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Mbappé y la herencia del '10' en el Real Madrid: una historia de luces y sombras

  • Se da por hecho que el francés heredará el dorsal de Modric tras poner un '10' en sus redes sociales
  • Repasamos qué jugadores han llevado este número a la espalda, con mayor o menor fortuna
Mbappe abraza el '10' y se abre el debate sobre quien heredará el '9'
Kylian Mbappe y Luka Modric se abrazan al finalizar un partido AP
RTVE.es

Kylian Mbappé, presumiblemente, llevará el dorsal '10' en el Real Madrid durante la temporada 2025/2026. En su primera campaña con el club blanco, y con el '9' a la espalda, Mbappé ya hizo historia anotando 44 goles y llevándose la bota de oro. Sin embargo, tras la salida de Luka Modric, el dorsal '10' quedó vacante y todo apunta a que será Kylian quien lo herede.

El propio delantero francés ha desatado las especulaciones al publicar un mensaje minimalista en la plataforma X, donde simplemente aparecía el número "10", dando a entender que ese será su nuevo dorsal.

El delantero ya ha lucido este dorsal en la selección francesa desde la temporada 2017-2018, con el que se convirtió en el jugador más joven en la historia de 'Les Bleus' en anotar un gol en un Mundial.

Hay dorsales que pesan y el '10' del Real Madrid es uno de ellos. Reservado a los elegidos del talento, este número ha vivido en el último cuarto de siglo entre el brillo de las leyendas y el vacío de los proyectos inacabados.

Desde Figo a Mbappé, un camino de luces… y sombras

Luis Figo inauguró el siglo XXI con el dorsal '10' sobre sus espaldas y un terremoto mediático a sus pies. Su fichaje por el Real Madrid en el verano de 2000 cambió para siempre la historia del club… y también la del Barça. El portugués, entonces ídolo absoluto del Camp Nou, fue la gran promesa electoral de Florentino Pérez en su primera candidatura a la presidencia. Muchos no creyeron que fuera posible, pero había un contrato privado de por medio: si Florentino ganaba, Figo tenía que fichar. Y así fue.

El portugués aterrizó en el Bernabéu envuelto en polémica y convertido, de la noche a la mañana, en enemigo público número uno en Barcelona. Su primer regreso al Camp Nou fue un escándalo: pancartas, insultos y hasta una cabeza de cochinillo sobre el césped. Pero en Madrid fue todo lo contrario: Balón de Oro, dos Ligas, una Champions, y el inicio de la 'era galáctica'. El '10' estaba en buenas manos.

Tras su salida llegaron años en los que el número '10' no estaría en tan buenas manos. Robinho se hizo con él entre 2005 y 2009, pero, a pesar de sus regates eléctricos y espectaculares y de esa magia brasileña, nunca fue constante ni llegó a ser lo que apuntaba. Posteriormente, lo recogió Lassana Diarra (2009–2011) que, a pesar de no tener un rendimiento malo en el club blanco, no representaba lo que significa en el mundo entero el dorsal número '10'. Un mediocentro defensivo y trabajador jamás sería el mago con el balón que este representa. Más allá de su elección, fue una cuestión de necesidad numérica pues era el número que estaba libre en ese momento.

La llegada de Özil (2011–2014) hizo que el Bernabéu volviera a tener un mago capaz de jugar entre líneas, ver pases que nadie veía y dar asistencias imposibles. Aun así, una salida un tanto abrupta dejó recuerdos agridulces en los madridistas.

Aunque tras el Mundial de 2014, y la explosión que sufrió el colombiano James Rodríguez, parecía que Özil iba a ser tan solo un recuerdo fácil de borrar. El colombiano ilusionó al madridismo con una gran temporada, pero Zidane nunca terminó de confiar plenamente en él, lo que desembocó en una cesión al Bayern de Múnich y, posteriormente, en un regreso que quedó en anecdótico.

Un '10' difícil de olvidar

Luka Modrić es quien más ha dignificado el dorsal '10' del Real Madrid en lo que va de siglo. Aunque llegó en 2012 desde el Tottenham con el número '19', acabó convirtiéndose en el centrocampista más influyente de la era moderna del club.

No fue hasta la temporada 2017-18 cuando heredó el '10' tras la salida de James Rodríguez, y lo hizo en el tramo final de su carrera, pero su legado trasciende cualquier número. Con una visión de juego privilegiada, capacidad para dominar los ritmos del partido y un carácter competitivo incansable, Modric fue el motor silencioso de un equipo que lo ganó todo.

En su etapa con el '10', levantó dos Champions más, fue clave en la Liga de 2022 y dejó momentos inolvidables como aquel pase con el exterior en el Bernabéu, dándole una asistencia milimétrica a Rodrygo que cambió el curso de la eliminatoria frente al Chelsea y encendió la remontada hacia la 'Decimocuarta'. Todo esto después de haber conquistado el Balón de Oro en 2018, rompiendo la hegemonía Messi‑Cristiano.

Mbappé y la responsabilidad de continuar lo que Modric recuperó

A partir de la temporada 2025‑26, será Kylian Mbappé quien lleve el dorsal '10'. No llega para reinventar el número, sino para dar continuidad a lo que Modric logró recuperar: el valor simbólico de un dorsal reservado a los jugadores distintos, capaces de marcar una época.

Mbappé asume ese reto en plena madurez futbolística, con el foco del mundo sobre él y la exigencia del Bernabéu como termómetro diario. El '10' no es una camiseta cualquiera. En el Real Madrid, exige personalidad, rendimiento y liderazgo. Modric lo dignificó. Ahora, es turno de Mbappé, el de demostrar que puede estar a la altura de esa herencia.