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HSBC suprimirá 25.000 empleos en todo el mundo y venderá su negocio en Brasil y Turquía

  • Anuncia una reestructuración para ahorrar 5.000 millones de dólares al año
  • Acelerará sus inversiones en Asia, sobre todo en gestión de activos y seguros

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Sede central del HSBC en Londres
Sede central del HSBC en Londres.

El gigante bancario británico HSBC ha anunciado este martes que suprimirá entre 22.000 y 25.000 empleos en todo el mundo, lo que supone el 10% de su plantilla. Los despidos se incluyen en un amplio plan de reestructuración con el que pretende recortar sus costes cada año en 5.000 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros) desde ahora y hasta 2017.

El banco, el más grande de Europa, ha explicado que cerrará sucursales, acelerar la informatización de sus operaciones y deslocalizar miles de puestos de trabajo para trasladarlos a países "con bajo coste y alta calidad" de mano de obra.

Además, la entidad ha anunciado que pretende reducir en 290 millones de dólares sus activos de riesgo y que venderá los negocios que posee en Turquía y Brasil y que cuentan con otros 25.000 empleados. Sin embargo, respecto al gigante suramericano, el banco ha asegurado que mantendrá "una presencia" para atender a sus clientes institucionales.

En paralelo, HSBC quiere "acelerar sus inversiones en Asia" con atención especial a la gestión de activos y los seguros.

"Asia debería conocer un fuerte crecimiento y convertirse en el centro de intercambios internacionales en los próximos diez años", ha justificado el director general de la entidad, Stuart Gulliver, en un comunicado. Así, reforzará su presencia en China y otros países del sudeste asiático como Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur.

Envuelto en varios escándalos

El banco británico ha sido señalado como uno de los responsables de la manipulación de los tipos de referencia (líbor y euríbor) y su filial en Suiza está en el centro de las investigaciones sobre prácticas de evasión fiscal a gran escala que realizan las autoridades estadounidenses, británicas, suizas y francesas.

Las grandes multas que le han impuesto en EE.UU. y Reino Unido por su implicación en diversos escándalos, así como las provisiones que ha tenido que realizar para afrontar causas pendientes, redujeron en un 15,5% su beneficio neto del año pasado.

También ha causado polémica su insinuación de que podría trasladar su actual sede central de Londres a otro país para eludir la nueva subida del impuesto a la banca anunciado por el Gobierno británico.