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El Athletic invade Old Trafford con una victoria memorable

  • El equipo de Bielsa aplasta al United y gana 2-3 en Manchester
  • Llorente, De Marcos y Muniain ejecutan el triunfo rojiblanco

Así te hemos contado el Manchester United 2-3 Athletic Club

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Los jugadores de Athletic de Bilbao celebran después de su primer gol ante el Manchester United.
Los jugadores de Athletic de Bilbao celebran después de su primer gol ante el Manchester United.

Ficha técnica:

2. Manchester United: De Gea; Rafael Da Silva, Smalling (Carrick, m.55), Evans, Evra; Park (Anderson, m.61), Jones, Giggs (Nani, m.75), Young; Rooney, Hernández.

3. Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, Javi Martinez, San José, Aurtenetxe; Iturraspe, De Marcos, Ander Herrera (Pérez, m.84); Susaeta, Llorente (Pinedo, m.81), Muniain.

Goles: 1-0, m.22: Rooney; 1-1, m.44: Llorente; 1-2, m.72: De Marcos; 1-3, m.90: Muniain; 2-3, m.90: Rooney.

Árbitro: Florian Meyer (Alemania). Amonestó a San José, del Athletic.

Incidencias: Encuentro de ida de los octavos de final de la Liga Europa disputado en el estadio de Old Trafford (Manchester).

Es imposible ver cumplido un sueño si no lo persigues con tenacidad y ambición. Eso mismo debió decir Bielsa a sus jugadores antes de saltar al verde de Old Trafford, sobre el que el Athletic desplegó su mejor juego y firmó un impresionante 2-3 que incluso resulta escaso ante el juego de los 'leones' en el mítico 'Teatro de los sueños'. [Así te hemos contado el Manchester United 2-3 Athletic Club]

Lejos de arrugarse ante tamaño escenario, el Athletic de Bilbao salió a morder al Manchester United desde el silbido inicial, dispuesto no solo a agradar a los 8.000 aficionados bilbaínos desplazados a Inglaterra, sino a regalarles un partido para la historia, una victoria épica ante el 'coco' de la competición. La gesta en el marcador y la superioridad mostrada bien valen el mayor desplazamiento de la historia rojiblanca.

Y sí en la grada los gritos de 'Athletic' silenciaron los de 'United', sobre el terreno de juego, el Athletic sometió a un Manchester United condenado a buscar la sorpresa a la contra y en el que el jugador más destacado fue su portero, De Gea, que evitó que su equipo se llevara una derrota abultada en el partido de ida de octavos de la Europa League.

El cancerbero español fue un muro para los embites de los 'leones', que tuvieron que remontar el gol inicial de Rooney, en una de esas contras imparables del equipo de Ferguson. Y ya puestos a jugar un partido inolvidable, el Athletic se encomendó para lograr la remontada. La inició Llorente antes del descanso con un cabezazo impecable; la amplió De Marcos en la segunda mitad con una volea en fuera de juego que supuso el 1-2; y la culminó Muniain en el 89'. El 2-3 de Rooney no arruinó la fiesta rojiblanca en Manchester pero sí deja la eliminatoria abierta.

El balón es del Athletic

El equipo bilbaíno arrasó a su rival desde el comienzo del partido, en el que empezó a mostrar sus intenciones, que se plasmaron en un 64% de posesión sobre el Manchester United, por encima incluso de la lograda por el Barça en la última final de la Champions (entonces fue de un 63%). Además, el Athletic acompañó el dominio del esférico con una lluvia de ocasiones sobre De Gea.

Así, en los primeros cinco minutos ya había firmado dos llegadas por medio de Llorente y Muniain. El descaro rojiblanco sorprendió al United, que apenas pisaba el campo contrario, aunque cuando lo hacía la sensación de peligro era notoria. Pero el mando era de los de Bielsa, que pidieron un claro penalti sobre Llorente, agarrado por Smalling cuando trataba de recibir de espaldas al arco.

El colegiado dejó seguir y tres minutos después, la alianza entre Giggs y 'Chicharito' acabó con un disparo del mexicano bien sacado por Gorka Iraizoz pero con la mala fortuna de que el balón quedara muerto y fuera aprovechado por Rooney para hacer el 1-0. El buen juego del Athletic se dio de bruces contra la realidad del fútbol directo del United.

Sin embargo, el Athletic no cambió su fisonomía y continuó por la misma senda, la que le llevó de nuevo al castigo continuo a la retaguardia del 'ManU'. A pesar de los riesgos, los de Bielsa llegaban al ataque con muchos jugadores. La tuvo Llorente de nuevo, lo rozó Susaeta con un intento de vaselina, Iraola con un disparo al palo corto... y finalmente llegó con un cabezazo del 'rey León' Fernando Llorente, que cabeceó a la red un pase templado de Susaeta.

De Gea, bastión del United

El 1-1 llegó en el minuto 43 y empezaba a hacer justicia a lo visto sobre el terreno de juego. La superioridad de los rojiblancos se incrementó todavía más en la segunda mitad, que el United arrancó dormido y el Athletic rebosante de ambición. Entonces De Gea mostró todo su repertorio. Le sacó un disparo a mano cambiada a Llorente y se marcó una estirada increíble a disparo de Muniain, al que también ganó un mano a mano.

El portero español mantuvo a su equipo y se desesperó ante la pasividad de su defensa, mientras el Athletic seguía con su ataque masivo. El United, por su parte, en ataque estuvo escaso pero peligroso. A punto estuvo de liarla Rooney solo en el área tras un despiste de Javi Martínez, pero el internacional español reaccionó a tiempo y evitó el disparo del '9' de los 'red devils'.

Pero el partido estaba en la portería contraria. Allí, en el 71, Ander Herrera se disfrazó de Laudrup y metió un pase genial a De Marcos, que voleó a la red el 1-2. Aunque estaba en fuera de juego, el gol subió al marcador y Old Trafford fue tomado por el espíritu de San Mamés.

La grada era una fiesta, pero todavía quedaba mucho partido por delante. Ferguson sacó a Nani en busca de más dinamita para su ataque, que seguía a expensas de los movimientos de Rooney. Y el Athletic, a lo suyo, no se conformaba con el 1-2. Quería más. Lo persiguió y lo encontró. En el 89' Muniain consiguió ganarle la partida a su amigo De Gea. El portero despejó un fuerte disparo de De Marcos y 'Bart Simpson' apareció como una exhalación para firmar el 1-3.

La fiesta era completa y solo una clara mano de De Marcos en su área empañó el final. Rooney anotó el penalti y, a pesar de los últimos córners para los ingleses, el marcador se quedó en el 2-3 definitivo que celebraron los jugadores con sus 8.000 fieles seguidores.