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La financiación de Portugal se encarece en los mercados pese a su petición de rescate

  • La presión sobre su prima de riesgo se mantiene elevada
  • La troika que negocia el rescate se reúne este miércoles con las patronales

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La presión sobre la deuda soberana de Portugal se mantiene pese a su petición de ayuda externa y este miércoles su departamento del Tesoro ha obtenido 1.000 millones de euros en una subasta de deuda soberana, pero para ello ha debido subir el interés ofrecido.

El Tesoro luso emitió 680 millones de euros en bonos con vencimiento a tres meses que fueron comprados a cambio de una rentabilidad del 4,046 % (pagó un 19% más que la anterior puja de letras de ese tipo) y otros 320 millones de euros a seis meses, que fueron adjudicados a un interés del 5,529% (un coste un 8% superior a la anterior colocación).

Ha sido la primera subasta de bonos portugueses desde que Portugal solicitara oficialmente la ayuda de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el pasado 7 de abril, debido a sus dificultades para acceder a financiación por los elevados intereses que penalizan su deuda.

Presión en el mercado secundario

Mientras tanto, en el mercado secundario -donde se produce la compraventa de estos mismos títulos y en el que sólo participan entidades financieras-, la rentabilidad exigida para adquirir obligaciones portuguesas ha seguido en aumento, aunque después de la subasta ha logrado bajar de los 600 puntos alcanzados en la apertura de la sesión bursátil de este miércoles.

A las cinco de esta tarde, los títulos a cinco años han pasado del 7% de penalización, registrado el pasado 15 febrero, al 11,02%.

Ya a primera hora de este miércoles, la deuda soberana de Portugal a 10 años cotizaba por encima del 9%, lo que ha supuesto un nuevo récord desde la entrada en vigor del euro y ha disparado el diferencial con los títulos alemanes a este mismo plazo hasta 607 puntos básicos.

La petición de rescate realizada por Portugal no ha servido de momento para que remita la presión sobre su deuda, pese a las reuniones que mantienen estos días en Lisboa representantes de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI con los sectores más representativos de la vida política y económica lusa.

Por el momento, la troika ya ha tenido contactos con el Ministerio de Finanzas, el Banco de Portugal, los partidos de centro-derecha -actualmente en la oposición- y algunos sindicatos. Este miércoles han comenzado a reunirse con las patronales.

El rescate financiero del país luso está estimado en cerca de 80.000 millones de euros para los próximos tres años, y su negociación se produce con el Gobierno socialista que está en funciones después de la dimisión del primer ministro, José Sócrates, y en medio de la campaña preelectoral para los comicios legislativos del próximo 5 de junio.