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Mujeres artistas, la asignatura pendiente de los museos

  • El Museo del Prado cuenta con solo diez pinturas de mujeres artistas en sus salas con más de 1.000 obras expuestas

La Asociación de Mujeres en las Artes Visuales señala que en los museos españoles las autoras continúan en minoría

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Las pintoras Sofonisba Anguissola (izq) y Lavinia Fontana (dcha)
Las pintoras Sofonisba Anguissola (izq) y Lavinia Fontana (dcha)

La bodegonista flamenca Clara Peeters rompió la brecha de género en 2016 en el Museo del Prado. Por primera vez en sus 200 años de historia, la pinacoteca consagró una exposición a una mujer artista.

A Peeters le han dado el relevo las pintoras renacentistas Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana. Dos de las autoras "más notables del arte occidental" pero paradójicamente ausentes de los libros de Historia. Fontana fue la primera mujer en regentar su propio taller en Bolonia, Anguissola impactó con la maestría de sus retratos en la corte de Felipe II.

La exposición con 70 pinturas se ha cerrado en febrero y ha atraído a las salas del Prado a 130.000 visitantes. Más un efecto cascada: se ha multiplicado la curiosidad por las creaciones de las dos retratistas (El Prado es la institución mundial con más obras de las hermanas Anguissola).

El epicentro feminista del museo en plena resaca del bicentenario continuará en marzo con una muestra transversal sobre mujeres artistas en el siglo XIX, que ocupará las salas A y B. Dos espacios que son meollos centrales en sus recorridos expositivos.

seguir el rastro a mujeres artistas en el Museo del Prado es complicado, en sala solo hay ocho cuadros de tres pintoras de un total de las más de 1000 obras que cuelgan de sus paredes. En realidad el museo refleja lo que fue una constante durante siglos: pocas mujeres artistas, con muchas dificultades para aprender y las pocas existentes, silenciadas por sus coetáneos y por las enciclopedias.

La perspectiva de género en los museos se mueve pero las cifras emborronan los aparentes brotes verdes: solo diez pinturas de mujeres artistas cuelgan en sus salas (entre ellas, El nacimiento de San Juan Bautista de Artemisia Gentileschi, un retrato de Angelica Kauffman, el famoso León de Rosa Bonnet y cuadros de Peeters y Anguissola) de más de 1.000 expuestas.

Al rescate de la creatividad femenina

El Museo del Prado cuenta en sus colecciones con 8.000 obras. En sus depósitos la pinacoteca atesora fondos de 69 artistas como escultoras y fotógrafas, que suman 178 piezas, muchas de ellas fruto de donaciones. Y un detalle: ninguna mujer ha dirigido el primer museo del país y quinto del mundo en sus dos siglos de vida.

“El Prado es un museo de pintura antigua y no podemos cambiar la historia pero somos conscientes de que hay una laguna en la visibilidad de las artistas. Es justo y nos estamos poniendo las pilas, pero no debe ser una moda creemos que hay que contextualizar y ver en que círculo se movían estas mujeres”, explica a RTVE.es Leticia Ruiz, jefa de Pintura Española del Renacimiento del Prado y comisaria de la exposición Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana.

'Retrato de la reina Ana de Austria'. 1573. Sofonisba Anguissola. Museo del Prado

La experta subraya que los pasos se encaminan hacia que las instituciones culturales “planteen preguntas a los visitantes”, apuntaladas por la base educativa en colegios y universidades. Un rescate de la creatividad femenina.

“Cuando yo estudiaba Arte no se explicaba que había mujeres artistas ni muchas ni pocas. Lo que no se sabe es que existían muchas pintoras y artesanas que trabajaban en los talleres familiares pero era el gran tabú. Mucha de su obra es anónima o firmada como hombres. Sabemos que Isabel, la hija del gran retratista de la corte de Felipe II, Alonso Sánchez-Coello, fue una excelente pintora de pequeño formato pero no hemos encontrado nada firmado por ella”, apunta Ruiz.

¿Dónde están las mujeres?

La onda expansiva a favor de la igualdad que recorre el mundo ha impactado en el arte. Y ha planteado una pregunta impulsada por las asociaciones feministas de la sociedad civil: ¿están suficientemente representadas las mujeres en los museos?.

“En los museos vemos que las mujeres son retratadas como sujetos pasivos no como autoras y que sus obras están sobre todo en almacén y no forman parte del relato (…) Vivimos en un espejismo porque parece que el arte es un espacio de democracia, libertad e igualdad. Y sí, somos cada vez más visibles, se nos escucha más pero realmente avanzamos poco”, explica María José Magaña, presidenta de la asociación Mujeres en las Artes Visuales (MAV), que funciona desde 2009, y engloba a medio millar de creadoras, críticas de arte, historiadoras o comisarias.

Desde el Observatorio de datos de MAV estudian el cumplimiento de la Ley de Igualdad (aprobada en 2007) en el sector cultural español.

En uno de sus informes se enfocan en los museos: han analizado 20 centros de 10 comunidades autónomas en dos periodos (1999-2019) y el quinquenio (2014-2019). Una comparativa de tendencias acerca de las exposiciones individuales de autoría femenina que arroja desequilibrio.

“Algunos museos importantes no están reflejados porque en su momento no dieron los datos, pero los resultados de los que hay señalan que en este último periodo, solo hay un 31% de exposiciones individuales de mujeres artistas mientras que en el primer informe 1999-2009 era de un 21%. La tendencia es positiva pero en ningún caso cumple la paridad que sería de un 40%-60% o un 60%-40%”, detalla Lola Díaz, vicepresidenta de MAV y coordinadora del informe.

[Mira en el gráfico adjunto los datos correspondientes a los museos analizados]

Desde la asociación apuntan a que las cifras mantienen “altibajos” por lo que piensan que “tiene que ver con los equipos que están al frente de los museos" y que la narrativa siempre está orientada desde "una perspectiva masculina".

Unos prejuicios que también emergen a la hora de acercarse a las obras femeninas."Cuando hacía una exposición de mujeres artistas y sin saber que yo participaba, un crítico de arte me dijo que iba a una exposición de marujas. Y te hablo de principios de los 90 y en la muestra estaban Cristina Rodero, Ángeles Marco o realizadoras como Pilar Miró", relata a TVE Concha Jérez, pionera artista multidisciplinar y Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2017.

"Cuando ven la cartela y en el momento que saben que la obra está hecha por una mujer, el criterio de valoración cambia", añade Diana Larrea, que en su proyecto De entre las muertas rinde homenaje a las creadoras del pasado.

Un test para medir la igualdad en los museos

Y un paso más: desde MAV trabajan en una herramienta informática de autodiagnóstico, que testará si se cumplen los criterios de igualdad en los museos. En parte, funcionará a través de cuestionarios en los que podrán participar los visitantes. El objetivo: saltar de los fríos datos a medidas concretas.

“Se trata de que el museo vea, por ejemplo, si tiene que mejorar la formación sobre igualdad de las personas que lo dirigen o los criterios para hacer una restauración y una compra o la narrativa sobre la perspectiva de género. El mapa dista de conseguir la igualdad pero hay una investigación metodológica y teórica para hacer un análisis global de la institución”, señala la gestora cultural Lola Díaz. Desde el colectivo apuntan a que varios centros de otros países ya se han interesado por el “test”.

María Gimeno durante la performance "Queridas viejas" en 2019 en el Museo del Prado

El aldabonazo a las conciencias también entronca con iniciativas de museos internacionales. El Museo de Baltimore ha puesto en marcha una de las más mediáticas y contundentes: para homenajear los 100 años del sufragio femenino en EE.UU., aprobado en 1920, solo comprará durante este año obras creadas por mujeres para su colección permanente.

En París, el Museo de Orsay ha emprendido una retitulación de sus obras que acabe con el racismo y el machismo. Así el Retrato de una negra, de Marie-Guillermine Benoist, pasa a ser Retrato de Madeleine.

La invisibilidad también se difumina con performances poderosas como Queridas viejas, realizada por la artista María Gimeno en 2019 en las entrañas del Prado. Gimeno "apuñaló" el libro canónico de Historia del Arte de Ernst Gombrich, biblia de los historiadores, incluyendo entre sus páginas a las mujeres excluidas desde la Edad Media al siglo XX.

El techo de cristal en el arte

En Londres, la directora de la Tate Modern, Frances Morris, equilibra estrategias de adquisición y exposición de obras de autoría femenina. Morris se ha convertido en la primera mujer a la cabeza de una galería de arte británica del calado de la Tate, pulverizando el techo de cristal en el sector.

“A la hora de llegar a los puestos de responsabilidad desaparecemos. Muy pocas estamos en los patronatos y en las comisiones ejecutivas de los museos que son las que marcan la política de compra y los planes estratégicos”, señala la experta María José Magaña.

La presidenta de Mujeres en las Artes Visuales valora los datos como "escandalosos" y asegura que se pierden en el océano de la desigualdad. Y aporta ejemplos.

“En museos como el Reina Sofía que incorpora prácticas contemporáneas, el porcentaje de autoría conocida de obras se distribuye entre un 82,1% de adquisiciones de hombres y un 17,9% de mujeres. Aunque en el 2017 y 2018 se han comprado 68 obras de hombres y 65 de mujeres por lo que la proporción va mejorando, pero también hay que decir que las obras de mujeres son un 27% más baratas que las de hombres en el mercado del arte”, apunta.

Arco demuestra que en el mundo del arte también hay una brecha salarial entre hombres y mujeres

El Reina Sofía ha recogido el guante de la igualdad vía un programa transversal durante todo el año, aunque uno de sus puntos fuertes gravita en torno al 8M. Engloba conferencias y talleres, exposiciones temporales o pequeños/grandes detalles como incluir cambiadores de bebés en los baños de hombres.

En este camino para “repensar” el museo como cuentan sus responsables, destacan dos itinerarios novedosos. Una mirada feminista sobre las vanguardias propone al visitante un trayecto por los espacios de la colección dedicados a las vanguardias históricas. Cuestiona el papel y la visibilidad de la mujer en la Historia del Arte e invita a mirar de otra forma.

Abarca los últimos años del siglo XIX hasta llegar al final de la Guerra Civil y cuenta con pinturas de Picasso, Julio Romero de Torres, Maruja Mallo, Dora Maar, Sonia Delaunay o Ángeles Santos.

La obra 'Tertulia' de Ángeles Santos se puede ver en el itinerario feminista del Reina Sofía

El otro itinerario Hacer espacio o de cómo deambular desde la desorientación, que empezó en 2019, se enfoca en una metáfora conceptual que conecta con la realidad.

“Toma fundamentalmente dos figuras. Una es la de la exiliada y trabaja la obra de la artista brasileña Lygia Clark (creadora del movimiento del neoconcreto) hablando de su propia experiencia de exilio. La otra figura es la de Flâneuse (un guiño al término que acuñó Baudelaire para reivindicar el derecho a ocupar las calles) y la importancia que tiene en los discursos modernistas. Es como vagar e ir sin destino en el espacio público que ha sido vedado para las mujeres”, relata a RTVE.es Ana Longoni, directora de Actividades Públicas del Museo Reina Sofía que añade que ambos recorridos tienen mucha demanda entre el público. Poco a poco el arte se sacude siglos de machismo.