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Letonia entra en el euro con un brillo empañado

  • Letonia cumple con todos los criterios de Maastrich (inflación, déficit y deuda)
  • Su PIB cayó un 24% de 2007 a 2009 y Riga recibió 7.500 millones de rescate

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Linda Grabouska y su hija Jasmina muestran una bolsa con monedas de euro letonas
Linda Grabouska y su hija Jasmina muestran una bolsa con monedas de euro letonas.

Letonia dice adiós al lats y abraza el euro desde este miércoles. Renuncia así a uno de sus símbolos más queridos de soberanía nacional, a cambio de incorporarse a una moneda única que no vive sus mejores momentos, resquebrajada por las tensiones que dificultan el avance hacia una auténtica unión monetaria.

El Gobierno de Letonia pidió oficialmente en marzo a la Comisión Europea (CE) su adhesión al euro este 1 de enero, para convertirse en el decimoctavo país de la zona euro pese a la crisis, que afecta especialmente a los países del sur de Europa.

Letonia ha conseguido recuperarse de la crisis que vivió en 2008, y que le obligó a pedir asistencia financiera a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI), y ahora tiene la mayor tasa de crecimiento de la UE, además cumple todos los criterios de Maastricht, algo de lo que no pueden presumir muchos de los actuales miembros de la eurozona.

De 2004 a 2007, la economía letona crecía vertiginosamente como un 'tigre del Báltico'. Este crecimiento, sin pilares sólidos, desembocó en una burbuja financiera e inmobiliaria que al estallar provocó una contracción del 24% del PIB en tres años -de 2007 a 2009-, la mayor caída registrada en el mundo, según el economista Vincenç Navarro.

Destrucción de empleo e inmigración

Desde que se inició la crisis financiera, Letonia destruyó un 20% del empleo, pero el porcentaje es aún peor si se mira la destrucción por tipos de puestos de trabajo. A principios de 2012, Letonia había perdido cerca de un 30% de los empleos a tiempo completo.

La elevada destrucción de los mejores puestos de trabajo creó un gran problema económico pero no generó descontento social porque los letones ya habían vivido una crisis peor con el desplome de la extinta Unión Soviética.

A la par que el PIB caía en picado más de un 20%, el paro subió rápidamente, pasando de un 5,3% en 2007 a un 20,5% en 2010. La tasa de desempleo podría haberse disparado aún más si una generación entera no hubiera optado por la inmigración como única salida. Un 10% de la fuerza de trabajo, la mayoría jóvenes, se fueron de Letonia.

Recortes y subida del IVA

Con la contracción de la economía y el desplome del empleo, la troika acudió al rescate de Letonia, con una inyección de 7.500 millones de euros para sanear el sector público y el sistema financiero, y a cambio impuso una dura cura de austeridad.

El Gobierno letón subió la edad de jubilación a los 62 años, redujo el tamaño del sector público un 30% e introdujo una batería de nuevos impuestos. El IVA subió del 18% al 21%. En los presupuestos de 2010, Letonia bajó el sueldo de los empleados públicos un 20% y las pensiones un 10%.

En junio, la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P) mejoró en un escalón la nota de la deuda de Letonia, que pasó a BBB+ desde BBB, con perspectiva estable, por su incorporación al euro a partir del 1 de enero de 2014. Una calificación mejor que la de Italia o España.

S&P explicó entonces que la entrada en la eurozona tendrá un impacto positivo en la solvencia del Gobierno letón al mitigar los riesgos relacionados con el tipo de cambio y dotar a la banca letona de acceso al Banco Central Europeo (BCE). Un acceso que le va a salir caro porque en mayo de 2004, el Banco de Letonia como miembro del Sistema de Bancos Centrales Europeos adquirió un 0,297% de las acciones del BCE. Por ahora, ha pagado solo un 7% de un importe de 16,5 millones de euros, pero deberá pagar el total al convertirse en miembro de pleno derecho de la Unión Monetaria.

Cae el apoyo al euro

Fue el pasado 31 de enero cuando el Parlamento de Letonia dio luz verde a la introducción del euro a partir de 2014, con 50 votos a favor, 40 en contra y dos abstenciones. Una división del hemiciclo que refleja la polaridad de la sociedad letona ante la introducción del euro. Las encuestas muestran que a medida que se acerca la fecha del cambio el apoyo a la divisa europea cae progresivamente.

El Gobierno letón ha lanzado una amplia campaña informativa y los comercios ya muestran los precios en la moneda local, el lat, y en euros. Sin embargo, en una encuesta realizada en octubre la oposición al euro había subido al 58% de los consultados y el apoyo a la moneda única había caído al 20%, otro 22% no sabe o no contesta.

Letonia ha hecho los deberes en las cifras macroeconómicas y cumple con Maastrich, pero un 30,9% de sus ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza -datos de 2011 recogidos por Eurostat- y el desempleo supera el 17% si se incluye a los trabajadores que han perdido la esperanza de encontrar un empleo. Una situación que no ayuda a apreciar las ventajas de la divisa europea en los intercambios comerciales con la zona euro.

Pese a todo, Letonia calcula que en 2013 tendrá un crecimiento del 4,2% que, además, será sostenible, según su ministro de Economía - las previsiones de la Comisión Europea son ligeramente menos optimistas y se quedan en un 4%-. En 2011 y 2012, Letonia superó el umbral del 5% con un avance del PIB del 5,3% y del 5,2%, respectivamente.

Letonia ha reducido sus gastos fiscales en cerca de un 50%, lo que significa que el potencial de ahorro aún no se ha agotado. El país báltico ha aprobado recientemente un controvertido paquete de leyes, que rebajan drásticamente el impuesto al capital. Estos incentivos fiscales pueden atraer inversiones extranjeras, en especial, a las grandes fortunas de la ex Unión Soviética y terminar creando otra una burbuja financiera en el sector bancario letón.

Datos generales de Letonia

Situación y límites:  Letonia tiene casi 500 kilómetros de costa en la orilla nororiental del Mar Báltico. Letonia ocupa una posición central respecto a las otras dos Repúblicas  Bálticas (Estonia y Lituania), con las que tiene frontera, además de con  Rusia y Bielorrusia. El paisaje letón está dominado por llanuras y colinas de baja altitud -el monte Gaizins se eleva a 310 metros sobre el nivel del mar-. Posee más de 3.000 lagos y unos 750 ríos. El principal río es el Daugava de 367 kilómetros que desemboca en la capital, en el Golfo de Riga.

Superficie: 64.589 kilómetros cuadrados

Población: 2.028.400 habitantes

Capital: Riga (648.993 habitantes)

Idioma: El letón es la lengua oficial. Un 37,5% de la población usa el ruso como idioma vehicular.

Religión: Luteranismo (aproximadamente 709.000); catolicismo (unos 500.000 fieles), iglesia ortodoxa (370.000), baptistas (6.900), datos del Ministerio de Justicia letón.

Forma de gobierno:  República parlamentaria. El presidente de Letonia es Andris Berzins desde el 8 julio del 2011. El primer ministro, Valdis Dombrovskis, del partido “Unidad”, dimitió el 27 de noviembre por el derrumbe de un centro comercial, tras encabezar tres coaliciones desde 2009.

Economía: El lats era la divisa letona antes de incorporarse a la moneda única. El cambio es 1 Euro= 0,702804 lats. El PIB total es de 20.700 millones de euros, unos 9.000 euros per cápita. Por sectores, los servicios concentran el 69,3%, seguidos por la industria, con el 26,3% y la agricultura, el 4,4%. La tasa de paro es del 14,3%, con un déficit del 2,7%,una deuda del 44% del PIB, un crecimiento del 4,5% y una inflación del 2,5%, según datos de 2012.

Organismos internacionales: En 2004, Letonia se convirtió en miembro de la OTAN y entró en el seno de la Unión Europea. En 2007 se incorporó al espacio Schengen.