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Elecciones catalanas 2015

Cataluña mide el apoyo al proyecto independentista de Artur Mas en unas elecciones decisivas

  • Más de 5,5 millones de catalanes están llamados a votar este domingo
  • Formalmente, son elecciones autonómicas, pero sus implicaciones van más allá
  • Junts pel Sí busca la mayoría absoluta para su hoja de ruta independentista
  • Mas aspira a superar los 68 diputados y, si es posible, el 50% de votos

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Los candidatos en las elecciones catalanas posan en las escaleras del Parlament.
Los candidatos en las elecciones catalanas posan en las escaleras del Parlament.

Las urnas se abren este domingo en Cataluña para recibir a los 5,5 millones de ciudadanos llamados a votar en unas elecciones autonómicas -anticipadas en 14 meses sobre el fin natural de legislatura y las terceras que se celebran en cinco años- en las que la candidatura unitaria soberanista de Junts pel Sí parte como favorita y mide en una apuesta del todo por el todo si los ciudadanos apoyan o repudian la hoja de ruta planteada hacia la independencia.

Desde las 9:00 horas, cuando abrirán los colegios electorales, hasta las 20:00 horas, se habrá de comprobar efectivamente si los sondeos acertaban en dar la victoria a Junts pel Sí, la lista del presidente Artur Mas (CDC) y Oriol Junqueras (ERC), dos líderes contrarios en el espectro político pero, como dice el nombre de su candidatura, unidos por una causa común. Pero la noche electoral ha de resolver otras muchas incógnitas.

La primera, si la candidatura unitaria que aunó a los dos principales partidos catalanes y a ciudadanos independientes partidarios de la separación de Cataluña del resto de España es capaz de sumar por sí misma la mayoría absoluta de 68 de los 135 escaños que componen el Parlament.

La segunda, si para ello debe sumar los votos de la CUP -que, por otra parte, no quiere investir a Mas como presidente- y la tercera, si el independentismo supera el 50% de los votos o es capaz al menos de mejorar sus resultados respecto a las elecciones de 2012, cuando la suma de CiU y ERC fue de 71 escaños -74 con la CUP-.

Y es que Mas, al igual que ha conseguido que estas elecciones sean vista como plebiscitarias sin serlo jurídicamente, ha fijado la mayoría que le legitima para abrir el proceso independentisa en escaños y no en votos, aunque esto mismo se contradiga con haber planteado los comicios en clave de referéndum.

En su balance de la noche electoral, la mayoría de votos no será determinante. Sin embargo, superar la barrera del 50% de los votos -algo que no va unido a alcanzar la mayoría absoluta, en virtud de los efectos de la ley electoral- le serviría para exhibir con más rotundidad su triunfo ante la comunidad internacional.

Múltiples escenarios posibles

Pero se decide también el nuevo balance de fuerzas en el resto de partidos, en la penúltima votación en un año 2015 pródigo en ellas que concluirá en diciembre con la mayor de todas, las elecciones generales. Al margen de la cuestión capital de estas elecciones, los partidos también estimarán el éxito de sus propuestas en las urnas catalanas proyectándolo a las nacionales.

Así, la candidatura encabezada por el ecosocialista Raül Romeva aspira a una mayoría que le deje las manos libres para investir a Mas presidente por tercera vez y aplicar luego su hoja de ruta soberanista sin tener que depender de nadie.

Dicho plan contempla una declaración soberanista del Parlament, la redacción de una Constitución catalana, la proclamación definitiva de la independencia y la celebración de unas "elecciones constituyentes" en un plazo no superior a los 18 meses y ya en el marco de un Estado catalán.

Un proyecto político claramente inconstitucional, coinciden en señalar el Gobierno, el PP y el PSOE, pero que ha dominado el discurso de la campaña respecto a otros criterios típicos para el voto, como el balance del Govern en la legislatura o las propuestas programáticas en políticas económicas, sociales, educativas, etc. De los resultados del domingo y de los pasos sucesivos en caso de victoria de la lista de Mas dependerán las medidas que pueden tomar para impedir la independencia, y esa será otra historia.

Antes, el escenario puede complicarse de salida para Junts pel Sí si no obtiene la mayoría absoluta y necesita a la CUP, porque el partido que lidera Antonio Baños ha dicho por activa y por pasiva que no apoyará la investidura de Mas, ha abogado por una presidencia de consenso en lo que entiende como un futuro gobierno de concentración y si su voz es determinante presionará para acelerar el proceso de secesión unilateral, aunque también ha dejado claro que no forzará nada que haga "descarrilar" el proceso soberanista..

En búsqueda de un nuevo líder de la oposición

Aún más complejo sería si la suma de las candidaturas favorables a la independencia no obtiene la mayoría absoluta, porque se les podría hacer imposible formar un gobierno estable.

Y del otro lado, a no ser que se produzca un vuelco en las previsiones de los sondeos, las fuerzas contrarias a la ruptura -PSC, PP, Catalunya sí que es Pot, Ciudadanos y Unió- no sumarán los escaños suficientes ni han encontrado puntos en común para cerrar un pacto alternativo, pese a las propuestas de unos y otros.

De entre estos partidos también saldrá el nuevo líder de la oposición en Cataluña, un puesto para el que hay cuatro candidatos: Inés Arrimadas (C's), Miquel Iceta (PSC), Lluís Rabell (Catalunya Sí que es Pot) y Xavier García Albiol (PP).

El partido de Albert Rivera, que logró representación en la Cámara por primera vez en 2006, es quien cuenta con más posibilidades, pero Catalunya Sí que es Pot, PSC y PP quieren dar batalla hasta al final. Ningún partido repite candidato y los líderes nacionales se han movilizado con especial dedicación en esta campaña, lo que demuestra hasta qué punto les importan estas elecciones y obtener el mejor resultado posible.

Por su parte, Unió, escindida de Convergència y con Ramon Espadaler a la cabeza, pone a prueba la fidelidad y presencia de su electorado y se juega su propia supervivencia en el poder legislativo, después de 37 años de alianza en CiU.

Las elecciones del 27S, en datos

Un total de 5.510.798 catalanes están llamados a las urnas este domingo para elegir los 135 diputados que integrarán el Parlament de la XI legislatura, lo que representa 96.930 personas más que la pasada cita electoral, el 25 de noviembre del 2012.

Del total del censo, 3,9 millones de personas residen en Barcelona; 547.291, en Tarragona; 495.557, en Girona, y 299.113, en Lleida, mientras que 196.062 son residentes en el extranjero.

Un total de 40 candidaturas se disputarán estas elecciones: nueve por Barcelona; 11 en Girona, diez en Lleida y diez en Tarragona.

Para convertir los votos en escaños se aplica la fórmula D'Hondt. Las circunscripciones electorales son las cuatro provincias. Se eligen 85 diputados por Barcelona, 18 por Tarragona, 17 por Girona y 15 por Lleida.

El escrutinio de los votos se dará a conocer de forma provisional el mismo domingo por la noche, pero los resultados definitivos se proclamarán el 4 de octubre si no se produce ninguna reclamación ni recurso.

El Parlament tendrá que constituirse en los 20 días hábiles siguientes a los comicios -hasta el 26 de octubre como máximo-. El debate de investidura del presidente de la Generalitat será en los diez días hábiles siguientes. Si se agotan todos los plazos, la sesión de investidura podría ser el 9 de noviembre, una fecha simbólica, ya que se cumpliría justamente un año de la consulta alternativa sobre la independencia de Cataluña.

La investidura requiere el apoyo de la mayoría absoluta de la cámara. Si no se alcanza debe someterse dos días después a un segundo debate y votación en el que basta con la mayoría simple. Si después de dos meses de la primera votación de investidura no se ha elegido candidato, el presidente en funciones debe convocar nuevas elecciones a la cámara.