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Jornada 36ª | Levante UD 2 - Atlético de Madrid 0

El Atlético se complica la liga tras caer derrotado ante el Levante

  • Filipe, en propia puerta, y David Barral anotaron los goles granotas
  • Keylor Navas fue fundamental salvando varios goles cantados del Atlético
  • Los del 'Cholo' siguen dependiendo de sí mismos pero ya no pueden fallar más
  • Datos y estadísticas del Levante 2- Atlético de Madrid 0

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Levante - Atlético
El jugador del Atlético Raúl García se lamenta por la ocasión fallada ante el defensa del Levante David Barral.

Ficha técnica:

2 - Levante: Keylor Navas, Pedro López, Vyntra, David Navarro, Juanfran, Simao, Diop, Sissoko (Ivanschitz, m.59), Rubén (Sergio, m.70), Víctor Casadesús y Barral (Ángel, m.80).

0 - Atlético de Madrid: Courtois, Alderweireld, Miranda, Godín, Filipe Luis, Tiago, Gabi, Koke (Diego, m.62), Raúl García (Arda Turan, m.46), Diego Costa y Villa (Adrián, m.46).

Goles: 

1-0, m.7: Filipe Luis, en propia meta.

2-0, m.68: Barral.

Árbitro: González González (colegio castellano-leonés). Amonestó por el Levante a Barral y Simao y por el Atlético de Madrid a Tiago y Godín.

Incidencias: partido jugado en el estadio Ciutat de València ante 22.200 asistentes. El equipo Levante-Dominicos-Maristas de fútbol-sala fue homenajeado antes del partido por su ascenso a División de Honor.

El Atlético de Madrid tendrá que pelear por la liga hasta el último minuto y, aunque sigue dependiendo de sí mismo, le tocará ganar los dos partidos que le quedan (ante Málaga y Barça) después de haber perdido 2-0 frente al Levante en un partido en el que Filipe Luis, en propia puerta, y Barral hicieron los goles.[Datos y estadísticas del Levante 2 - Atlético de Madrid 0]

El Atlético, arropado por 9.000 seguidores que se desplazaron al Ciutat de Valencia, quería sumar una victoria que le permitiera cantar el alirón en el Cálderón la próxima semana. Pero el partido se les puso muy cuesta arriba desde el inicio. Eso, unido a su falta de acierto en el remate y a las paradas de Keylor Navas terminaron decantando el partido y los hombres de Simeone se quedan sin margen de error si quieren levantar el título liguero.

Un gol tempranero y en propia puerta

La primera internada peligrosa fue de los rojiblancos. Diego Costa se plantó ante Keylor Navas tras regatear a dos defensas en el área pequeña aunque su disparo lo atrapó sin problemas el meta granota.

Pero el conjunto de Caparrós, pese a estar salvado matemáticamente y no jugarse nada, estaba muy bien plantado. Presionando muy arriba y evitando las salidas a la contra, tuvo su primera ocasión en un córner que, por desgracia para el Atlético, se terminó convirtiendo en el primer gol.

El lanzamiento de esquina golpeó en el pecho de Filipe Luis y se fue al fondo de la red para alegría de los levantinistas y desgracia de los hombres de Simeone, que no terminaban de creérselo.

Sin embargo, el Atlético no se amilanó y a los 12 minutos dispuso de una doble oportunidad en la que se lució Keylor Navas.

El guardameta hizo un gran paradón tras un disparo espectacular de Raúl García que, tras bajarla con el pecho, golpeó sin piedad a portería. Una ocasión que ya se cantaba entre la parroquia colchonera pero que el ‘tico volador’ se encargó de despejar. El rechace lo recogió Villa pero su lanzamiento se marchó a las nubes.

El Atlético lo seguía intentando y el linier erró al pitar dos fueras de juego que no eran a Diego Costa. Dos fallos importantes porque, en ambas ocasiones, el de Lagarto se plantaba solo ante Navas.

Eran los mejores minutos de los rojiblancos que buscaban el empate con varios lanzamientos de esquina consecutivos. Pero los de Caparrós tampoco se conformaban y con rápidas internadas por las bandas, sobre todo la derecha, metían el miedo en el cuerpo a la afición colchonera.

Pasaban los minutos y los hombres del ‘Cholo’ empezaban a acusar la ansiedad. Se precipitaban en algunos pases y se obcecaban en el juego por el centro, dejando casi desaparecidas las internadas por las bandas. Mientras, al Levante se le veía cómodo en el campo. Aún así no inquietaron a Courtois, que no tuvo problemas en atrapar las jugadas a balón parado.

En la otra portería, Keylor Navas volvió a destacar cuando despejó un lanzamiento de Toby Alderweireld, que fue titular en este choque en sustitución de Juanfran que cumplía un partido de sanción por la roja vista ante el Valencia.

Y con el 1-0 y bastante nerviosismo en las filas rojiblancas se llegó al descanso.

Navas evitó el empate del Atlético

Tras el paso por vestuario, Simeone realizó un doble cambio. Dejó fuera a Villa y Raúl García y sacó en su lugar a Adrián y Arda en un intento de dar mayor protagonismo a las jugadas por las bandas.

Y en los primeros minutos de la segunda mitad lo consiguió con un Arda omnipresente que dispuso hata de tres ocasiones peligrosas.

El Atlético encerró al Levante en su campo y Costa buscó el gol, pero no pudo llegar al segundo palo para rematar un lanzamiento de falta de Diego Ribas, que acababa de ingresar al terreno de juego.

Los rojiblancos dominaban, pero no terminaban de materializar ninguna de sus ocasiones gracias a las espectaculares paradas de Keylor Navas. Especial mención merece el despeje que hizo a un tiro de Alderweireld que se colaba por la escuadra. El 'tico volador' hizo honor a su apodo y voló para meter la manopla en la misma esquina de la portería y sacar el que parecía el gol del empate.

Y cuando no estaba Navas, su defensa se encargaba de despejarlo todo. Como un disparo de Filipe, con Keylor ya en el suelo, que sacó Vyntra.

Paracía que el gol del Atlético sería cuestión de tiempo y sin embargo lo que llegó fue el segundo del Levante.  Barral recogió un centro de Víctor desde la izquierda y batió a Courtois por bajo, antes de que Godín llegara para evitarlo. Era el 2-0, a falta de 20 minutos, y la remontada se ponía prácticamente imposible para los de Simeone.

Además, la suerte no estaba hoy de cara para el Atlético y un lanzamiento de Adrián, que podía haber sido el primer gol,  se estrelló en el poste.  De ahí hasta el final, el guión fue el mismo. Los rojiblancos seguían dominando pero sin materializar ninguna de sus ocasiones, lo que elevaba la tensión entre los aficionados desplazados al Ciutat de Valencia.