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Acuerdo migratorio UE-Turquía

La tragedia humanitaria como elemento político

  • Se cumple un año del acuerdo de devoluciones entre la UE y Turquía
  • El cierre de la ruta griega ha disparado las muertes en el Mediterráneo
  • Varias ONG denuncian la situación y cuestionan el acuerdo
  • Toda la información: Crisis de los refugiados
  • Mapa interactivo: Las rutas de los refugiados

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Policías turcos escoltan a un grupo de migrantes procedentes de Europa en el puerto de Dikili (foto archivo)
Policías turcos escoltan a un grupo de migrantes procedentes de Europa en el puerto de Dikili (foto archivo)

Con dos millones de migrantes buscando ayuda o hacinándose en campos improvisados, las fronteras desbordadas y el protocolo de Dublín -procedimiento legal de asilo- fuera de combate por saturación, Bruselas afrontó la crisis de los refugiados iniciada en 2015 con un acuerdo de traslado provisional de aquellos en situación irregular a Turquía desde Grecia, lugar principal de entrada en ese momento.

Este sábado se cumple un año de la firma de ese documento y se reconocen sus resultados pero también es cuestionado, tanto por sus motivaciones políticas como por el impacto humanitario. Ankara accedió a cambio de prestaciones económicas y una futura apertura de visados. La UE ha conseguido a cambio tiempo para los trámites y alivio para la administración. Pero la voluntad de huir de la miseria no se ha reducido.

Los refugiados que escapan de Siria y los migrantes económicos han buscado nuevas rutas de acceso a Europa. Esto ha provocado una situación de inseguridad y miles de muertes, alertan varias ONG. Una de estas rutas alternativas, la que cruza el Mediterráneo desde Libia hacia Italia, ha dejado más de 4.800 muertes en naufragios desde la firma del acuerdo "un 25% más" desde el año anterior, denuncia La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

El año de la tragedia de los refugiados

Las alternativas de Europa

"Frente a la opción de empoderar a Turquía, hubiera sido mejor otro tipo de acuerdo. No situarla como nuestro 'guardián' y asumir nuestras reponsabilidades", explica a RTVE.es David Moya Malapeira, profesor de Derecho Constitucional e investigador del Centro de Estudios Internacionales CIDOB. Según Moya, los migrantes "podrían haberse distribuido de otro modo. El flujo se está desviando a Libia y la travesía por mar genera mayor mortalidad".

El profesor nos recuerda una de las opciones legales que Bruselas tuvo a disposición: "La Directiva de Protección Temporal es un 'botón rojo' creado en 2001-2003 que pudo haber sido activado por el Consejo de la Unión Europea. Empodera a la UE sobre los Estados (para asumir sus cuotas) pero los Estados no quisieron activarlo", señala.

Según el investigador, el acuerdo con Turquía "fue una improvisación para no aplicar este mecanismo", y el resultado han sido "soluciones parciales". Haber antepuesto la "soberanía nacional" a la "solidaridad" ha provocado una distribución injusta del esfuerzo de los países miembros para hacer frente a este crisis humanitaria.

Como terapia de choque, la Comisió Europea fijó en 2015 una asignación de cuotas de reubicación de refugiados según el tamaño de la población, el PIB, la media de solicitudes de asilo y el desempleo. Año y medio después, "Alemania y Suecia han asumido mucho más de lo que les debe de tocar -Alemania ha recibido en su suelo a más de un millón de migrantes-, y esto no es justo", insiste, y compara con "España, Austria, Hungría o Polonia, que no están colaborando".

Turquía, solidaridad y estrategia política

Turquía, por delante de Líbano y Jordania, es actualmente el país con mayor número de refugiados del mundo, con más de 2,7 millones de personas acogidas. Con una frontera de 900 km con Siria, es un país receptor natural y considerado un país "seguro", donde los refugiados "no son perseguidos ni devueltos a Siria", apunta Moya. "Tenía restringido el Convenio de Ginebra solo a ciudadanos de la UE y no a los sirios", señala, "pero ahora lo ha modificado", añade, aunque esto "no es necesariamente cierto".

La coordinadora de los servicios jurídicos de CEAR, Paloma Favieres, ha denunciado las continuas devoluciones sin procedimiento previo desde Turquía, y protesta por el "chantaje" de este país a la UE para favorecer sus "intereses particulares". Y subraya: "Turquía tiene un número de condenas por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos muy significativo; no es un país para las personas que huyen de la guerra y la persecución".

Mientras tanto, la Unión se resiste a abrir el grifo de los visados y Ankara reclama su parte del trato. Lo hace en un clima enrarecido tras la desaprobación por Bruselas de la represión desplegada tras el fallido golpe de Estado en julio, y de las fricciones diplomáticas con Holanda y Alemania por los intentos de hacer campaña en favor de un referéndum turco que de mayor poder a Erdogán.

El viernes, el ministro turco de Interior, Soliman Soylu, amenazó con lanzar "15.000 refugiados cada mes sobre Europa" si Bruselas no satisface sus demandas, "y perdéis la cabeza", dijo, según el diario Hürriyet.

"¿Habeís integrado a Turquía en la UE?, ¿Nos habéis ayudado a luchar contra el terrorismo?", acusó Soylu. En los pasados días, Erdogan ha acusado a Alemania y Holanda de comportamientos "nazis" y "fascistas", y ha llegado a atribuir a Amsterdam el genocidio de unos 8.000 musulmanes en la localidad bosnia de Srebrenica, cometido por milicias serbobosnias.

Erdogan califica de "vestigio de nazismo" la prohibición de Holanda de entrar al ministro turco de Exteriores

Ankara y Bruselas: condenadas a entenderse

A pesar de todo, el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, el chipriota Christos Stylianides, ha asegurado este viernes que "no hay solución alternativa" al acuerdo entre la UE y Turquía. "Tenemos que ser pragmáticos, realistas, no hay solución alternativa para enfrentar esta situación sin precedentes de crisis humanitaria. Es la única manera de afrontar esta situación", ha afirmado Stylianides en Madrid, donde ha intervenido en un encuentro sobre la importancia de la educación en las situaciones de conflicto.

En el Forum Europa, el comisario europeo ha admitido que "es difícil, a veces, hacer afirmaciones tan pragmáticas, pero es la realidad. Necesitamos este acuerdo". Y ha recalcado: "Este es el titular: les necesitamos a ellos y ellos nos necesitan a nosotros. Esa es la realidad", ha recalcado.

Aunque ha reconocido que el acuerdo con Turquía incluye "aspectos polémicos" y que es objeto de "críticas", ha reiterado que la UE necesita este acuerdo "para ofrecer ayuda humanitaria dentro de Turquía y aliviar el sufrimiento de la gente". Stylianides se ha mostrado convencido de que "el dinero europeo va a satisfacer las necesidades de los refugiados" en Turquía.