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Gobierno de España

Sánchez y sus ministros fijan prioridades y "engrasan" relaciones en una reunión que escenifica unidad

  • Sánchez traslada a sus 22 ministros un mensaje "optimista" ante un calendario político de gran intensidad
  • La sintonía entre PSOE y Podemos en estas semanas ha sido la nota dominante, con los morados asumiendo sus contradicciones

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Reunión informal del Gobierno en Quintos de Mora

Un mes después de formar el primer gobierno de coalición, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reunido en la finca de Quintos de Mora (Toledo) a sus 22 ministros con varios objetivos: marcar los objetivos en un "calendario político de gran intensidad", fijar la agenda legislativa de este primer trimestre y "engrasar" las relaciones personales entre ellos. Todo ello, en un clima alejado de la oficialidad del Consejo de Ministros.

No es la primera vez que Sánchez reúne a su gobierno en este enclave pero sí es inédita la celebración de esta 'jornada de convivencia' con ministros de dos partidos: PSOE y Podemos.

El jefe del Ejecutivo les ha trasladado que se "abre un tiempo de optimismo, esperanzador y de gran dinamismo legislativo", según ha informado La Moncloa. Uno a uno, han ido interviniendo los ministros para fijar las prioridades de cada departamento en una reunión que ha tenido un receso para comer.

Sánchez ha recalcado en la reunión que el gobierno debe ser "el de los jóvenes" que son los "grandes 'paganos' de la precariedad', la exclusión y la pobreza, provocadas por la crisis y los recortes".

Desde el pasado 14 de enero, cuando se hicieron la tradicional fotografía en la escalinata de La Moncloa antes del primer Consejo de Ministros, no se había visto a todo el Gobierno de coalición al completo. Este sábado todos ellos han vuelto a posar juntos con ropa informal y en un tono desenfadado, con el fin de escenificar la buena sintonía del gobierno.

Sintonía y lealtad en el primer mes

Ha pasado solo un mes desde que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias iniciaran juntos una andadura nunca transitada en España con ese gobierno en coalición que, de momento, no ha sufrido ninguna fisura.

El objetivo del presidente con esta reunión poco protocolaria ha sido profundizar en las relaciones políticas y personales entre miembros de dos partidos con un pasado reciente de relaciones más que complicadas, pero también incluso entre los propios ministros del lado socialista, puesto que muchos de ellos "se conocen poco", según fuentes del gobierno a TVE.

Han dedicado una jornada "muy productiva" a abordar la hoja de ruta del gobierno, con la economía y la estabilidad presupuestaria en el foco, además de las "grandes transformaciones" que quieren acometer para una legislatura que ambas formaciones quieren que sea larga. En este punto los asuntos principales han sido la igualdad, la cohesión territorial- con el "conflicto político" de Cataluña en el centro- la transición ecológica, la ciencia y digitalización y la justicia social.

Podemos y sus contradicciones

Si tan solo hace unos meses Pedro Sánchez y Pablo Iglesias reconocían mutuamente que su relación era más que difícil y adolecía de una falta absoluta de confianza, los 31 primeros días del gobierno se han caracterizado por la sintonía total en el Ejecutivo conjunto que no ha tenido, por lo menos en público, desencuentros. Se ha llevado a la práctica aquel lema inicial de "varias voces, una sola palabra" que el líder socialista marcó como guía.

Los ministros de Podemos no han mostrado discrepancias con la acción y las decisiones de Sánchez y han tenido que superar sus primeras contradicciones, tal y como avanzó el propio Iglesias ante su militancia.

Apoyar a Sánchez en su propuesta de nombrar como fiscal general del Estado a la exministra socialista Dolores Delgado, después de haber pedido su dimisión en la pasada legislatura y vincularla con las "cloacas", ha sido el primer 'sapo' para Podemos.

Han asumido, y así lo reconocen, su nuevo papel en la política, y se centran en el resultado final. "Si para subir el salario mínimo interprofesional hay que aplaudir al rey, se hace", dijo esta misma semana la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, en una entrevista en la SER. Se refería así a los aplausos que le dedicaron los ministros 'morados' al rey en la sesión solemne de apertura de la XIV Legislatura, incluido el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que durante años se ha referido al monarca como "ciudadano Borbón".

Apoyo absoluto también de Podemos al PSOE en el asunto más espinoso en este primer mes de gobierno: la polémica del ministro José Luis Ábalos por su encuentro con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en Barajas y los cambios de versión ofrecidos a la opinión pública.

Y cierre de filas también de los 'morados' a los cambios de postura de Sánchez con respecto a la constitución de la mesa de negociación entre gobiernos en Cataluña- primero descartada hasta después de las elecciones catalanas y después aceptada para este mismo mes, reunión de Sánchez con Gabriel Rufián (ERC) mediante-.

Balance de lo aprobado y previsión de lo que viene en un enclave con historia

El Gobierno ha hecho así balance este sábado de lo conseguido en las primeras semanas: la subida del salario mínimo interprofesional, la actualización de pensiones y el alza salarial de los funcionarios, entre otras cuestiones.

Los ministros marcan la hoja de ruta a seguir en unos meses en los que la rueda electoral se vuelve a poner en marcha en tres comunidades, Cataluña, País Vasco y Galicia; y en los que el Gobierno debe hacer frente a una negociación para la aprobación de Presupuestos que se complica con el escenario de comicios en Cataluña ante unas más que seguras reticencias de ERC a dar su apoyo a esas cuentas.

De todo esto y de otras medidas ya apuntadas por ministros para desarrollar en el corto plazo, como la aprobación de la ley de libertades sexuales que incluya la reforma del "solo sí es sí" o una nueva ley de educación, se ha hablado en este enclave propiedad del Estado desde 1942 y donde se han tomado decisiones de calado.

Allí recibió el expresidente José María Aznar al expresidente de EE.UU., George Bush, o al exprimer ministro británico, Tony Blair; y allí también fue donde el exlíder del PP preparó junto a Mariano Rajoy el traspaso de poderes en el partido en el PP en 2003. Los expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero también recibieron líderes extranjeros e hicieron reuniones más o menos informales.