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Japón y UE iniciarán en abril conversaciones para firmar el tratado de libre comercio

  • Entre ambos socios abarcan la tercera parte de la producción económica global
  • Japón da un paso más en su aperturismo económico
  • La industria automovilística europea se opone a tratar con el competidor japonés

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El comisario europeo de comercio, Karel de Gucht y el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Toshimitsu Motegi, estrechan sus manos tras el acuerdo
El comisario europeo de comercio, Karel de Gucht y el ministro japonEl comisario europeo de comercio, Karel de Gucht y el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Toshimitsu Motegi, estrechan sus manos tras el acuerdo

La Unión Europea y Japón han llegado a un acuerdo para iniciar conversaciones en uno de los acuerdos comerciales más ambiciosos del mundo, a pesar de la oposición de la industria europea del automóvil. Un examen que pondrá a prueba lo lejos que quieran llegar ambas partes en su búsqueda de crecimiento económico.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, han debatido el plan por vía telefónica después de que Bruselas pospusiera, por la crisis de Chipre, una cumbre entre la Unión Europea y Japón programada en Tokio.

El acuerdo llega semanas después de que Estados Unidos y la UE anunciasen negociaciones para el mayor tratado de libre comercio del mundo.

La primera piedra para construir el tratado

"Los líderes han decidido iniciar las negociaciones por un acuerdo que englobe cooperación sectorial, global y política", han asegurado Abe, Van Rompuy y Barroso en un comunicado conjunto, a lo que han añadido que está previsto que las conversaciones se inicien en abril.

Bruselas y Tokio quieren profundizar en una relación que abarca una tercera parte de la producción económica global, pero que está obstaculizada por regulaciones que excluyen de la industria a agentes externos.

El progreso y cualquier crecimiento de los beneficios tardarán en llegar, no será inmediato.

Se espera que las conversaciones se prolonguen alrededor de tres años, con Japón buscando ganar un mayor acceso al mercado de la Unión Europea que incluye a 500 millones de consumidores para sus coches, dispositivos electrónicos e inversión. Europa, en cambio, espera encontrar mayores negocios en lucrativos mercados japoneses como los de comida procesada y ferrocarriles.

"El acuerdo debería ser profundo y comprensivo, dirigido a todos los asuntos de interés compartido, para estimular el crecimiento económico tanto en Japón como la UE y para, partiendo de ahí, al desarrollo de la economía mundial", han afirmado los líderes.

El nuevo aperturismo de Japón

La tercera mayor economía del mundo, Japón, es el el séptimo mayor mercado de exportación para la UE. En 2011, compró bienes europeos por valor de 69.000 millones de euros. Para Japón, la UE es el tercer mayor mercado, con envíos por valor de 6.5 trillones de yens (53.000 millones de euros) en 2012. La Comisión Europea cree que el acuerdo de libre comercio podría elevar la producción económica de am,bas partes en, al menos, un 1%.

Japón ya tiene unos aranceles de importación de productos de la UE nulos o muy bajos, sin impuestos añadidos en coches, whisky escocés o coñac francés, por ejemplo, por lo que el verdadero premio para Europa es la eliminación de regullación especial en cualquier producto, desde música a coches importados.

El reformista Abe, elegido en diciembre, ha dado ya señales inequívocas de que su gobierno está dispuesto a realizar movimientos, permitiendo a dos compañías euyropeas unirse a la licitación de dos contratos para el ferrocarril de Tokio.

Su decisión de unirse a la propuesta de un acuerdo trans-pacífico que uniría Asia, Estados Unidos y Australia con varios países del sudeste asiático y sudamérica, también se considera otro paso hacia la apertura de la economía japonesa para desbloquear un crecimiento estancado.

Escepticismo en Europa

Los fabricantes de coches europeos dudan del propósito aperturista de Tokio respecto a su mercado.

"Somos más que profundamente escépcticos. No hay un sólo fabricante de coches exterior en Japón, así que no hay posibilidad de entrar en el mercado", ha afirmado Stephen Biegun, vicepresidente de asuntos gubernamentales internacioneles de Ford.

A primera vista, el mercado de la UE está más protegido que el de Japón, con una tarifa del 10% en las importaciones de coches japoneses y un 22% en camiones.

Pero los fabricantes de coches de la UE afirman que numerosas barreras dificultan las exportaciones. Una es el uso que Japón hace de sus propios patrones medioambientales y de seguridad, en vez de las normas internacionales adoptadas por la UE, lo que encarece y ralentiza las aprobaciones.

Otro asunto contencioso es la categoría de coches "ligeros" de Japón. Éstos se benefician de las desgravaciones fiscales, pero la mayoría de los coches pequeños no entran en los criterios de la categoría japonesa, en términos de tamaño y potencia.

Estas normas molestan particularmente a Francia e Italia, cuyos fabricantes se han especializado en coches más pequeños y luchan con la competencia exterior y un mercado nacional en contracción.

Las ventas de coches cayeron en febrero en Europa a su nivel más bajo en los últimos 23 años.

Los negociadores de la Unión Europa han recibido órdenes de "desconectar" las negociaciones si, transcurrido un año, Japón no muestra suficiente interés de llegar a un acuerdo para eliminar sus "fronteras sin aranceles".

Es importante que ahora las dos partes se adhieran a los compromisos hechos en el ejercicio de alcance, para que se pueda continuar desmantelando las "fronteras sin aranceles", ha dicho el Comisario Europeo de Comercio Karel De Gucht.