mujeres y niños".

El jueves 3 de marzo, los rusos declararon tener bajo su control Jersón, de 300.000 habitantes, de modo que sería la primera ciudad en ser conquistada. A la orilla del Mar Negro y junto al río Dniéper, es uno de los objetivos estratégicos para el Kremlin por su proximidad con la península de Crimea, anexionada unilateralmente por Rusia en 2014, y al importante puerto de Odesa. Las tropas invasoras han avanzado desde allí con la intención de llegar a confluir con las milicias prorrusas y el resto de efectivos que avanzan desde las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk.

Rusia más cerca de bloquear la salida la mar de Ucrania

El Ejército ucraniano espera que ahora los rusos golpeen con toda su fuerza el puerto de Berdiansk y las ciudades de Zaporiyia y Melitópol. En esta ciudad de unos 155.000 habitantes, civiles desarmados salieron a la calle para plantar cara a los soldados rusos, llamándoles “invasores” y pidiéndoles que se vayan.

Si consiguen conectar esas ciudades con Jersón, y después de esta tomar a su vez Mykolaiv (500.000 habitantes) y a unos 60 kilómetros de Jersón, donde ya se han dirigido las fuerzas de combate rusas, el próximo objetivo sería Odesa, el principal puerto ucraniano y la base de su Armada.

"Quieren destruir nuestra Odesa, pero lo único que verán será el fondo del mar Negro", dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que celebra la resistencia de sus compatriotas.

¿Por qué es tan importante el Mar Negro?

El Mar Negro, con una superficie de 436.400 kilómetros cuadrados, se ubica entre Asia occidental y Europa oriental y está rodeado de seis países: Ucrania, Rusia, Georgia, Turquía, Rumanía y Bulgaria, estos dos últimos miembros de la Unión Europea y de la OTAN, alianza de la que también forma parte Turquía.

Su importancia radica en su posición, al conectar con el mar de Mármara por el estrecho del Bósforo y con el mar Egeo por el estrecho de los Dardanelos, claves para el control del transporte y de la circulación de mercancías.

Desde que se anexionó Crimea, Rusia trata de extender su dominio territorial sobre el Mar Negro, lo que le da en esta guerra una ventaja estratégica inmediata y, más a largo plazo, le permite ampliar su influencia en los territorios colindantes. En especial Moldavia, cuya presidenta ha pedido formalmente que el país sea candidato a entrar en la Unión Europea, como han hecho también Georgia y la propia Ucrania, ante el temor de ser el próximo objetivo militar de Rusia.

El control sobre los puertos y las rutas comerciales darían a Putin el poder de obstruir el comercio y los suministros energéticos, en un territorio por el que pasa gran número de tuberías de transporte de energía.

Desde el inicio de la invasión, se ha intentado evitar que el mar Negro, zona de circulación de barcos, se convierta en un escenario de la batalla. Turquía anunció el 28 de febrero que cerraba el estrecho del Bósforo al paso de navíos militares de todos los países, en aplicación de la Convención de Montreux, que regula el tráfico de la zona desde 1936. No obstante, se permitió a los buques con base en el mar Negro, como los de Rusia o Ucrania, que regresaran a sus puertos.

Objetivo de Putin desde hace años

El interés del líder ruso, Vladímir Putin, por el control del sur de Ucrania y el mar Negro empezó antes del actual conflicto. Cuando los ucranianos depusieron a su presidente prorruso, Viktor Yanukóvich, a principios de 2014, Rusia se anexionó la península de Crimea, y respaldó a los separatistas que se hicieron con territorios del este de Ucrania, en las regiones de Donetsk y Lugansk.

Y en las pretensiones imperialistas de Putin, estos territorios constituían no solo una ansiada salida al mar, sino el inicio de una campaña de conquista para unir Crimea con la región del Dombás, un corredor que constituiría un gran triunfo geopolítico para el presidente ruso.

Fuego en un área residencial de Mariúpol después de un bombardeo, el 3 de marzo.

Fuego en un área residencial de Mariúpol después de un bombardeo, el 3 de marzo. @AyBurlachenko via REUTERS

Si las tropas rusas logran enlazar Mariúpol y Melitopol con Jersón, entonces el próximo objetivo sería Odesa, que es además la base de la Armada ucraniana. El secretario del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, Oleksiy Danilov, calificó el jueves la zona de Odesa como "la más caliente" en la guerra con Rusia.

Vladímir Putin cambia la estrategia militar

Odesa, la perla del Mar Negro

Odesa, conocida como la perla del Mar Negro, es la tercera mayor ciudad de Ucrania, con una población de un millón de habitantes. Conquistarla daría una gran ventaja militar a Rusia y sería un duro golpe para el gobierno de Volodímir Zelenski, porque implicaría separar a Ucrania de la costa del Mar Negro, del que se puede extraer multitud de recursos muy valiosos, y su principal vía de comunicación con el resto del mundo.

Conseguir el control de los suministros y asfixiar la capacidad de resistir de los ucranianos es ahora un objetivo fundamental de la ofensiva rusa, ya que la estrategia de derrocar al gobierno de Kiev con un ataque relámpago y definitivo no ha dado resultado. Es la misma razón por la que los militares rusos han atacado la central nuclear de Zaporiyia, la más grande del país y de Europa, de la que depende gran parte del suministro eléctrico en una Ucrania muy dependiente de la energía nuclear.

Sin embargo, Rusia no va a tener nada fácil hacerse con Odesa. Sus habitantes se han organizado para levantar una barrera con sacos de arena y establecido posiciones defensivas para impedir la entrada de la flota rusa en el Mar Negro. Ya tienen experiencia en la autodefensa: en 2014 se sofocó allí un levantamiento separatista que buscaba crear un estado independiente y que causó duros enfrentamientos con los nacionalistas ucranianos, saldados con el incendio de un edificio sindical a las afueras y la muerte de 36 prorrusos.

Además, en los últimos días, las tormentas en la zona entorpecen las maniobras de cerco de las fuerzas rusas. Y entretanto, voluntarios reúnen ayuda para los soldados ucranianos. En las playas por las que Odesa es famosa, los habitantes llenan bolsas con arena y se las entregan a las Fuerzas de Defensa Territorial para que bloqueen la ciudad, informa la agencia Efe.