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La viuda e hijos del concejal de Llanes afirman que el presunto inductor del crimen conocía sus hábitos

  • Aseguran que el edil asesinado era "un hombre de costumbres" que salía siempre a la misma hora de casa
  • Confirman también que ambos matrimonios mantenían una buena relación de amistad

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Banquillo de los acusados del asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines
Banquillo de los acusados durante la vista oral por el asesinato del concejal de IU en Llanes Javier Ardines.

La viuda y los dos hijos del concejal de IU de Llanes Javier Ardines asesinado el 16 de agosto de 2018 han subrayado este viernes que el presunto inductor del crimen, Pedro N.A., "por supuesto" conocía los hábitos de la víctima, porque era "un hombre de costumbres" que salía de casa siempre a la misma hora a faenar.

En la séptima sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Oviedo, la viuda de Ardines ha sido la primera en prestar declaración destacando que antes del crimen tenía "buena relación" con el acusado, Pedro N. y su mujer, de la que es prima segunda, y con los "hacían planes juntos" todos los fines de semana que acudían a Belmonte de Pría, donde sus viviendas están cercanas.

También ha confirmado que Pedro N. le mandó el 5 de agosto la grabación de la conversación que captó en diciembre de 2017 en un restaurante entre su mujer y Ardines, con la que confirmó la infidelidad. Ella habló con Ardines de su contenido, pero él "no le dio importancia", aunque sí supuso algún tipo de "alteración" en su matrimonio, ha admitido.

La valla que encontró Ardines en su camino

En su declaración, la viuda también ha confirmado que a principios de agosto, poco antes del crimen, Ardines ya encontró en su camino cuando salía a faenar una valla atravesada como la que se utilizó el 16 de agosto de 2018 para tenderle una emboscada.

También el hijo de Javier Ardines, que en el momento de los hechos vivía en el domicilio familiar, ha coincidido en señalar que su padre era un hombre de costumbres y ha señalado la presencia de la valla en el camino desde días antes del asesinato.

Tanto él, como su hermana han confirmado la buena relación de amistad que mantenían sus padres con Pedro N.A. y su esposa con los que siempre acudían a todas las comidas y cenas que organizaban juntos.

Por su parte, la hija de Ardiles ha revelado que mantuvo conversaciones con Pedro N.A., el 6 de agosto de 2018, al día siguiente de que le enviara la grabación, y este le confesó que "estaba destrozado" y le reconoció que controlaba a qué hora se conectaba su mujer.

Atacado en una zona "ideal" para una emboscada

Por otra parte, dos agentes de la Guardia Civil que realizaron la inspección ocular del lugar en la que fue hallado el cadáver del concejal de IU han coincidido en afirmar que la zona era "ideal" y "propicia" para tender una emboscada.

Según han relatado en el juicio, se trataba de un camino asfaltado en una zona rural aislada, ubicada en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría y cerca de la vivienda del concejal, cubierta por árboles y con lugares para esconderse como matorrales o muros de piedra pertenecientes a varias fincas. El cuerpo de Ardines fue hallado en medio de la calzada de este camino vecinal, que da servicio a once viviendas.

A unos 70 metros fueron encontradas tres vallas de obra que cortaban el paso del camino y junto a ellas la furgoneta del concejal con el motor en marcha y la puerta del conductor abierta. Además, la ropa de Ardines, así como una de las vallas, presentaban manchas pegajosas con olor a pimienta, que según las acusaciones corresponderían a un espray utilizado al inicio del ataque.

Sobre el presunto inductor del crimen, uno de los agentes que participaron en la investigación ha indicado que Pedro N.A. buscó en numerosas ocasiones en la red información sobre el crimen, así como también sobre cómo hacer pruebas de paternidad, sobre sistemas de vigilancia o sobre sistemas para poder acceder a otros móviles de forma encubierta.

Del análisis telefónico y de los mensajes y llamadas, los agentes llegaron a la conclusión de que Pedro N.A. estaba "absolutamente enamorado" de su mujer, pero también es "celoso y controlador".

Los investigadores afirman que "todo cambia" cuando el 23 de julio de 2018 Pedro N. se entera de que su mujer va a ir a Llanes ese verano. A partir de ahí el acusado le cuenta la infidelidad a diferentes personas y comienza con constantes reproches a esa infidelidad. También han incidido en que la mujer de Pedro N. es consciente de la obsesión de su marido con Ardines, desde que supo de su relación.