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Varios reservistas israelíes han irrumpido con gritos en la Knesset, el Parlamento de Israel, para advertir a los diputados de que la guerra está destrozando la salud mental de muchos de sus compañeros. Algunos han dado un paso más y han declarado públicamente su negativa a participar en lo que llaman "la guerra ilegal" del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Los reservistas han relatado que, tras ser llamados a interrumpir su vida civil para ir a Gaza, vuelven traumatizados, incapaces de recuperar sus rutinas. El teniente coronel en la reserva Tuly Flint ha asegurado que intenta sostenerlos psicológicamente, pero ha admitido que crece entre ellos la sensación de estar pagando un precio insoportable por una guerra que ya no tiene sentido después de que la liberación de los rehenes, objetivo inicial de la ofensiva, ha dejado de ser prioritario.

Foto: MENAHEM KAHANA

En La Vuelta ciclista a España la presión de parte de los espectadores para que deje la competición el equipo Israel Premier Tech es cada vez mayor. Hablamos con el enviado especial Daniel Ampuero y profundizamos con Carlos de las Heras, responsable de Europa y Oriente Medio de Amnistía Internacional.

La flotilla 'Global Sumud' partió el pasado domingo desde el puerto de Barcelona con 20 barcos y cientos de personas a bordo con el objetivo de abrir un corredor de ayuda humanitaria y desafiar el bloqueo naval impuesto por Israel. Entre los participantes de esta misión solidaria se encuentra la política Ada Colau, con quien hablamos en 'Mediodía RNE': "Los ánimos están más determinados que nunca, la salida del puerto de Barcelona nos pilló con fuertes tormentas, pero ha permitido hacer reparaciones en los barcos en Baleares y esto nos ha servido para prepararnos frente a emergencias del día a día".

La exalcaldesa espera que el Gobierno de España "apruebe ya el embargo de armas total" y no entiende que "se permita todavía el tráfico de armas de España con Israel para seguir matando a niños". Colau pide "aislar" al Estado de Israel y reclama que se le expulse de La Vuelta ciclista o de Eurovisión, como sucedió con Rusia: "Ha sido un ejemplo de la ciudadanía a la vergüenza de los gobiernos europeos". Insiste también "en aislar al criminal de Netanyahu, a quien le interesa que se alargue la guerra porque está en búsqueda y captura".

Uno tras otro, los cadáveres se apilan en las morgues de Gaza hasta que sus familiares recogen sus cuerpos para su entierro. En las últimas 24 horas, los bombardeos israelíes han matado a más de 100 personas en el enclave palestino. Mientras tanto, cientos de israelíes acuden al llamamiento de su Ejército, ya que este martes expira el plazo para que 40.000 reservistas se incorporen a filas ante la inminente ofensiva sobre Ciudad de Gaza.

En el exterior, Bélgica ha anunciado que reconocerá el Estado palestino en la próxima asamblea de la ONU, aunque, como otros, lo condicionan a la liberación de los rehenes.

Foto: REUTERS/Amir Cohen

Antes de ir a trabajar, Mohamed se pone cada día su chaleco de prensa. Supuestamente le protege, pero no es así. No en Gaza. Como han destruido todas las sedes, él y otros periodistas trabajan en oficinas improvisadas, ya sea tiendas de campaña o cerca de hospitales, con electricidad e internet. Mohamed trabaja para una agencia árabe de noticias y para un periódico libanés y suele organizarse con otros compañeros de profesión por una cuestión de seguridad. Un editor de su agencia murió con otro colega en un ataque a un hospital el año pasado y cinco han muerto recientemente en Al Shifa. Israel dice que eran terroristas.

Foto: TVE

En los meses anteriores a la salida desde Barcelona de la Global Sumud Flotilla, se han registrado tres intentos de romper el bloqueo marítimo de Israel sobre Gaza, todos interceptados antes de alcanzar la costa. En mayo, el buque Conciencia sufrió ataques con drones a 14 millas de Malta; en junio, el Madleen fue abordado a 200 km de Gaza con LA deportación de sus activistas, incluida Greta Thunberg; en julio, el Handala fue abordado a 74 km de la Franja, generando críticas por violar el derecho internacional.

El bloqueo, vigente desde 2007 tras la toma del poder por Hamás, ha provocado hambre y sufrimiento generalizado en Gaza. La Flotilla Sumud —“perseverancia” en árabe— ha zarpado desde Barcelona para entregar ayuda y demostrar que la solidaridad internacional no se rinde ante la presión israelí.

Foto: BRUNA CASAS

Cerca de 300 voluntarios han zarpado en una veintena de barcos desde Barcelona con el objetivo de entregar alimentos y medicinas a la Franja de Gaza. Entre ellos, activistas como Greta Thunberg y el actor Liam Cunningham han participado en la despedida de la comitiva, destacando la misión como un acto de solidaridad frente al bloqueo que sufre el enclave.

Los participantes han asegurado que se trata de la flotilla de su clase más grande de la historia y esperan poder llegar a Gaza pese a los obstáculos que han enfrentado misiones humanitarias anteriores. Miles de personas han acudido al puerto para apoyar la iniciativa, mientras los organizadores ultimaban los preparativos para garantizar el éxito de la travesía.

Foto: EVA MANEZ/REUTERS

Para intentar abrir un corredor humanitario y exigir a la comunidad internacional una respuesta firme a los ataques de Israel sobre Gaza, este domingo parte de Barcelona la Global Sumud Flotilla. En esta ocasión van a partir 20 barcos con 500 personas a bordo. Aspira a ser la misión internacional más ambiciosa hasta la fecha en apoyo del pueblo gazatí. Los dos barcos anteriores, el Madleen y el Handala, fueron retenidos por el ejército israelí antes de llegar a su destino. En el informativo España a las 8 Fin de Semana, el portavoz y uno de sus coordinadores, Saif Abukeshek asegura que su objetivo es romper el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria, por lo que "pase lo que pase" van a seguir intentando llegar a la Franja. "En ningún momento nosotros cometemos algo ilegal, no entramos en aguas israelíes ni acercamos a las fronteras israelíes", dice, "ahora, nosotros no podemos adivinar cómo va a actuar Israel, si van a cumplir con su responsabilidad o no, si Israel va a seguir cometiendo crímenes o no. Lo que sabemos es que como sociedad civil no podemos parar hasta acabar con el genocidio. Tenemos la obligación moral y ética de seguir movilizando hasta que podamos poner fin a esta tragedia que está en nuestra conciencia. ¿Cómo podemos quedar quietos sin hacer nada, sin intentar llegar en todas las formas posibles una vez y otra?".

Cree que la complicidad de los Gobiernos internacionales es lo que permite a Israel seguir "actuando de la forma que actúa, porque no tiene ninguna consecuencia las acciones que comete" y lamenta que las acciones diplomáticas no están siendo suficientes: "Nosotros lo que queremos hacer es que pare el genocidio, que pare la violencia, que se puede mantener y asegurar un corredor humanitario que permite que entran las ayudas humanitarias, sin restricción, sin condición, sin utilizarla como trampas para matar a más palestinos. Lo que queremos es que acabe la ocupación porque es la causa de lo que está pasando".