La localidad española de Torre Pacheco, aún blindada por un fuerte dispositivo policial, ha vivido una segunda noche de tranquilidad después de varios días de altercados racistas contra la comunidad inmigrante magrebí.
La intensa vigilancia de unos 140 agentes de la Guardia Civil y la Policía Local, el control del barrio donde vive la mayoría de la población marroquí y de los automóviles que accedían a la localidad, ha contribuido a la vuelta a la normalidad de este pueblo de 40.000 habitantes, un tercio de ellos inmigrantes.
Los incidentes comenzaron después de que hace una semana un hombre de 68 años fuera agredido supuestamente por un marroquí ajeno al municipio, que ya fue detenido, y otros dos que colaboraron en la paliza y están en libertad provisional con medidas cautelares.
Torre Pacheco es un municipio de 40.000 habitantes que acoge migrantes desde hace tres décadas. La multiculturalidad y la diversidad son señas de identidad de esta localidad en la que los vecinos reconocen que la desigualdad y la pobreza pueden alimentar conflictos como los vividos los últimos días, con llamadas de grupos de ultraderecha a la "cacería de inmigrantes", por lo que exigen más políticas públicas orientadas al empleo, la educación y la vivienda.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido este jueves una reunión extraordinaria de la Comisión de seguimiento del Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio tras los disturbios vividos en la localidad murciana de Torre Pacheco.
"Las redes sociales se llenaron de mensajes xenófobos, de señalamientos que recuerdan a otras épocas, de invitaciones a cacerías y persecuciones que no buscan la verdad, sino la criminalización de determinados colectivos", ha manifestado el ministro del Interior, para recalcar que "son actitudes inadmisibles, que han crecido en los últimos años alentadas por el anonimato en las redes pero también, y esto es lo más grave, por políticos irresponsables, por auténticos pirómanos que son los primeros en alentar la confusión”.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha viajado este miércoles a Mauritania para seguir impulsando la cooperación en materia migratoria con el fin de ayudar al país africano a afrontar la presión a la que está sometida y contener la salida de embarcaciones desde sus costas hacia las Islas Canarias.
"Quiero reivindicar la colaboración con países como Mauritania para garantizar una migración segura y ordenada, que redunde en el mutuo beneficio de nuestras sociedades", ha expresado Sánchez en una comparecencia desde el país africano al término de la reunión con su homólogo en el país.
El próximo Consejo de Ministros aprobará la creación de 1.200 plazas de asilo en la península para los menores migrantes. El Gobierno central y el canario pedirán al Supremo autorización para reubicar a estos solicitantes de asilo. Alfonso Cabello, portavoz del Gobierno de Canarias, critica en el informativo '24 horas de RNE': "Casi un mes y medio después sigue sin salir ninguno de los menores migrantes no acompañados [...] No se están poniendo ni los recursos materiales, ni humanos, ni los medios necesarios".
El portavoz del Gobierno de Canarias cree que "el camino es la migración regular", pero añade: "Mientras haya desigualdades entre el continente africano y el europeo y Canarias sea frontera sur, tenemos presión migratoria", concluye.
En Torre Pacheco la ultraderecha ha fracasado. Este martes por la tarde medía su pulso en una convocatoria a la que acudían menos de cien personas. Había más prensa que manifestantes. La localidad murciana nunca antes había sido escenario de tantos drones, controles y antidisturbios. Sus vecinos respiran cierto alivio, tras una noche en el que se temían lo peor. Los vecinos buscan ahora volver a la normalidad tras cinco noches de tensión y dicen que "ahora" los agitadores se irán pero ellos se quedan para "reparar las heridas del odio".
Los ultras se concentraron en las calles de Torre Pacheco a última hora de este martes convocados para una "cacería de inmigrantes". Los congregados profirieron gritos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contra la prensa española, entre otros. Era el primer día de la cacería convocada en redes para esta semana y la quinta noche de tensión en esta localidad murciana desde que comenzaron los disturbios y la persecución. La convocatoria de estas protestas ha quedado desinflada por la fuerte presencia policial tras los episodios violentos por las proclamas racistas de grupos de ultraderecha, que han provocado disturbios y altercados en respuesta a la agresión contra un vecino de 68 años, supuestamente, perpetrada por jóvenes magrebíes, el pasado miércoles 9.
Desde hace días Torre Pacheco vive dos caras. Tras las noches de altercados, por el día regresa la normalidad total, o casi… En el centro, por ejemplo, Sonia ha vuelto de vacaciones y no ha notado nada extraño. El día después de esa llamada "cacería de migrantes" anunciada en redes sociales, las calles están casi vacías. Los vecinos del pueblo, temerosos, se resguardan en sus casas.
Noche sin disturbios en Torre Pacheco, el municipio murciano que sigue blindado, con un fuerte despliegue policial que frustró la convocatoria de grupos racistas de ultraderecha para hacer este martes 15 de julio lo que denominaban una "cacería" de migrantes, a raíz de la agresión a un vecino del municipio que se recupera de las heridas. Aumentan además los detenidos: En Mataró, en Barcelona, han arrestado al líder de un grupo ultra por precisamente hacer convocar esas cacerías por redes sociales. Además, han decretado prisión provisional sin fianza para joven marroquí detenido en Rentería como presunto autor de la paliza a un jubilado que fue el origen de este conflicto. La Fiscalía ha abierto diligencias contra José Ángel Antelo, el líder de Vox en Murcia, por sus mensajes en redes vinculando inmigración y violencia. Su partido le defiende, su líder Alberto Núñez Feijóo marca distancias con Vox —aunque sin nombrarles— y el Gobierno señala a los de Abascal por alimentar el odio con mentiras. El Supremo descarta investigar a Félix Bolaños, como pedía el Juez Peinado, en el Caso Begoña Gómez. La Sala de lo Penal considera que hay una "absoluta falta de indicios". Duro tijetetazo en los presupuestos de Francia. Un plan de ajuste de cuatro años con el que se congelan pensiones, mengua el empleo público y el gasto social para reducir su deuda. Eso sí, habrá un aumento del presupuesto en defensa. Foto: JOSE JORDAN / AFP.
El discurso de Vox sobre la inmigración ha subido de tono en los últimos días. "No podemos consentir que nuestros institutos se llenen de niñas con la cabeza tapada", indicaba recientemente en una rueda de prensa Samuel Vázquez, portavoz de la formación.
Estos son mensajes que también se han escuchado en el Congreso de los Diputados. "El aumento de las violaciones en España ha sido brutal bajo su Gobierno [el de Pedro Sánchez] por sus políticas migratorias", defendía recientemente el presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha recalcado en varias ocasiones que su partido "va a seguir exigiendo las deportaciones de todos los que entren ilegalmente en suelo español".
Con estas intervenciones de fondo, los expertos no descartan posibles delitos de odio, ya sea "si hablamos de discurso de odio, que se esté incitando al odio y difundiendo el odio; o si estamos hablando de hechos que se cometen en el espacio físico y sean actos que humillen", como explica Susana Gisbert, fiscal especializada en delitos de odio.
Con los disturbios en Torre Pacheco, estos discursos han ganado aún más fuerza. "Estamos cansados de ver a magrebíes y la inmigración ilegal suelta, con puñales, botellas, agrediendo a mayores...", expresaba José Ángel Antelo, presidente de Vox en la Región de Murcia. Y por este tipo de declaraciones, la Fiscalía de la región investigará si se está incitando al odio.
Mientras Vox hace estas declaraciones, en las calles hay grupos ultras que convocan concentraciones para "cazar" migrantes. "Cuando se hace un llamamiento para que se ataque a determinadas personas por razón de su procedencia geográfica o del color de su piel, ahí tenemos un discurso de odio clarísimo", señala Gisbert.
En el barrio de San Antonio de Torre Pacheco viven Miguel Ángel y Dylan, su nieto. Miguel Ángel llegó al barrio hace 25 años y en su casa, indica, sienten preocupación por lo que ven los niños a raíz de los disturbios y los sucesos violentos de los últimos días. "Llegamos aquí hace 25 años y desde entonces no hemos sentido ningún problema. Ahora no sé qué ha pasado, se ha ido algo de las manos", cuenta a TVE.
Dylan reconoce que ha tenido "mucho miedo" y que la situación le pilló desprevenido. "Estoy un poco traumado porque nos pilló de sorpresa y cuando subí a casa estaban ya tirando botellas", explica.
Su abuelo indica que no tienen miedo porque "ellos no hacen nada" malo, pero siente que los niños vean este tipo de situaciones y se puedan poner "nerviosos". "Esperemos que esto se recomponga y que haya más seguridad para los niños y los mayores", cuenta.
La comunidad magrebí en Torre Pacheco es numerosa, lleva años viviendo en el pueblo y hay jóvenes que ya han nacido allí. La agresión al vecino les ha puesto en el punto de mira.
En el barrio de San Antonio hay una generación de jóvenes que han nacido en la localidad. Cuentan a TVE que a pesar de ser españoles, siempre han sido tratados como "los moros" y viven la paradoja, además, de que en los países de origen de su familia son vistos como extranjeros. Cuentan que la agresión a un vecino de 68 años, en el inicio de este conflicto, les ha producido "miedo, rabia y rechazo", y les preocupa especialmente porque se está generalizando e incluyendo a todos en el mismo saco.
