Cientos de expilotos de la Fuerza Aérea israelí se han concentrado frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv para exigir al primer ministro, Benjamín Netanyahu, que detenga la guerra y que el Estado Mayor no ordene la ocupación de la Ciudad de Gaza. La protesta sin precedentes se suma al creciente descontento social contra la estrategia del Gobierno israelí.
Los familiares de los rehenes también han convocado para el domingo una jornada de protesta que incluirá una huelga simbólica, aunque el principal sindicato no la respalde por motivos legales. El alcalde de Tel Aviv, así como líderes de la oposición y universidades han apoyado la iniciativa, mientras Netanyahu mantiene su rechazo a cualquier negociación con Hamás y fija como condición para el fin del conflicto el desarme del grupo islamista y la liberación total de los cautivos.
Israel ha asesinado a 242 informadores desde octubre de 2023 según Naciones Unidas. Algunos, acusados de terroristas por el ejército israelí, otros, dicen que por estar en el sitio equivocado. Pero asesinar periodistas es un crimen de guerra, supone una grave violación del derecho internacional humanitario y un ataque a la libertad de prensa sobre todo en un lugar en el que se prohíbe el acceso a los medios internacionales.
Según un informe del Instituto Watson de relaciones internacionales el año pasado el conflicto en Gaza ya era el más mortífero de la historia para los profesionales de la información. Y este año la cifra ha seguido subiendo. Hablamos con Alfonso Bauluz, presidente de RSF.
Estaremos en Sudán, que sufre la peor crisis humanitaria del planeta.También en Ucrania porque los representantes de la Unión Europea insisten en la importancia de que el país forme parte de las conversaciones de paz sobre su guerra con Rusia. Vamos a conocer también un informe de Médicos sin Fronteras sobre el impacto de la política migratoria de Donald Trump. Analizaremos en una entrevista la reunión que se está produciendo en Ginebra con 179 países sobre los residuos plásticos y la vida de los océanos y además hablaremos de la UFC, la competición de las artes marciales mixtas, como estrategia política.
Cinco periodistas han muerto en un ataque israelí después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara una nueva operación ofensiva para ocupar la Ciudad de Gaza. Con ellos, ya son casi 240 los reporteros asesinados en los 22 meses de ofensiva.
Israel ha asegurado que uno de los fallecidos lideraba una célula de Hamás bajo apariencia de periodista. Naciones Unidas y otros organismos han denunciado lo ocurrido como un intento de silenciar voces críticas ante la inminente ocupación y han exigido una investigación. Uno de los reporteros, como un símbolo de la resistencia informativa, había dejado escrita una carta de despedida en caso de ser asesinado por el Ejército israelí.
En medio de bombardeos en la Franja y sin concretar zonas seguras para la población obligada a desplazarse, Netanyahu ya ha ordenado a las fuerzas israelíes que actúen lo más rápido posible para ocupar los últimos bastiones de Hamás, la ciudad de Gaza y los campamentos del centro y sur. El Primer Ministro obvia cualquier negociación para el fin de la guerra. Según su plan, una vez liberados los rehenes y con Hamás desarmada Israel se ocupará de la seguridad en la Franja, y una administración civil del Gobierno; que en ningún caso estaría en manos de la Autoridad Palestina.
El Ejército israelí ha matado este domingo al conocido periodista palestino Anas al Sharif, reportero de la cadena catarí Al Jazeera en un bombardeo de precisión en la Ciudad de Gaza, según han confirmado tanto las fuerzas armadas como periodistas en la Franja. Otros cuatro reporteros de la cadena han muerto también en el ataque.
Familiares de los rehenes de Hamás han protestado en Tel Aviv ante el plan del Gobierno de Benjamín Netanyahu de ocupar Ciudad de Gaza antes del 7 de octubre. Los afectados se agarran a ese margen de tiempo para intentar convencer al Ejecutivo y al Ejército para que la vía diplomática fructifique y los secuestrados israelíes que siguen vivos puedan regresar a casa. Foto: JACK GUEZ / AFP
"Nos están lanzando la comida por el aire y así nos están tratando como animales. Te roban la dignidad como persona, poder ir al mercado, poder comprar. Te obligan a sufrir, tienes que correr, tienes que pelearte como si estuvieses en una manada, como si estuvieses en una selva para poder conseguir tu comida. Esto deshumaniza a cualquiera". Son las desgarradoras y duras declaraciones de la periodista hispano-gazatí Huda Emad. Lo cuenta desde la ciudad de Gaza, donde vive desde hace ocho años. Llegó junto a su familia procedente de Linares, Jaén. Ahora está sola. Todos han regresado a España, pero ella aguanta por compromiso. Se ha empeñado en contar en español lo que está pasando en la Franja y lo que sufre su población por culpa del asedio de Israel.
La deriva de la crisis humanitaria está rozando el límite y el plan de Netanyahu de ocupar la ciudad empeorará aún más. El hambre está matando a los gazatíes. Lo narran en primera persona y sobre el terreno los protagonistas de esta tragedia. Desde que Israel comenzó la ocupación, en octubre de 2023, han muerto más de 61.000 personas.
La ONU sigue exigiendo la entrada masiva y urgente de ayuda, pero Israel mantiene obstáculos burocráticos y de seguridad para que llegue. Según Naciones Unidas, más de un tercio de la población solo logra alimentarse una vez al día.
El hambre como arma de guerra, y el sistema sanitario, destruido.
Mientras Netanyahu aspira a la ocupación total de la Franja, pese a la oposición interna de parte del ejército y de la sociedad, la desnutrición se instala en los campos de refugiados. Israa -Al Helou vive en Deir al- Balah, está embarazada y apenas tiene fuerza para hablar y para moverse. Solo come una vez cada dos días.
Las familias envían a los que tienen mejor estado físico a buscar comida, con el peligro de que nunca vuelvan. En el mercado, los precios de los escasos productos que se venden están por las nubes.
Desde 1967, Gaza ha vivido pocos años de paz. Fue conquistada por Israel a Egipto en la Guerra de los Seis Días y la ocupó durante 38 años en medio de grandes tensiones. Fue allí donde estalló la Primera Intifada en 1987. Ese mismo año nació allí Hamás, bajo la mirada condescendiente de Israel.
Israel ha comunicado esta pasada madrugada que tiene previsto ampliar su operación militar en Gaza. Hablamos con Haizam Amirah Fernández, director ejecutivo del Centro de Estudios Árabes Contemporáneos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha apostado por la presión militar y por meter más soldados en la Franja para ocupar la Ciudad de Gaza, lo que tendrá más repercusiones para una población exhausta y hambrienta. Las ONG han advertido de que la catastrófica situación humanitaria de la Franja, que ya está al límite, va a empeorar con los nuevos desplazamientos masivos.
El Gobierno israelí ha autorizado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y a su ministro de Defensa, Israel Katz, a ejecutar, sin necesidad de consultar al resto del gabinete, la primera fase del plan para finalizar la invasión de la Franja. Esta se producirá con una ocupación militar de facto de la Ciudad de Gaza, y que posteriormente quedará bajo una administración civil ajena a Hamás.
La población civil ha sido obligada a evacuar al sur de la localidad antes del 7 de octubre, fecha límite impuesta para el desalojo total. La medida llega tras el fracaso de la ofensiva de mayo, y solo se revertiría si Hamás se desarma y libera a todos los rehenes. El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, ha advertido de los riesgos para los rehenes y del agotamiento de las tropas.
La oposición también considera el plan un desastre, mientras que los familiares de los rehenes lo ven como una sentencia de muerte. Hamás advierte que Israel pagará un alto precio, y que la decisión de Netanyahu condenará a los israelíes secuestrados.
En julio más de mil profesionales de la cultura firmaron una carta a Pedro Sánchez solicitando el embargo de armas a Israel. En la música particularmente un gran número de artistas han cancelado sus conciertos en festivales nacionales al conocer la presencia del fondo proisraelí KKR.