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Continúan los bombardeos y ataques contra la población Palestina en Gaza, sumándose 34.500 los civiles muertos a manos de Israel. Sin embargo, por primera vez en meses Hamás y el Gobierno de Tel Aviv han comenzado a acercar posturas para acordar un hipotético alto el fuego. Según el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, confía en que el grupo terrorista acepte la propuesta de Israel, que incluirá una tregua por fases con la liberación de los rehenes y la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.

La diplomacia avanza para lograr un alto el fuego en Gaza. Israel asegura que parará la invasión de Ráfah si Hamás libera a los rehenes. El grupo islamista ya tiene sobre la mesa la última propuesta de Tel Aviv. Este lunes enviará una delegación a Egipto con su respuesta a Israel.

Foto: Vista del campo de desplazados de Ráfah al sur de la Franja de Gaza (AFP)

El gobierno israelí sigue preparando la invasión de Rafah, en el sur de Gaza. Y mientras, después de meses de estancamiento, las negociaciones para un alto el fuego parecen avanzar. 

Netanyahu parece decidido a empujar un acuerdo para lograr la liberación de los secuestrados. Medios locales aseguran que aceptaría que fuera liberado un grupo menor de rehenes en una primera fase. 

Para discutir todo ello ha venido a Israel una delegación egipcia, que hacen de mediadores con Hamás, para impulsar el acuerdo de alto el fuego y los detalles de la operación terrestre que planea Netanyahu: la invasión de Rafah. 

Una ofensiva para la que ya se están preparando las tropas y se han trasladado tanques y otros vehículos militares a la zona.

Hamás ha publicado este sábado un vídeo en el que aparecen dos de los 113 rehenes que continúan retenidos en Gaza tras más de seis meses de conflicto, en el que imploran al Gobierno israelí un acuerdo de tregua para poder regresar a casa.

En el vídeo, de poco más de tres minutos, se ve a los rehenes Keith Siegel, ciudadano estadounidense de 64 años, cuya mujer fue también secuestrada y liberada durante la tregua de noviembre del kibutz Kfar Aza, y al cautivo Omri Miran, de 46 años y secuestrado el 7 de octubre del Kibbutz Nir Oz, según detalla la prensa israelí.

Las manifestaciones propalestinas en las universidades de Estados Unidos se han intensificado en los últimos días y ya hay más de 150 detenidos. Apoyados por profesores y ex alumnos, los estudiantes exigen a las instituciones que dejen de invertir en empresas vinculadas a Israel y que vuelvan a admitir a todos los estudiantes y profesores que han sido suspendidos, expulsados o despedidos por participar en las protestas contra la guerra en Gaza.

Aunque se están viviendo en campus de todo el país, el epicentro de esta movilización está en la Universidad de Columbia. Allí, los estudiantes han instalado un campamento improvisado y las autoridades universitarias negocian con los manifestantes un desalojo pacífico.

Las protestas están provocando mucha controversia. Miembros del Gobierno y del partido republicano consideran que las protestas son antisemitas y que provocan inseguridad en el alumnado judío. Sin embargo, los participantes en las protestas apuntan a que muchos de ellos son judíos.

Se trata de las movilizaciones más grandes en universidades desde que estalló la guerra en Gaza y desde la guerra de Vietnam en 1968. Además, se producen a pocos meses de las elecciones presidenciales en EE.UU..

Más de 600 personas se preparan para abordar el ferry Akdeniz, en Estambul, para cuando este salga con ayuda humanitaria destinada a la población de Gaza, a pesar del bloqueo de las autoridades israelíes del espacio marítimo de la costa palestina. Se trata de una iniciativa de la llamada Flotilla de la Libertad, que ya ha intentado llevar a cabo esta misión en dos ocasiones anteriores, sin que ninguna lograra romper el bloqueo marítimo.

La presión del Gobierno turco, que a su vez ha recibido la visita de ministros de varios países para impedir la salida del buque, ha retrasado la operación humanitaria, pero los organizadores esperan poder embarcarse pronto para llevar suministros y ayuda a los gazatíes.