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'Año I de la era Flick': un cambio de filosofía que devuelve al Barcelona al camino del éxito

  • Los azulgrana cierran la temporada con tres títulos y se han quedado a un paso de la final de Champions
  • Su último éxito ha sido la consecución de la Liga, donde no pierden desde el 21 de diciembre de 2024
Flick ha dado con la tecla para volver a hacer campeón al Barcelona.
Hansi Flick, el entrenador del FC Barcelona. EFE/Alberto Estévez
ANTONIO S. SERENO

El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Liga con su victoria ante el Espanyol y con Cornellá, de nuevo, como testigo. Los azulgrana ya pueden presumir de ‘triplete’ esta campaña, aunque no hayan logrado clasificarse para la final de la Champions, el único ‘pero’ que les ha quedado en el camino de un año para enmarcar.

Supercopa de España, Copa del Rey y Liga. Estos son los tres trofeos que avalan lo que ya se puede considerar el 'Año I de la era Flick'. Desde que el alemán aterrizó en Barcelona el verano pasado.

El cambio en la filosofía del equipo ha sido radical, dejando al lado el ADN Barça del 'tiqui-taca' que comenzó con Cruyff, alcanzó su plenitud con Guardiola y que vio su ocaso la pasada campaña con Xavi.

El mismo Flick reconocía en la rueda de prensa previa al último Clásico de la temporada que al principio tuvo dudas sobre si su filosofía calaría en la plantilla y podría tener éxito.

"Tenía clara la filosofía, aunque había alguna duda porque es un estilo distinto, pero lo han hecho muy bien. Ha habido partidos, al inicio, que hubo dudas, pero los jugadores han ido mejorando y creo que están contento con el estilo, con cómo queremos jugar”, analizaba el germano.

El Barça regresa al camino del éxito

Pues esas dudas se han ido despejando a lo largo de una campaña que no solo ha devuelto al Barcelona al camino del éxito, sino que también le han convertido en uno de los equipos más temibles del Viejo Continente, con un estilo muy reconocible y muy difícil de parar.

Solo el Inter de Milán ha sido capaz de doblegar las ansias de éxito de los blaugrana, aunque para ello tuvieron que ir a la muerte súbita en una eliminatoria de semifinales que terminó con un global de 7-6 en favor de los italianos.

Ha sido la única china en el zapato de Flick esta temporada. Su camino comenzó en Liga con un pleno de victorias hasta la jornada 8, cuando se enfrentaron a las primeras dudas de la temporada, con una derrota inesperada en la casa de Osasuna (4-2).

Aunque eso fue solo un espejismo. Uno de los pocos tropiezos a los que se han enfrentado esta temporada. Entonces, llegó el primer Clásico en la jornada 11, donde por fin se podría ver el nivel de este Barcelona y de la nueva ‘era Flick’, fue el inicio de un cambio de ciclo.

El Barcelona venció en el Bernabéu con un contundente 0-4, en la primera las cuatro citas en las que se han visto las caras esta campaña. Todas ellas han caído del lado azulgrana. La segunda vez que se enfrentaron fue en la Supercopa de España, donde Flick levantó su primer título del año con un nuevo triunfo sobre los blancos, esta vez en Arabia.

Pero antes de esa final, que supuso el inicio de un 2025 de ensueño para los culés, Flick afrontó ese periodo de dudas que le hizo desconfiar de si podría implantar su manera de hacer, como recordó en la mencionada rueda de prensa.

Fue en el tramo final del 2024, tras la victoria ante el Espanyol de la jornada 12. Después de ese triunfo, el Barcelona encadenó una derrota en su visita a Anoeta, un empate en otra salida ante el Celta, otro nuevo traspiés en casa ante Las Palmas.

Las dudas de 2024 dejan paso a un intachable 2025

Una mala racha que consiguieron aliviar con una goleada en la jornada 19 ante el Mallorca (1-5), pero solo fue un alto en un camino que empezaba a oscurecerse. Después, llegó un nuevo empate en el Villamarín, una derrota más que inesperada en Butarque, a la que siguió otra más en casa ante el Atlético.

Y hasta ahí llegó el periodo de adaptación de un equipo destinado a la gloria. El inicio de 2025 fue inmejorable, además de sumar la Supercopa ante el Real Madrid, Flick por fin dio con una tecla que sus jugadores no han parado de pulsar hasta la consecución de la Liga.

El entrenador alemán ha logrado que el Barça funcione como un único mecanismo sobre el terreno de juego, independientemente del once que haya sobre el césped. Presionar la salida del rival en su terreno con una intensidad descomunal y subir la línea de defensa hasta el medio campo.

Dos acciones muy arriesgadas si el rival es capaz de superar esa primera línea de presión, por lo que los automatismos del equipo son esenciales para evitar que eso pase. Esa presión asfixiante a la que somete el Barça a los rivales sirve para provocar pérdidas en campo contrario que, sumado a la calidad y velocidad de los de arriba, se convierten en un generador inigualable de ocasiones y posesión.

Un estilo con mucha personalidad

Uno de los nombres propios sobre los que se ha cimentado este estilo aplastante es Pedri, que esta temporada ha dado un paso adelante y ha sido el jugador más usado por Flick, su pieza imprescindible. Tampoco hay que olvidar el valor 'extra' que le ha dado Lamine Yamal al conjunto en el año de consolidación como estrella del mundo fútbol.

El 'pero' de este estilo es que, además de meter muchos goles, también reciben muchos y los partidos entran en la dinámica de quien golpea más veces y más fuerte. Como se vio en la eliminatoria ante Inter, en la ida de Copa ante el Atlético o en el último Clásico de Liga. En todos estos partidos, el Barça se vio obligado a remontar el marcador, con el riesgo que conlleva.

Un combate a los golpes que le pasó factura en las semis de Champions, el único escenario que se les han quedado en pendientes este año.

De vuelta al camino del éxito, los números del Barça son inigualables, solo el PSG ha podido aguantar ese ritmo y aspira aún al triplete. Precisamente, con Luis Enrique en el banquillo, un estilo muy similar al de Flick.

La confirmación de que su filosofía ha calado se tradujo en un inicio descomunal de año, con 20 victorias y cuatro empates en una racha de 24 partidos sin conocer la derrota. No fue hasta el 15 de abril, en la vuelta de cuartos de Champions, cuando sufrieron el primer traspié del año ante el Borussia Dortmund, aunque solo quedó en eso, en un toque de atención.

Después de esa, el Barcelona solo ha perdido ante el Inter, en la vuelta de semis y que supuso su adiós a la gran final de Múnich. Mientras, en su haber, una Supercopa, una Copa del Rey y una Liga que ponen el punto y aparte hasta la temporada que viene en el 'Año I de la era Flick'.