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Los controladores aéreos culpan a AENA de no firmar lo que pide Fomento

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"Hemos ofrecido hacer más jornada ahora e irla disminuyendo hasta llegar, en dos o tres años, a la media europea"(...), algo que el ministro ha dicho que quiere", pero "AENA no lo firma". Con estas palabras ha descrito el portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Daniel Zamit, la situación en la que se encuentran desde su punto de vista las negociaciones del convenio colectivo, que se reanudan este miércoles a las cinco de la tarde.

Ha afirmado, en una entrevista en Radio Nacional, que han renunciado ir a la huelga tras un ejercicio de responsabilidad y porque entienden "que era mala para el país, para el turismo, era mala para la recuperación económica, para la gente que se quiere ir de viaje" y para los propios trabajadores, cuya imagen, asegura, "se deterioraría más de lo que se ha deteriorado con las constantes campañas" a las que están "sometidos".

El trabajador ha dicho que desean que llegue la negociación definitiva porque el colectivo "está nervioso y agotado después de seis meses de trabajo muy duro y en condiciones malas". "Hay mucha inquietud por nuestro futuro y el de la empresa", añade Zamit.

Para el portavoz, desde el "mazazo del decreto", han demostrado su voluntad negociadora no levantándose de la mesa en ningún momento y "asegurando que la gente pueda irse de vacaciones", dice.

"El problema es la jornada, no el dinero"

AENA y los controladores retomarán las conversaciones sobre la nueva normativa que regula la jornada laboral, los descansos y el salario. Los trabajadores, entre otras reclamaciones, denuncian que la conversión de lo que antes eran horas extraordinarias en horas de trabajo ordinarias les obliga a trabajar hasta 28 días al mes. "No es un problema de dinero, es un problema de jornadas", asegura Zamit.

Para el portavoz, "si la ley marca un tope de 1.750 horas -de trabajo al año-, en la negociación no se pueden dejar esas 1.750 horas (...), hay que ir a la baja, por lo menos un poco". "La negociación significa perder algo", añade.

"Nosotros teníamos 1.200 -horas- y estamos dispuestos a llegar a 1.400 o 1.500", y la empresa "no puede anclarse en lo que fija la ley", porque ésta "se autodefine como un marco transitorio en tanto se llega al segundo convenio", explica el portavoz.

"Estamos dispuestos a  ceder en algún punto y a discutirlos  todos, pero no se pueden pedir  cosas incoherentes", ha respondido por su parte el presidente de Aena, Juan Ignacio  Lema, que ha  añadido que "no es aceptable que los controladores pretendan  ganar más pero  trabajar menos".

Influyen las palabras de Zapatero

Zamit ha explicado que les han influido las palabras de Zapatero, que desde Mallorca les pedía que tomasen una  decisión cuánto antes, en la línea de desconvocar la posible huelga y  aceptar "la última oferta de Fomento". El líder del Ejecutivo también aseguró que el  titular de Fomento, José Blanco, estaba dispuesto al diálogo y añadió  que el Gobierno pondría "todo el sentido constructivo" en dichas  conversaciones.

El Ministerio de Fomento, por su parte, asegura que el origen del  conflicto es una  reivindicación salarial y defiende que los salarios de  los controladores  españoles son mucho más elevados que los de sus  colegas europeos,  siendo menos productivos, por lo que ha  ofrecido un sueldo medio de 200.000 euros anuales  por 1.670 horas  de trabajo al año, el límite máximo fijado en el  nuevo decreto sobre seguridad aérea.