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Entrevista en RTVE

Amnistía alerta del "retroceso" en los derechos humanos: "El freno a los abusos de poder son los movimientos de protesta"

  • "Por primera vez en la historia las personas nacemos libres e iguales", señala a RTVE el director de Amnistía Internacional España
  • La organización advierte, en su 60 aniversario, de la "impunidad" detrás de violaciones de derechos en Israel o Colombia

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Colombia ha sido uno de los puntos negros en la vulneración de los derechos humanos este año
Colombia ha sido uno de los puntos negros en la vulneración de los derechos humanos este año

Un 28 de mayo de 1961 un abogado británico, Peter Benenson, inspirado por el caso de dos estudiantes portugueses encarcelados por brindar por la libertad, hizo un llamamiento en varios medios para liberar a todos los presos de conciencia. Fue el pistoletazo de salida para Amnistía Internacional, que 60 años después, resalta los "importantísimos avances" logrados en este tiempo, como la abolición de la pena de muerte en 108 países, pero advierte de que estamos en un momento de retroceso y de aumento de la vulneración de los derechos humanos.

"Ha habido luces y sombras. Pero lo importante es que en estos 60 años se ha creado un movimiento de protesta en todo el mundo que es el principal freno a los abusos de poder", señala a RTVE Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España. Esta protesta global va desde el movimiento contra la violencia policial End SARS en Nigeria, al Black Lives Matter en Estados Unidos, pasando por el Me Too o el movimiento en defensa del clima.

En Amnistía preocupan ahora crisis de largo recorrido, pero que se han mostrado con toda su crudeza en las últimas semanas. Beltrán cita la situación en Gaza, donde la última guerra ha dejado 253 muertos en Palestina y 13 en Israel. La cuestión, más allá de los daños humanos y materiales, es si otro conflicto como este "se va a repetir o no".

Informe de Amnistía Internacional: la pandemia ha mermado los Derechos Humanos en todo el mundo

"Lo que hace que las crisis sean circulares es la impunidad"

"Si no queremos que se repita hay que enfrentar las raíces del conflicto: asentamientos ilegales ocupación, etc. También habría que enfrentar la rendición de cuentas", asegura, y recuerda que "lo que hace que las crisis sean circulares es la impunidad".

Algo parecido ocurre en Colombia, otro gran foco de acción para la ONG. Allí las protestas estallaron recientemente, con el contexto de fondo de una frágil paz con las FARC, una paz "en la que el Gobierno no cree mucho", y, sobre todo, por la "sensación de desamparo entre la población joven ante la situación económica y social". Las manifestaciones han derivado en una represión que incluye "desapariciones forzadas, violencia sexual a mujeres detenidas, detenciones arbitrarias y casi 50 muertos por disparos de las fuerzas de seguridad", denuncia Beltrán.

También en Bielorrusia se ha desatado otro conflicto, esta vez diplomático, que muestra de nuevo la impunidad y "la falta de rendición de cuentas" que permite operar a regímenes autoritarios como el de Alexandr Lukashenko. La detención del periodista crítico con su Gobierno Roman Protasevich tras hacer aterrizar un vuelo es solo "el último episodio" de un país que "viola sistemáticamente los derechos humanos".

Lukashenko "cada vez lanza un mayor desafío a la comunidad internacional", ya que "no siente una presión excesiva" de la misma, que sí que alza la voz contra casos concretos, pero no tiene una "aproximación planificada" a la situación del país.

Ceuta, síntoma del desafío migratorio global

Conflictos como estos y la represión de gobiernos de todo el mundo ha llevado a la huida de millones de países, hasta el punto en el que "no habíamos tenido tantas personas refugiadas desde la Segunda Guerra Mundial". Europa o Estados Unidos, sin embargo, "no han actuado conforme a las normas internacionales "que indican que esas personas deben tener acogida en un país al menos mientras dura la represión en el suyo".

"Pareciera que las personas refugiadas molestan. En vez de seguir las normas y acogerlas intentamos rechazarlas en frontera o llegamos a acuerdos con países como Turquía, Marruecos o Libia para detener su llegada", critica. En lugar de ello, asegura Beltrán, se deberían "crear vías legales y seguras ordenadas con las que la gente vaya llegando y puedan contribuir al país".

Las crisis migratorias, que irán a más en los próximos años con el aumento de los refugiados climáticos, se han mostrado con toda su crudeza en Ceuta, donde la semana pasada llegaron más de 8.000 migrantes en poco más de 24 horas.

Una semana de crisis migratoria en Ceuta: 800 menores siguen alojados en albergues improvisados

Aquí, señala el director de Amnistía Internacional, las personas refugiadas se han quedado en medio "del juego político de Marruecos, que utiliza espuriamente a su población como peones" y la "violación de los derechos humanos" practicada por España, que ha llevado a cabo "expulsiones colectivas ilegales", según advierte Beltrán.

"Hemos respondido al juego político violando los derechos humanos. Es un camino que lleva mucho sufrimiento y hay que erradicarlo de raíz", subraya.

"Saldremos con cooperación internacional o con nacionalismo de las vacunas"

Echando la vista atrás a los últimos 60 años, Beltrán pone el foco en lo que se ha logrado hasta ahora. "Lo más importante es que por primera vez en la historia de la humanidad las personas nacemos libres e iguales en dignidad y derechos", asegura. Enumera algunos de los avances en derechos humanos: "Se ha declarado ilegal la tortura y el comercio de armas que alimenten conflictos, 25 países han procurado mejor acceso al aborto legal y seguro para las mujeres, 28 países respetan la igualdad entre personas del mismo sexo y se ha perseguido a violadores de los derechos humanos como Pinochet".

Por primera vez en la historia de la humanidad las personas nacemos libres e iguales

En el lado contrario están los pasos atrás, que se han dado especialmente con el éxito de gobiernos populistas como el de Trump en Estados Unidos o Duterte en Filipinas, que aplican "políticas que demonizan a otros ciudadanos". Hay 30 conflictos cronificados en el mundo y el número de refugiados no para de aumentar.

Pero lo que ha supuesto un punto de inflexión y ha profundizado en este retroceso ha sido la irrupción del coronavirus. "La pandemia o bien se utiliza como excusa para violar derechos humanos porque la atención está en otro lado -como China con Hong Kong-, o bien para violarlos directamente, como el presidente Filipinas que habla de matar a quien incumpla las medidas sanitarias".

Aunque la pandemia plantee un ataque al respeto de los derechos humanos, no está claro aún qué supondrá a largo plazo. "El reto es si salimos de la pandemia con cooperación internacional o con nacionalismo de las vacunas", apunta Beltrán. Señala que la primera prioridad debe ser "vacunar a todo el mundo, lo más pronto posible y fortalecer los sistemas de salud".

Los defensores, los "ojos" de la comunidad internacional

Para la lucha por la defensa de los derechos humanos, una parte fundamental para Amnistía son los "defensores". Activistas, periodistas, defensores del medio ambiente o miembros de la sociedad civil en general que se enfrentan a sus gobiernos en países en conflicto o autoritarios.

Son el elemento más vulnerable en la cadena de defensa de los derechos humanos y el número de muertes no se ha reducido ni siquiera con la pandemia. España ha acogido a cerca de 60 familias de defensores en los últimos 20 años, señala Beltrán.

"Manteniendo vivos los defensores mantenemos los ojos de la comunidad internacional y mantenemos la esperanza de que la situación cambie en el país", defiende Beltrán. El ejemplo de un país sin defensores, ya que han sido perseguidos y reprimidos, es Arabia Saudí: "Un país donde los defensores están encarcelados es una sociedad menos libre".