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Alemania, motor de la UE, se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre y Francia siguió estancada

  • En ambos países hubo un balance negativo de comercio exterior e inversión
  • París reduce a la mitad su previsión de crecimiento para este año
  • El ministro de Finanzas galo advierte: "El crecimiento está averiado en Europa"

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La canciller alemana y el presidente francés hablan durante un Consejo Europeo

La economía alemana, el motor de la Unión Europea, se frenó en seco en el segundo trimestre, cuando su PIB se contrajo un 0,2% en comparación con el trimestre anterior, según el dato provisional publicado este jueves por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Mientras, en Francia, la actividad económica se estancó de nuevo entre abril y junio -repitiendo el dato del primer trimestre, tal y como ha anunciado el Instituto Nacional de Estadística galo (Insee)- y París ha tenido que reducir a la mitad su previsión de crecimiento para todo el año.

Ambos datos se unen al regreso a la recesión de Italia, con lo que las tres grandes economías de la zona euro ofrecen muestras de debilidad y reactivan las dudas sobre la salida de la crisis en la eurozona, que vió estancarse su crecimiento entre abril y junio.

Los analistas y el Gobierno alemán ya habían avanzado en los últimos días que la mayor economía europea se había enfriado en relación con el primer trimestre, debido a la incierta recuperación de la eurozona y la crisis de Ucrania. No obstante, la tasa de evolución del PIB es peor de lo estimado por la mayoría de analistas, que barajaban un estancamiento y no una caída.

París: "El crecimiento está averiado en Francia y en Europa"

"Junto a la débil evolución de la eurozona, afecta también la inseguridad derivada de los acontecimientos geopolíticos", expone el Ministerio de Economía germano en su informe mensual de agosto publicado el pasado martes, donde subraya, no obstante, que la "positiva tendencia" de base "sigue estando intacta", que el mercado de trabajo se mantiene "estable", que los ingresos "suben" y la tendencia de consumo "continúa alta".

Así, los economistas destacan que, frente a lo que sucede con sus vecinos, el traspiés alemán se debe fundamentalmente a factores externos, ya que aseguran que los fundamentos de su economía son sólidos.

Por contra, el Gobierno galo ha reconocido este jueves que Francia no cumplirá sus objetivos de crecimiento y déficit en 2014, tal y como señala el ministro de Finanzas, Michel Sapin, en una columna publicada este jueves por el diario Le Monde.

"El crecimiento está averiado, tanto en Francia como en Europa", reconoce en su artículo el ministro, quien considera que "más vale asumir lo probable que esperar lo que no será" porque -continúa- "la verdad es indispensable para tomarle la medida a los hechos, la voluntad es necesaria para hacer mover los frentes y enderezar el país".

Las exportaciones germanas crecieron menos que las importaciones

La caída intertrimestral de la economía germana - la primera desde la del período enero-marzo 2013, cuando se contrajo un 0,4%- se explica fundamentalmente por la contribución "negativa" del comercio exterior y la reducción de la inversión, según Destatis, que también ha rebajado ahora el crecimiento del primer trimestre: el país germano creció 0,7% en lugar del 0,8% adelantado.

Las exportaciones crecieron menos que las importaciones entre abril y junio, principalmente por la débil demanda europea, por lo que el sector exterior contribuyó de forma negativa al crecimiento, algo inusual en esta economía.

Las inversiones -especialmente en construcción- se redujeron de forma drástica respecto al período enero-marzo, en parte debido a que el suave invierno vivido en esos meses interrumpió menos de lo normal la actividad en este sector. "Una de las razones probablemente fue el clima extremadamente cálido, que provocó mayores tasas de crecimiento en el principio del año", indica Destatis, que por primera vez ha aplicado la nueva metodología ordenada por Bruselas para calcular el PIB.

Los retrocesos no se pudieron compensar con un consumo privado que siguió mejorando y el gasto del sector público, que avanzó ligeramente en comparación con el primer trimestre de este ejercicio.

En comparación con el segundo trimestre de 2013, la economía alemana creció un 1,3% entre marzo y junio, muy por debajo del 2,5% interanual que registró entre enero y marzo. Pese a eso, el Ejecutivo de Angela Merkel confía en cumplir sus estimaciones y mantiene la previsión de crecimiento en 1,8% para el conjunto del año.

Gasto público y de hogares compensa la caída de inversión en Francia

En cuanto a Francia, entre los pasados abril y junio registró una caída de las inversiones empresariales (-0,8% respecto al primer trimestre) y un déficit en el comercio exterior, que restó 0,1 puntos de PIB a la economía gala.

Además, la producción de bienes y servicios se redujo un 0,1% y "la producción de bienes manufacturados se contrajo de nuevo (-1,0%) en casi todos los sectores de la economía", según el Insee.

Esas bajadas se compensaron por las subidas del gasto público (0,5% en comparación a enero-marzo) y el consumo de los hogares (0,5%).

Con este dato, Francia acumula un crecimiento del 0,3% en los seis primeros meses del año, pero su avance respecto al segundo trimestre de 2013 queda reducido al 0,1%.

La economía francesa crecerá la mitad de lo previsto en 2014

Por eso, el ministro de Finanzas, Michel Sapin, ha admitido que el avance de la economía francesa al final del año será "del orden del 0,5%" frente al objetivo del 1% que el Ejecutivo defendía hasta ahora, admite Sapin, quien tampoco espera un crecimiento "muy superior al 1%" en 2015.

El déficit público de Francia al cierre de 2014 será "superior al 4%" del producto interior bruto (PIB), frente a la previsión anterior del 3,8%, añade el ministro francés.

En su columna, Sapin asegura que el Ejecutivo francés del primer ministro, Manuel Valls, llegará "hasta el final" con el llamado "pacto de responsabilidad" que prevé ahorrar 50.000 millones de euros en tres años, pero avisa de que "muchos" de los socios europeos de Francia tampoco alcanzarán los objetivos fijados, por lo que reclama a Bruselas una reacción continental.

"La verdad es ésta: la situación de un crecimiento débil, una inflación débil y una reducción de déficits aún más débil tiene su origen en causas propiamente francesas, pero también en situaciones a las que solo se puede aportar una reacción europea global", advierte el responsable de las Finanzas galas.

En ese sentido, reclama al Banco Central Europeo (BCE) que aplique "una política monetaria adaptada a la situación excepcional" que vive la zona euro y, a la nueva Comisión Europea una "reorientación"de las políticas comunitarias.