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El Prado en femenino

Un Murillo robado en el siglo XIX vuelve al Prado gracias a la reina Isabel de Farnesio

  • La tercera edición de El Prado en femenino se centra en la colección de Isabel de Farnesio
  • Más de 500 obras de la reina, entre dibujos, pinturas y esculturas, forman parte del Museo
Un Murillo robado en el siglo XIX vuelve al Prado gracias a la reina Isabel de Farnesio

La reina Isabel de Farnesio (1692-1766) era una gran admiradora de la pintura de Murillo, de la que se quedó "absolutamente prendada". Forman parte de la colección del Museo del Prado cuadros tan hermosos como La Sagrada Familia del pajarito, Los niños de la concha o El buen pastor, adquisiciones de la mujer de Felipe V.

La soberana de origen italiano fue una gran coleccionista a la que el Prado le debe más de 500 obras, entre pinturas, dibujos y esculturas. Algunas duermen en los almacenes, pero han subido a las plantas nobles gracias al recorrido El Prado en femenino III: La reina Isabel de Farnesio como el Ecce Homo y La Dolorosa del pintor sevillano.

"Al final de su vida, Isabel de Farnesio habrá reunido 28 obras de Murillo, 19 de las cuales se custodian en el Museo del Prado y constituyen hoy el núcleo más importante y destacado de este pintor", señala a RTVE.es la comisaria de la exposición y catedrática de Historia del arte de la Universidad de Murcia, Noelia García Pérez.

Boceto robado

La investigación para el montaje del recorrido ha permitido recuperar un boceto de mano de Murillo para el lienzo Santa Ana dando una lección a la Virgen (ver arriba), que fue robado en 1897 del Prado, y ahora estaba expuesto en Francia, en el Museo de Pau.

Boceto de Murillo robado en el siglo XIX

 MUSEO DEL PRADO

Durante un inventario dirigido por el Museo del Louvre en 2024 (operación obligatoria cada 10 años por una norma que obliga a catalogar todas las obras) un técnico consideró la posibilidad de que correspondiera al autor sevillano.

El cuadro de pequeño formato, restaurado en los talleres del Prado, llega como un depósito temporal por diez años a la espera de una ley de restitución que prepara el Gobierno francés para su traslado definitivo.

La mayor promotora artística

Isabel de Farnesio fue la promotora artística que más contribuyó al engrandecimiento de la antigua Colección Real y del actual Museo del Prado. Su director, Miguel Falomir, subraya que la pregunta no es "¿por qué dedicarle una exposición?", sino "¿por qué no se había hecho hasta ahora?". Solo un dato: la mitad de las salas tienen obras suyas.

La reina Isabel de Farnesio

Detalle del retrato de la reina Isabel de Farnesio, de Van Loo. MUSEO DEL PRADO

Escultura clásica

Gracias a su legado, llegó a España la colección de escultura clásica de la reina Cristina de Suecia, "la más codiciada" de su tiempo. El elevado importe del lote, 72.000 ducados, que al final se quedaron en 50.000, hizo que la reina no pudiera asumir el coste en solitario y compartiera la operación con el rey.

La soberana es "la que toma las riendas del encargo, la que escoge las obras, la que dice que se pagará el precio que sea necesario, la que supervisa el embalaje y el transporte desde Roma para que no sufran ningún daño. Y la que, cuando llegan a España, se queda con las piezas de mayor calidad", indica la comisaria. En concreto, el Diadúmeno, El fauno del cabrito, el Sátiro en reposo u Orestes y Pílades, conocido como el Grupo de San Ildefonso.

'El Grupo de San Ildefonso'

Detalle de 'Orestes y Pílades'. MUSEO DEL PRADO

Desde su matrimonio con Felipe V en 1714, y hasta su muerte en 1766, Isabel de Farnesio ejerció durante medio siglo "un patronazgo activo y sostenido, utilizando sus propios recursos mediante el bolsillo de la reina, lo que le permitió gozar de autonomía en sus elecciones artísticas", señala García Pérez.

A la digna hija del linaje de coleccionistas de los Farnesio se debe la llegada del Apostolado de Rubens, La Virgen, el Niño y san Juan de Correggio, la Sibila de Velázquez o el Sueño de Jacob de José de Ribera; entre otras obras maestras.

El Prado en Femenino III: Isabel de Farnesio

Detalle del 'Sueño de Jacob' de Ribera. MUSEO DEL PRADO

La tercera edición de El Prado en femenino es un itinerario a través de 45 obras -cinco del almacén, dos depositadas en la Universidad de Zaragoza y en la embajada de Londres y el boceto recuperado de Murillo-, pero además en las cartelas de otras piezas de su colección se ha añadido su símbolo, una flor de lis, para visualizar mejor su impronta.

Además de su predilección por Murillo, a Isabel de Farnesio le gustaban los artistas de la escuela flamenca como Teniers (el Prado tiene una treintena) y Brueghel el Viejo. En su nutrida colección —llegó a reunir un millar de pinturas—, solo se conservan dos firmadas por una mujer, se trata de dos naturalezas muertas de Clara Peeters.

Isabel de Farnesio protagoniza 'El Prado en femenino'

Bodegón con flores, copa de plata, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre, Clara Peeters MUSEO DEL PRADO

En el ángulo inferior izquierdo se distingue con claridad la flor de lis blanca, emblema de la reina (ver arriba).

Entre los 358 cuadros de Isabel de Farnesio que custodia el Museo del Prado se incluyen también piezas maestras de Luca Giordano, Guercino, Veronés, Tintoretto, Van Dyck, Brueghel el Joven, Parmigianino, Watteau o San Sebastián de Guido Reni.

El Prado en femenino

'San Sebastián' de Guido Reni. MUSEO DEL PRADO

El óleo sobre lienzo, de Reni (ver arriba), por su gran valor icónico, forma parte de la colección de stickers del Museo del Prado.

El itinerario, en colaboración con el Instituto de las Mujeres y el apoyo de Iryo, está acompañado de un libro centrado en sus protagonistas, un audiovisual coproducido con CaixaForum y un ambicioso programa de actividades complementarias que incluyen conciertos, un guiño a la reina, que era "una gran melómana".

La pinacoteca ha organizado la tercera edición del simposio Protagonistas femeninas en las colecciones del Museo del Prado, ciclos de conferencias —a través de Prado extendido en femenino—, un nuevo storytelling, visitas guiadas con la comisaria, infografías y guías para familias, un curso para profesorado y una nueva editatona en colaboración con Wikimedia España.

Con esta nueva edición, el Museo del Prado continúa avanzando en la relectura de sus colecciones desde una perspectiva de género. Noelia García Pérez destaca que "se consolida un proyecto en el que pasado y presente convergen para construir un futuro más justo y más igualitario, con un relato más inclusivo" de la historia del arte.