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La economía española aceleró su caída en el segundo trimestre, cuando se contrajo un 0,4%

  • Esta contracción es una décima superior a la registrada entre enero y marzo
  • Se acumula ya un 1% de descenso en los últimos 12 meses

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La economía española cayó un 0,4% entre abril y junio, una décima más de lo que había caído en el trimestre precedente, según ha publicado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su avance de la actividad económica.

Según el INE, esta contracción es consecuencia de una aportación más negativa de la demanda nacional, compensada parcialmente por la contribución positiva de la demanda exterior. El consumo interno se ha debilitado con fuerza en los últimos meses: a los efectos de la crisis sobre salarios y pensiones se ha unido el repunte de los precios -el indicador adelantado del IPC de julio se situó en el 2,2%-, que podrían incrementarse aún más tras la subida del IVA del próximo septiembre.

En términos interanuales, el PIB descendió en el segundo trimestre un 1%, frente al 0,4% registrado en el primer trimestre del año.

Así, la economía española acumula tres  trimestres consecutivos de crecimiento negativo, mientras que en tasa interanual  el PIB suma dos trimestres de retrocesos.

El INE dará a conocer el próximo 28 de agosto los datos detallados de la Contabilidad Nacional, que explicarán el comportamiento de la economía en el segundo trimestre del año.

Tanto la variación trimestral como la anual coinciden con las avanzadas la semana pasada por el Banco de España, en su boletín económico de julio y agosto. En dicho  documento, la  institución que gobierna Luis María Linde afirmaba que  la economía  española se ha visto "fuertemente afectada" en los

últimos meses por el recrudecimiento de las tensiones financieras en  la zona euro.

"Un ritmo más intenso" de desaceleración

Las "dudas" sobre la economía española, fruto de las necesidades  de recapitalización de la banca y de su capacidad para recortar el  déficit según las pautas europeas, "han agravado" la crisis de deuda  soberana, según el Banco de España, que añade que en respuesta a los  riesgos de esta situación se acometieron diversas actuaciones desde  el Gobierno, como la petición de rescate de sus bancos y la  aprobación de un "ambicioso paquete de medidas" para reconducir el  déficit, en referencia a los recortes aprobados por el Gobierno el  pasado 13 de julio.

El organismo subrayaba en su boletín que la actividad económica  española mostró un "ritmo más intenso" de desaceleración en el  segundo trimestre de este año en comparación con los dos trimestres  anteriores debido al gasto de las familias  y la demanda de las administraciones públicas aceleró un retroceso de la demanda nacional "más  acentuado" (-1,2%) como consecuencia de que el su contracción.

En concreto, estima que el consumo familiar se redujo un 0,5% en  tasa intertrimestral, influido por la destrucción de empleo, la  pérdida de valor de la riqueza y, en general, por el clima de  incertidumbre "que ha conducido a una revisión a la baja de las  perspectivas económicas".

La demanda exterior neta "amortiguó" en parte el impacto negativo  de la caída de la demanda nacional, según el Banco de España, ya que  realizó una aportación positiva al PIB de ocho décimas, "más alta que  la del trimestre precedente", gracias a la "moderada recuperación" de  las exportaciones.

"En el segundo trimestre, la economía española ha continuado su  proceso de ajuste, con una contracción sustancial del gasto privado y  del público y una mejora del déficit exterior, pero estos desarrollos  han tenido que enfrentarse a un entorno muy complicado, caracterizado  por el debilitamiento de la economía mundial, la inestabilidad de los  mercados financieros y las dudas sobre la dirección y el ritmo de la  eventual reforma del marco institucional de la zona euro", reza el  boletín.

El Banco de España estima además que el empleo retrocedió en el  segundo trimestre a un ritmo anual del 4,6%, con la productividad  creciendo a tasas elevadas (+3,8%), que la inversión en bienes de  equipo disminuyó un 2,2% y que la inversión en construcción no  residencial también registró tasas negativas.