Enlaces accesibilidad

Los forenses afirman que el concejal de Llanes fue golpeado "con intensidad" en la cabeza y después estrangulado

  • La muerte de Ardines no se produjo en el acto, sino sobre las 6:30 horas del 16 de agosto de 2018
  • Creen que el edil pudo ser atacado por detrás por un agresor diestro y que trató de defenderse

Por
Banquillo de los acusados en el juicio por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines
Banquillo de los acusados durante la vista oral ante jurado popular por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines.

Los médicos forenses que practicaron la autopsia al concejal de IU de Llanes Francisco Javier Ardines, asesinado en agosto de 2018, han asegurado que el edil murió por un shock causado por una hemorragia intracraneal tras ser golpeado "con intensidad" en la cabeza con un objeto contundente y después estrangulado.

Los forenses han declarado este martes en la Audiencia de Oviedo en el juicio con jurado popular que se sigue contra Pedro N.A, como presunto inductor; Maamar K. y Djilali B, como supuestos sicarios; y Jesús M., señalado como intermediario.

La autopsia permitió fijar la muerte de Ardines, que no se produjo en el acto, sobre las 6:30 horas del 16 de agosto de 2018, han ratificado los forenses, quienes han añadido que "desde el punto de vista médico" y "con las lesiones que presentaba el edil" no se puede precisar cuántas personas intervinieron en la agresión.

Además, han matizado que si bien no saben si la persona o personas que le agredieron pudieron saber si estaba vivo una vez que huyeron del lugar, al menos sí debían ser conscientes de que le habían causado "un gran daño".

Atacado por detrás

Los forenses creen que Ardines pudo ser atacado por detrás cuando estaba de pie por un agresor diestro, que le habría asestado un golpe intenso con un objeto "con una masa importante" y sin aristas. A continuación, el edil, cuando aún estaba vivo, habría sido asfixiado mediante la acción de estrangulamiento conocida como "presa de codo".

Además, Ardines presentaba lesiones dispersas por "causas diferentes", como por ejemplo en el antebrazo derecho, lo que podría indicar que trató de defenderse. También presentaba los labios rotos, quizás "por golpes directamente recibidos en esa zona".

En su declaración también han corroborado que la ropa y las extremidades de la víctima presentaban un olor picante y un color oleoso anaranjado, que podrían corresponder con los botes de espray de pimienta utilizados, según los investigadores, en la emboscada al edil.

Las acusaciones, que piden una pena individual de 25 años de prisión para cada uno de los acusados, mantienen que Pedro N.A., amigo personal del edil, urdió el plan para acabar con la vida de Ardines después de descubrir, en diciembre de 2017, que su mujer y el concejal mantenían una relación en secreto.

Para ello contactó con Jesús M., para que le buscase a personas que pudieran actuar como sicarios a cambio de dinero. Tras estudiar los movimientos rutinarios del concejal, los dos acusados como sicarios, Djilali B. y Maamar K., se habrían desplazado a Belmonte de Pría para ejecutar el crimen.