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El FMI recorta en medio punto el alza del PIB español en 2021 hasta el 5,7 % y alerta de los riesgos de la inflación

  • La recuperación se trasladará a 2022, cuando el organismo estima que España crecerá seis décimas hasta el 6,4 %
  • El paro se reducirá una décima este año hasta el 15,4 % y mejorará hasta el 14,8 % en 2022, estando a la cabeza de la UE

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El FMI retrasa la recuperación económica global

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado en medio punto su previsión de crecimiento de la economía española para este año hasta el 5,7 %, trasladando el grueso de la recuperación a 2022, cuando estima que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 6,4 %, seis décimas más que en la proyección de julio. Con estas cifras, España sería el país que más crecería el año próximo dentro del grupo de las economías desarrolladas, aunque el organismo advierte de que este escenario presenta una “gran incertidumbre” por el repunte de la inflación y las interrupciones del suministro de las materias primas.

El FMI ha sido el primer organismo internacional en revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de la economía española para este año después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) recortase en 1,7 puntos el crecimiento para España en el segundo trimestre del año, pasando del 2,8 % adelantado al 1,1 %. En este sentido, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aseguró hace unas semanas que el supervisor también analizará si modifica sus previsiones de crecimiento, que elevó al 6,3 % en 2021 y al 5,9 % en 2022, a la luz de la revisión.

Así, las proyecciones del fondo dirigido por Kristalina Gueorguieva, incluidas en su último informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) publicado este martes, prevén que el PIB español cierre 2021 en el 5,7 %, medio punto por debajo respecto al 6,2 % de julio, cuando ya pronosticó una rebaja de dos décimas.

Las previsiones tienen cuenta el despliegue de los fondos europeos, así como el efecto positivo de la vacunación, que permitirán una mayor reapertura y un crecimiento más robusto en el último trimestre de 2021, cuando el PIB crecerá un 7,4 %, según sus cálculos. Este repunte se trasladará a 2022 y hará que España se sitúe a la cabeza de las economías desarrolladas al crecer un 6,4 %, seis décimas más que en la previsión de julio. Entonces, el organismo ya estimó una subida de 1,1 puntos porcentuales para el próximo ejercicio. Las proyecciones del FMI, sin embargo, dejan lejos el objetivo del 6,5 % para este curso dibujado por el Gobierno y del 7 % para 2022.

Respecto a la tasa de paro, el organismo prevé que cierre en el 15,4 % este año y en el 14,8 % el próximo, frente al 15,5 % de 2020, en línea en esta ocasión con lo previsto por el Ejecutivo, aunque con grandes diferencias respecto al 8 % de desempleo pronosticado de media para la eurozona o el 7 % de las economías desarrolladas. De hecho, España será este año la segunda economía con más paro de la eurozona, tan solo por detrás de Grecia (15,8 %), y se situará a la cabeza el año que viene.

Empeora las perspectivas mundiales para este año

La revisión a la baja para España de cara a 2021 contrasta con el comportamiento que el FMI prevé para otras economías de nuestro entorno, como Italia y Francia, que repuntarán este año un 0,9 % y un 0,5 %, respectivamente, y pasarán a crecer un 5,8 % y un 6,3 %. No obstante, a nivel global, el FMI ha revisado ligeramente a la baja sus perspectivas, impulsadas por “el empeoramiento de la dinámica de la pandemia” en los países en desarrollo y por “unas perspectivas más difíciles a corto plazo para el grupo de economías avanzadas", en parte debido al alza de la inflación y a las interrupciones del suministro de materias primas. Debido a esto, potencias como Alemania o Estados Unidos registrarán caídas del 0,5 % y del 1 %, respectivamente.

La recuperación mundial continúa, pero el impulso se ha debilitado

“La recuperación mundial continúa, pero el impulso se ha debilitado, obstaculizado por la pandemia”, asegura el organismo con sede en Washington, que señala directamente a la rápida propagación de la variante Delta y la amenaza de otras nuevas oleadas. De esta manera, estima un crecimiento del PIB mundial del 5,9 % este año, una décima menos que en julio, y mantiene sin cambios el crecimiento para 2022, en el 4,9 %. Más allá de 2022, se prevé que el avance mundial se modere hasta alrededor del 3,3 % a medio plazo.

La peor parte se la llevarán los países con bajos ingresos, prevé el FMI, cuya previsión de crecimiento se ha reducido en 0,6 puntos porcentuales con respecto a julio, siendo la continua lentitud de las vacunas el principal factor que pesa sobre la recuperación. Esto, a su vez, ha implicado la reversión de los avances en la reducción de la pobreza, explica el organismo, que estima que en 2021 habrá entre 65 y 75 millones de personas más en situación de pobreza extrema en comparación con las proyecciones anteriores a la pandemia.

La exclusión social severa afecta a más de seis millones de personas en España tras la pandemia

“Acelerar la vacunación de la población mundial sigue siendo la principal prioridad política, al tiempo que se sigue impulsando la generalización de las pruebas y la inversión en terapias. Esto salvaría millones de vidas, ayudaría a prevenir la aparición de nuevas variantes y aceleraría la recuperación económica mundial”, apunta el informe. Una propuesta del FMI establece medidas “concretas y rentables” para vacunar al menos al 40 % de la población de todos los países para finales de 2021 y al 70 % para mediados de 2022.

Advierte de la escalada de la inflación y la falta de materias primas

El Fondo Monetario Internacional también reconoce en uno de los capítulos analíticos de su informe que la recuperación económica ha propiciado una rápida aceleración de la inflación en las economías avanzadas y emergentes, impulsada por la firmeza de la demanda, la escasez de la oferta y el rápido aumento de los precios de las materias primas.

Así, el FMI espera que las presiones sobre los precios disminuyan en 2022, si bien estas perspectivas están rodeadas de "una gran incertidumbre”, derivada principalmente “de la trayectoria de la pandemia, la duración de las interrupciones del suministro y la evolución de las expectativas de inflación en este entorno”. “Los riesgos para la inflación se inclinan al alza y podrían materializarse si los desajustes entre la oferta y la demanda inducidos por la pandemia se prolongan más de lo previsto”, recalca el texto.

Por ello, el organismo insta a los bancos centrales a “estar preparados” para “actuar con rapidez” si la recuperación se fortalece más rápido de lo previsto o se hacen tangibles los riesgos de aumento de las expectativas de inflación. A su juicio, “puede ser necesario endurecer la política monetaria para adelantarse a las presiones sobre los precios, incluso si eso retrasa la recuperación del empleo”, ya que la alternativa de esperar a que se produzcan resultados más sólidos en materia de empleo "corre el riesgo de que la inflación aumente de forma autoalimentada, socavando la credibilidad del marco político y creando más incertidumbre”.

Y, sobre el empleo, el documento señala que el mercado laboral "está en marcha y se está recuperando del golpe catastrófico en 2020", pero a un ritmo "desigual". El empleo de los jóvenes y de los trabajadores menos cualificados "sigue siendo más débil" que el resto, mientras que el de las mujeres en las economías emergentes y en desarrollo sigue viéndose más afectado que el de los hombres. No obstante, en las economías avanzadas, las diferencias anteriores por género han disminuido en gran medida.

Con todo, el FMI prevé que el crecimiento del empleo vaya por detrás de la recuperación de la producción. "Se espera que todas las economías avanzadas recuperen los niveles de producción anteriores a la crisis de 2008 para finales de 2022, pero se prevé que solo dos tercios recuperen su empleo anterior", concluye.