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Alemania se resiste a la cumbre extraordinaria sobre el segundo rescate a Grecia

  • Francia, sin embargo, es partidaria de una solución rápida y eficaz
  • Van Rompuy o Juncker deben convocarla de forma oficial
  • Grecia critica la lentitud de la UE para afrontar la crisis de deuda

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El Ejecutivo alemán parece poco inclinado a mantener una cumbre extraordinaria sobre Grecia el próximo viernes como adelantó el presidente permanente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, tras reunirse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La viceportavoz del Gobierno germano, Sabine Heimbach, ha señalado que "no hay un proyecto concreto de cumbre (...) por lo que hablar de cuáles serán las propuestas o la postura que defenderá Alemania en ella es entrar en la especulación" y ha añadido que "lo importante es que las conversaciones sobre Atenas sigan a un ritmo sostenido en el Ecofin".

Heimbach ha evitado pronunciarse sobre una información aparecida en el rotativo económico Financial Times Deutschland  que apuntaba una presunta nueva estrategia de Bruselas para que Grecia  recomprase parte de su deuda a un 50% del interés prometido con dinero  del fondo europeo de rescate (FEEF). Esta iniciativa, que cuenta con el  rechazo del Banco Central Europeo (BCE), implicaría además aumentar la  cuantía final del segundo rescate a Grecia hasta unos 115.000 millones  de euros.

La piedra de toque es que Berlín insiste en la participación de la banca en el segundo rescate griego y no considera un tabú la reestructuración parcial de la deuda helena. Incluso el presidente del Commerzbank, Martin Blessing, ha juzgado "interesante" la opción de una reestructuración radical de la deuda griega, siempre que los nuevos bonos estén avalados por los Estados.

En este caso el eje franco-alemán chirría porque París se muestra claramente favorable a la cumbre extraordinaria para evitar el contagio de la crisis de deuda a Italia y España, cuya prima de riesgo se desbocó el martes marcando récords desde la introducción del euro.

Francia, a favor de una solución rápida

La portavoz del Consejo de ministros francés, Valerie Pécresse, ha recordado que "Francia siempre sostiene la organización de reuniones del Eurogrupo en caso de necesidad". "Ahora no hay nada definitivamente fijado, pero existe la voluntad clara de todos los miembros del Eurogrupo de llegar a la solución más eficaz lo más rápidamente posible".

Llegar a la solución más eficaz lo más rápidamente posible

La Comisión Europea, por su parte, ha confirmado conversaciones para mantener una cumbre extraordinaria de líderes europeos. La portavoz comunitaria, Pia Ahrenkilde, afirma que han hablado del asunto el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y Van Rompuy, pero que corresponde a este último "convocar o no una reunión".

El portavoz de Van Rompuy ha dicho que la cumbre "no se excluye" pero "aún no está decidido" y la decisión se tomará "a su debido tiempo".

Sin acuerdo no hay reunión

La cumbre no se concretará si los países no son capaces de acercar posiciones para rubricar un acuerdo sobre el segundo rescate a Grecia, según han avanzado fuentes diplomáticas. Los mercados se han tomado este miércoles un descanso y el riesgo país de España e Italia se ha relajado pese a que la agencia Moody's rebajó la deuda irlandesa al nivel del bono basura este martes.

El Ministerio de Economía y Hacienda no ha recibido todavía ninguna convocatoria sobre una cumbre extraordinaria del Eurogrupo, según el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa.

En la rueda de prensa tras la caída del IPC en junio, Campa ha afirmado que "no hay ninguna reunión planificada y por defecto pensamos que no hay reunión", aunque la competencia es del presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, o del presidente del Consejo Europeo.

Desde el Reino Unido, el primer ministro David Cameron ha exhortado a la zona euro a "hacer más" para resolver la crisis de la deuda y dejar de ir por detrás de los mercados. Más alarmista ha sido la nueva ministra de Economía finlandesa, Jutta Urpilainen, que ha llamado a una movilización general porque, a su juicio "hay un peligro real de que esta crisis se propague como una plaga".

Atenas critica la lentitud de la UE

Mientras, el Gobierno griego ha echado en cara a la Unión Europea su lentitud y su falta de decisión a la hora de luchar contra la crisis de endeudamiento y ha insistido en que el problema no es solo griego, sino europeo. 

El problema también es la debilidad colectiva para afrontar la deuda de los países europeos

El portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, ha asegurado en un comunicado que "está ya muy claro que Europa afronta una crisis profunda y todos comprenden que el problema no es solo Grecia, Irlanda o Portugal, sino también la debilidad colectiva para afrontar la deuda de los países europeos".

Mosialos ha denunciado que, pese a los esfuerzos y propuestas para una solución del problema griego por parte del primer ministro Yorgos Papandréu, en los últimos 18 meses, "desafortunadamente Europa se retrasó en reaccionar, limitándose a seguir los acontecimientos, en vez de evitarlos". Por eso, ha asegurado que ha "ha llegado la hora de las decisiones que lleven a soluciones sostenibles y con resultados para la gestión de los problemas".

Por su parte, el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, ha pedido calma y unidad nacional para enfrentar la grave crisis de deuda. "Hay que tener sangre fría, ya que lo que ocurre en el resto de Europa y en los mercados internacionales desafortunadamente tiene repercusiones en los ingresos y en las vidas de los griegos," ha declarado Venizelos en Atenas.