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La huelga de funcionarios de Sudáfrica queda suspendida tras una nueva oferta del gobierno

  • Llevaban unas tres semanas de paros en el sector público
  • Los sindicatos pedían un aumento salarial del 8,5% y el gobierno ofrece un 7,5%

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La huelga de funcionarios, que paraliza Sudáfrica desde hace más de tres semanas, ha quedado suspendida por los sindicatos para pensarse las nuevas condiciones ofrecidas por el Gobierno de Zuma sobre una subida salarial en el sector público.

Los paros de los empleados públicos, que han afectado al funcionamiento de servicios como la educación o la sanidad nacional, comenzaron el 18 de agosto, aunque previamente habían existido movilizaciones.

Los convocantes pedían al gobierno sudafricano un aumento salarial del 8,5%, más una ayuda estatal de mensual para vivienda de 1.000 rands, unos 110 euros. Esto suponía un incremento del doble de la tasa de inflación del país, y en palabras del Gobierno, la emisión de deuda externa, para satisfacer la demanda del sector.

La última oferta del ejecutivo del presidente Jacob Zuma se ha concretado en una subida del 7,5% y de un subsidio de 800 rands, unos 88 euros. La primera de las propuestas del Gobierno, que los sindicatos consideraron insuficiente fue del 7% y 700 rands de ayuda, lo que provocó que el propio Zuma instara a buscar una solución al conflicto.

Tiempo para pensar en la nueva oferta

Por ello, la Confederación de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU) ha preferido darse un tiempo para pensar los nuevos términos y ha suspendido la huelga. Sin embargo, sólo se levantaría definitivamente si se llega a una "resolución satisfactoria".

Parece que las movilizaciones están causando efecto. Gran parte del éxito se ha debido a que dirigentes de COSATU ocupan cargos de alto nivel en el gubernamental Congreso Nacional Africano (ANC) y fueron los elementos más activos del sector izquierdista que llevó al poder a Zuma tras las elecciones generales de 2009.

Sin embargo, durante los más de 21 días de paros, la Policía necesitó cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar varias manifestaciones.

Además, el Gobierno tuvo que recurrir a la Corte Laboral para que se prohibiera la participación de servicios esenciales como enfermería, electricidad y los funcionarios de prisiones.

Frágil economía nacional

A pesar del nuevo incremento salarial, los empleados públicos en Sudáfrica, en particular los funcionarios docentes, médicos y enfermeras, siguen siendo relativamente mal pagados. Muchos de ellos se ven forzados a moverse al sector privado o emigrar en busca de mejores remuneraciones, lo que está provocando una grave escasez de personal.

Con un 36% de desempleados, Sudáfrica tiene una de las mayores tasas de paro del mundo. Después de entrar en recesión el pasado año, tras 17 años de crecimiento, la economía parece comenzar a recuperarse.

Sin embargo, la economía sigue siendo frágil y las filas de desempleados siguen creciendo. Por ello, el presidente Zuma se ha mostrado tan reacio a subir el presupuesto estatal destinado a los salarios de los funcionarios.

Por su parte, los empleados públicos insisten la justicia en sus demandas y puntualizan que otros sectores de la Administración, han recibido aumentos de hasta el 11%, por lo que rechazan la explicación del gobierno.