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La Bolsa de Tokio cae más de un 4% por la debilidad de China y la quiebra de una naviera

  • China ralentiza su producción industrial
  • La naviera Daiichi Chuo Kisen entra en bancarrota

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Dos japonesas pasan ante unos paneles bursátiles en Tokio
Dos japonesas pasan ante unos paneles bursátiles en Tokio.

El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio ha cerrado con una caída de 714,27 puntos, un 4,05%, y se situó en las 16.930,84 unidades. El parqué japonés ha sufrido por la debilidad de la economía china, las malas perspectivas para el crecimiento global y la quiebra de una naviera.

El segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, retrocedió 63,15 unidades, un 4,39%, hasta los 1.375,52 puntos.

El regulador de la Bolsa de Tokio ha suspendido la cotización de las acciones de la naviera japonesa Daiichi Chuo Kisen tras conocerse su quiebra, lo que no ha evitado que la noticia desencadenase notables pérdidas en el sector del transporte marítimo.

La naviera se ha declarado en bancarrota al arrastrar deudas de 108.000 millones de yenes (799 millones de euros), y tras verse dañada por la caída de la demanda de China de materias primas como el hierro y el carbón.

Daiichi Chuo, cuyo mayor accionista es el gigante japonés del transporte marítimo Mitsui OSK Lines, cubría las principales rutas marítimas entre Australia, Japón, India y China, y contaba con valor de mercado estimado en 96 millones de dólares (85 millones de euros). La empresa había incurrido en pérdidas netas en los cuatro últimos ejercicios.

Los inversores japoneses se han mostrado muy activos con cerca de 2.800 millones de títulos que han cambiado de manos. Wall Street cerró el lunes con pérdidas, el Dow Jones retrocedió un 1,92% y el Nasdaq se dejó un 3,04%.

China sigue siendo motivo de preocupación, tras los malos datos de su evolución industrial. En este ambiente de inquietud, las materias primas se han desplomado y el precio del barril de petróleo ha caído más de un dólar en Nueva York. El yen se ha convertido en un valor refugio, el billete verde se cambiaba a 119,43 yenes al cierre, por 120,26 yenes en la víspera, incitando a los corredores a deshacerse de las acciones de las empresas exportadoras japonesas.