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El PIB se contrajo un 0,4% en el segundo trimestre y un 1% interanual, según el Banco de España

  • La mayor caída se debe al retroceso del 1,2% de la demanda nacional
  • El empleo retrocedió de abril a junio un 4,6%

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La economía española se contrajo un 0,4% en tasa intertrimestral en el segundo trimestre del año y un 1% en tasa interanual, según estima el Banco de España en su boletín económico de julio y agosto.

El organismo subraya que la actividad económica española mostró un "ritmo más intenso" de desaceleración en el segundo trimestre de este año en comparación con los dos trimestres anteriores, cuando el PIB cayó un 0,3% en ambos casos.

El Banco de España explica que esta mayor contracción de la economía en el segundo trimestre fue consecuencia de un retroceso de la demanda nacional "más acentuado" (un 1,2% menos) debido a que el gasto de las familias y la demanda de las administraciones públicas aceleró su contracción.

La demanda exterior neta amortiguó en parte el impacto negativo de la caída de la demanda nacional, según la institución que gobierna Luis María Linde, ya que realizó una aportación positiva al PIB de ocho décimas, "más alta que la del trimestre precedente", gracias a la "moderada recuperación" de las exportaciones.

Baja el empleo

El Banco de España estima que el empleo retrocedió en el segundo trimestre a un ritmo anual del 4,6%, con la productividad creciendo a tasas elevadas (3,8%). Por ramas de actividad, el deterioro de la ocupación fue generalizado, con la excepción de la industria, que suavizó su ritmo de caída.

La misma desconfianza de las familias la muestran también las empresas, cuya falta de perspectivas claras sobre el futuro de la economía ha provocado una caída de la compra de bienes y equipos del 2,2%, aunque podría producirse un empeoramiento adicional en los próximos meses.

La inversión en construcción, uno de los principales componentes del PIB, sigue contrayéndose por el proceso de ajuste del sector residencial, en el que la falta de demanda desanima la puesta en marcha de nuevos proyectos, y en el ámbito de la obra pública, donde se notan el recorte de la inversión pública.

No se cumple el objetivo de déficit

La caída del gasto de las administraciones públicas es otro de los factores que contribuye a la debilidad de la demanda nacional, a pesar de lo cual la evolución del déficit en el primer semestre no se está ajustando a los objetivos comprometidos, según la entidad.

No obstante, cree que esa desviación podrá corregirse con los últimos recortes del Gobierno, como la subida del IVA, la disminución de las prestaciones por desempleo, la supresión de la paga extra de diciembre a los funcionarios, la eliminación de la desgravación fiscal por la compra de vivienda y la rebaja adicional del gasto de los ministerios.

A pesar de la debilidad del consumo los precios mantuvieron una subida media del 1,9% en el segundo trimestre y el Banco de España prevé repuntes en los próximos meses debido a la subida de IVA en septiembre, así como al incremento de la electricidad, los medicamentos o las tasas universitarias.

No obstante, la entidad supervisora espera que el mayor IVA sólo se traslade parcialmente a los precios, dado el entorno recesivo, y que el impacto sobre la inflación sea pasajero.

En estas circunstancias, el regulador aboga por que se acelere la liberalización de algunos sectores donde el grado de competencia es insuficiente, que se reduzcan las trabas administrativas a la actividad económica y que se introduzca transparencia en el mercado de bienes y servicios. A juicio de la entidad, estas actuaciones podrían amortiguar el efecto negativo a corto plazo que sobre la economía provoca una mayor austeridad presupuestaria.