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Gómez insiste en que el paro no va a llegar a los cinco millones de desempleados

  • Espera "un mal dato de empleo" pero dependerá de la población activa
  • Aclara que "no habrá amnistía" para las empresas con empleo sumergido

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El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, mantiene la previsión del Gobierno de que el paro, medido según la Encuesta de Población Activa (EPA), "no va a llegar a los cinco millones de desempleados".

Entrevistado en Los desayunos de TVE, Gómez espera que la población activa crezca a "un ritmo más acompasado" y explica que el paro no es una sola magnitud sino que depende de la evoución del empleo y de la población activa.

El titular de Trabajo avanza que en el primer trimestre se prevé "un mal dato de empleo" pero que el resultado final dependerá de lo que le ocurra a la población activa. El líder de Comisiones Obreras es más pesimista y cree que la tasa de paro superará el 21%.

Considera que no hay que darle tanta importancia al simbolismo de la cifra del paro porque el problema es que "la tasa está por encima del 20%, a consecuencia del desplome inmobiliario" y se trata de un asunto "suficientemente grave" para ir al fondo y no quedarse en la epidermis, "lo importante es el volumen y no la cuantía exacta".

Sin amnistía fiscal

Acerca del plan para aflorar el empleo sumergido, que se aprobará este viernes, Gómez ha dejado claro que "no habrá amnistía para las empresas" que no hayan cumplido con sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social.

No habrá amnistía para las empresas

El ministro de Trabajo ha aclarado que se abrirá "un periodo de tres meses aproximadamente" antes de que se endurezcan las sanciones por tener a trabajadores empleados en situación irregular. Durante ese tiempo "no se aplicará el nuevo esquema de sanciones".

Gómez apunta que "si aflora todo el empleo sumergido se darán facilidades de pago o aplazamientos" pero las empresas deberán ponerse al día.

Prejubilaciones

Al hilo del anuncio de Telefónica de afrontar un recorte de plantilla del 20%, el responsable de Trabajo se ha mostrado decidido a asentar el principio de que las empresas que tengan beneficios y prejubilen a trabajadores con 50 años "deben contribuir a pagar los costes que infieren al conjunto de la sociedad".

Gómez reconoce que las empresas "tienen todo el derecho del mundo a adoptar medidas de ajuste" pero se debe hacer de una manera ordenada. Critica que el desempleo sea un paso intermedio antes de la jubilación porque esos trabajadores "se prejubilan y nunca más vuelven al mercado laboral".

Ha insistido en que el Estado debería ser compensado por ese gasto y que el fin de la prestación de desempleo es ofrecer apoyo hasta que el parado vuelve a trabajar.

Negociación colectiva

Preguntado por la distancia que aún separa a patronal y sindicatos en la reforma de la negociación colectiva, el ministro de Trabajo se muestra optimista: "Creo que es más posible un acuerdo que lo contrario". Además, destaca que "si el resultado final es un acuerdo, el tiempo habrá merecido la pena".

Con acuerdo, el tiempo habrá merecido la pena

Sobre las razones de la demora, Gómez apunta que se ha avanzado "razonablemente" en el contenido de la reforma, pero no esconde que las cuestiones relativas a absentismo y mutuas, que los empresarios pidieron incluir a última hora con el visto bueno del Gobierno y los sindicatos, han complicado las negociaciones. "Quizá ahí encontremos una buena razón para explicar por qué esto ha tardado algunas semanas más que las previstas", ha comentado.