Lamine Yamal asombra al mundo en Champions y promete completar 'la misión' en el futuro
- Solo un palo en el 92' y un paradón de Sommer en la última ocasión del partido le dejaron sin la final
- El Inter deja al Barça sin una final de Champions que rozó hasta el minuto 93', la crónica
Tiene 17 años y jugó sus primeras semifinales de Champions como alguien para quien es habitual. Lamine Yamal volvió a tomar las riendas del Barça, como en la ida, cuando cosechó tremendos elogios (empezando por los del entrenador rival, Simone Inzaghi) y fue diferencial ante un Inter contra el que se quedó a un palmo de distancia y sólo dos minutos de poder disputar su primera final de la máxima competición continental.
Solo le faltaron ese par de minutos y los pocos centímetros que evitaron que fuese gol su disparo que hubiese supuesto el 2-4 en el 92'. Pero ese balón acabó en el poste, la historia fue por otro lado y un minuto después Acerbi mandó el partido a la prórroga. Pese a la derrota, Yamal volvió a hablar sobre el césped para decirle a Europa que está llamado a marcar una época.
Otra vez su mejor versión en los días más importantes
Mientras medio sector de aficionados azulgrana llegaban a Milán con el miedo en el cuerpo tras los fantasmas de años pasados como Roma, Liverpool y Bayern de Múnich, el 'niño' aterrizó con un 'chupachups' en la boca y una cara de serenidad que tranquilizó al otro sector barcelonista. Competir en el imponente Guiseppe Meazza, donde el Inter no pierde desde 2022, fue para Lamine como volver a jugar en el parque de Rocafonda, allí donde según sus propias palabras perdió el miedo hace tiempo.
Utilizó a Dimarco, Bastoni y Acerbi como a sus colegas de toda la vida, ganándoles en 23 duelos y sacando sus pasos prohibidos para liderar al Barça ante otro partido de locura. Completó 14 regates de 20 que le tiró a una defensa 'neroazurri' que se desesperaba cada vez que Yamal cogía el balón. A punto estuvo de provocar un penalti con el 0-2 que Marciniak pitó, pero desde el VAR le avisaron al árbitro para que corrigiese su decisión.
El murmullo en las gradas también era evidente. Un estadio que le pitó en su salida precalentamiento, para sonrisa socarrona del jugador. Con esa mezcla de osadía propia de la edad y determinación habitual en los 'jugones', Yamal firmó otro partido que le encumbra con el conjunto azulgrana. Se quedó sin marcar en el Guisseppe Meazza por culpa de un palo en el minuto 92 que habría sido el delirio blaugrana y ante un Sommer que obró más de un milagro ante todo el equipo. En el 113 le sacó una mano espectacular tras un disparo 'marca registrada' de Lamine.
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La misión continúa en la liga
La misión que quería completar, tanto el jugador como sus compañeros al compartir el lema 'on a mission' durante toda la temporada, se queda a medias. La promesa de volver para completarla ya está escrita por el propio Lamine en su cuenta de Instagram desde el final del partido de Milán. A Yamal aún le queda otra por culminar y continúa este domingo en el clásico de liga donde el Barça puede amarrar media liga si vence al Real Madrid.