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Respirapp, una aplicación para ayudar a dejar de fumar

  • Es una guía interactiva que presta ayuda en el proceso para dejar de fumar
  • Está disponible gratuitamente para iPhone y Android
  • Ha sido desarrollada por la Asociación Española Contra el Cáncer

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Una mujer intentando dejar de fumar.
Una mujer intentando dejar de fumar.

Con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco que se celebra hoy, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha desarrollado la aplicación para móviles Respirapp, disponible para teléfonos Android y para iPhone y gratuita, aunque para utilizarla es necesario registrarse en la web de la AECC.

Respirapp está diseñada para servir, a través de una serie de pasos y de consecución de objetivos, como una guía con indicaciones y objetivos para ayudar a dejar de fumar.

Está claro que no se puede dejar de fumar con una aplicación, pero Respirapp tiene una serie de mecanismos y de información que pueden suponer una ayuda y servir como apoyo a lo largo de un proceso que depende únicamente de la voluntad del fumador.

Calcula la dependencia y el gasto

Algunas de estas funciones de Respirapp se basan en cuantificar la dependencia del tabaco en función del promedio de consumo diario de cigarrilos y otros comportamientos relacionados con el consumo tabaco, como por ejemplo el tiempo que transcurre antes del primer cigarro del día. Con esos datos la aplicación hace una valoración del grado de dependencia.

También a partir de esos datos la aplicación calcula de forma aproximada el dinero gastado a lo largo del tiempo que se lleva viviendo como fumador. Aunque este dato se calcule con relativa exactitud -por las variaciones en el precio del tabaco- la cifra puede llegar a sumar una considerable cantidad de dinero. 

Por ejemplo, cualquiera que haya sido fumador en los últimos diez años se habrá gastado en todo ese tiempo la misma cantidad de dinero que cuesta un coche o una moto.

Precisamente el gasto que implica ser fumador y el ahorro económico que asociado a reducir su consumo es uno de los datos que se utilizan para motivar al usuario durante el proceso. Por sí misma puede ser una razón bastante motivadora para muchos fumadores y es algo que la aplicación tiene en cuenta y contabiliza a lo largo del proceso.

Fases para dejar de fumar

El proceso completo consta de cuatro fases. En la primera fase se establece un objetivo en el máximo de cigarrillos a fumar en un día, cantidad que depende de los datos indicados en el cuestionario inicial.

A partir de ahí cada vez que se fuma un cigarro hay que pulsar el 'gran botón rojo' del contador de consumo. La aplicación irá restando los cigarros disponibles para el resto del día a la vez que reduce la cantidad de dinero que se está dejando de ahorrar. Aquí se echa un poco de menos algún gráfico que visualmente sugiera el reparto de cigarros a lo largo del día y en función del grado de dependencia, de modo que ayude al fumador a distribuir esos cigarrillos asignados a lo largo del día.

Cada vez que se fuma un cigarro hay que pulsar el 'gran botón rojo' del contador de consumo

Una vez superada esta primera fase quedan otras tres: dejar el tabaco (el día D), superar la ansiedad inicial y evitar la tentación en el futuro. Cada fase tiene una duración establecida transcurrido el cual, si se supera, se desbloquea la fase siguiente. En total el proceso completo dura aproximadamente un mes.

Además de la cuantificación del proceso, la aplicación incluye un completo y extenso apartado con información dirigida precisamente a ayudar al usuario en todo momento, especialmente en los momentos de mayor dificultad. Por ejemplo, puede ser útil recordar que los momentos de mayor deseo por fumar apenas duran dos o tres minutos, aunque sea en un proceso que se repite constamente.

La información se complementa con ejercicios y métodos para reducir la ansiedad y relajarse, recomendaciones para vitar las ganas de fumar y controlar el habitual aumento de peso. También recopila una serie de momentos y circunstancias en las que puede ser más difícil evitar la tentación. No necesariamente para evitarlos sino más bien para estar alerta ente momentos de riesgo onocidos. Y sobre todo para recordar al ya exfumador que esos momentos no son extraordinarios, sino que forman parte del proceso y que se puedan superar sin un cigarro.