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Empresarios alemanes recurren ante el Constitucional la compra de bonos corporativos del BCE

  • Ven "riesgos imprevisibles" en Alemania si Draghi compra bonos de empresas
  • Karlsruhe tiene pendiente otro recurso sobre la compra de deuda soberana

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Sede del BCE en Fráncfort
Sede del BCE en Fráncfort.

El Tribunal Constitucional alemán confirma que ha recibido una nueva demanda contra la política monetaria del Banco Central Europeo, tal y como había informado el fin de semana el diario Welt am Sonntag. La agencia France Press detalla que se trata de una decena de empresarios y hombres de negocios alemanes que intentan prohibir la compra de bonos de empresa por parte del BCE.

El periódico avanzó que la demanda presentada el 12 de mayo versaba sobre si el BCE había excedido su mandato al comprar deuda pública de forma extensa y al decidir empezar a compar deuda corporativa.

"El Tribunal Constitucional alemán ha recibido (...) la demanda y será tramitada", asegura el portavoz de la corte de Karlsruhe, sin facilitar más detalles. Declina identificar a los individuos que habían presentado la demanda por motivos de privacidad.

Los firmantes de la demanda, entre los que se encuentra el abogado y economista Markus Kerber, acusan al BCE de haber sobrepasado sus competencias con el programa de "operaciones monetarias de compraventa (OMT, en sus siglas en inglés) y de haber vulnerado así el principio constitucional de la democracia. Argumentan que existen "riesgos imprevisibles" para Alemania y consideran las futuras adquisiciones "discriminatorias" para las empresas no elegibles por el programa.

Otros recursos similares

El Constitucional alemán estudia en estos momentos otros recursos similares contra ese instrumento creado en 2012 y que no ha llegado a utilizarse, pero que al ser anunciado por el presidente del BCE, Mario Draghi, contribuyó a rebajar la presión que sufrían las primas de riesgo de países como España e Italia.

Este programa contemplaba la compra ilimitada en el mercado secundario de deuda soberana, con vencimiento de uno a tres años, de países con dificultades de financiación.

El pasado febrero se reanudó el proceso en marcha en Alemania después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), a instancias del propio Constitucional germano, avalara la legalidad del programa.

En una vista oral, el BCE argumentó que no excedió su mandato de política monetaria al articular esa iniciativa en uno de los momentos más críticos de la crisis de la deuda europea y recordó que gracias a esa decisión la zona euro crece, aunque sea lentamente.