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Cayo Lara es proclamado por unanimidad coordinador federal de IU por cuatro años más

  • Su lista al Consejo Político recibe el 84,85% del voto de los delegados
  • La elección del líder concita una unidad jamás vista desde 1994
  • Manda un recado: "Mañana, al tajo, a las movilizaciones, a la alternativa"
  • "¡Esta es la Syriza española, no hay que buscarla fuera!", clama
  • Declaración política de la X Asamblea de IU (en PDF)

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Cayo Lara reelegido como coordinador federal de IU

Ya está. Conseguido. Izquierda Unida se ha hecho la foto de la unidad que tanto ha perseguido, que tanto ambicionaba y que tanto se le ha resistido. Cayo Lara ha sido proclamado por unanimidad coordinador federal por otros cuatro años más.

Unanimidad. La palabra ya suena extraña en una casa de equilibrios tan delicados y tan difícil de construir como IU. Pero ahí está. Los 158 miembros del nuevo Consejo Político Federal (CPF) le han reelegido líder sin fisuras.

Apenas ha sido necesaria una reunión de trámite de unos pocos minutos del CPF para sancionar lo obvio. Pero a ese Consejo le había elegido a su vez esta X Asamblea Federal por amplísima mayoría. La lista que encabezaba el propio Lara, la única presentada, la integrada por esos 158 miembros, ha recibido el apoyo directo del 84,85% del voto de los delegados. En números absolutos: 790 apoyos, 89 votos en blanco y 52 nulos.

Ni rivales internos, ni fantasmas del pasado, ni más rencillas. IU cierra un cónclave que pasará a la historia por un consenso y un músculo jamás visto desde los tiempos de oro de Julio Anguita –para hilar fino, desde 1994, desde la IV Asamblea– y también por proyectar un mensaje nítido: la federación se siente ya "alternativa real de gobierno".

Que IU cree tocar el poder con la punta de los dedos lo dicen los documentos sancionados en este cónclave –de forma más rotunda, la llamada Declaración de Madrid, aprobada esta mañana por un 98,69% de los votos– y lo ha dicho y repetido el propio Lara antes y, sobre todo, después de su proclamación. En el broche final de la asamblea.

Un líder "hecho un flan"

Al coordinador se le veía emocionado tal vez como nunca. Con voz temblorosa primero, vigorosa después, en ocasiones al borde de la lágrima. Él mismo ha dicho estar "hecho un flan", pese a que no ha habido sorpresa ni negociaciones de infarto.

Lara ha recorrido todos los pasajes vistos durante el fin de semana: la reivindicación del "orgullo" por la pertenencia a IU, la satisfacción por la "cohesión interna y externa", la crítica sin concesiones a las políticas de los "recortadores" en la Unión Europea y en España, la insistencia hasta la extenuación de la "alternativa".

El líder promete las dos conferencias políticas para dentro de seis meses

Pero, consciente de que no vale con regocijarse del camino andado en estos cuatro años y sabedor también de que está todo por construir, ha lanzado una advertencia a sus compañeros: "Mañana al tajo, a las movilizaciones, a las mareas, a la alternativa, a los ayuntamientos, a las diputaciones, a las comunidades autónomas, al Parlamento, a la iniciativa permanente. Mañana a trabajar, a mover a la gente. Si lo hacemos así, cuando llegue el socialismo nos va a pillar trabajando". Y para ello, hay que utilizar una aguja imprescindible: la de la "ética y la honestidad", no la corrupción que sólo sirve para "desprestigiar la política" y lo público.

Esto es, nada de dormirse en los laureles. Y tarea queda. Queda nombrar los órganos más pequeños de poder (la Ejecutiva y la Presidencia), redactar más medidas alternativas, no dejar de pisar la calle y las instituciones. Y en el horizonte, dos tareas inmediatas: discutir sobre la construcción europea y el euro y debatir sobre el modelo de Estado federal. Ambas cuestiones se sustanciarán en dos conferencias políticas monográficas que se celebrarán, según ha anunciado,  en un plazo de seis meses.

Presume de una IU "en mayúsculas", más"cohesionada y sólida" que nunca

El objetivo a largo plazo es ir conformando un bloque político y social amplio, que represente a una "mayoría social" capaz de "conquistar el poder". Hasta ahora, IU siempre miraba con cierta envidia a Syriza, la coalición que quedó como segunda fuerza política en Grecia en las generales de este año y a la que hoy las encuestas aúpan al primer escalón.

Lara ha animado a los suyos a hacer patria de su formación y a pensar que el original del modelo está aquí, que hay que presumir de una IU más "cohesionada y sólida" que nunca: "No hay más una Izquierda Hundida –como la prensa la denominaba en los años de vacas flacas y de caída sin freno–, sino una IU en mayúsculas y con mucha más gente. Esta es la Syriza española. No hay que buscarla fuera. ¡Es nuestra Syriza!".

"Devolver la esperanza a la gente"

El líder ha recordado que hay muchos más elementos para meter en el cajón del orgullo, para clamar "No todos somos iguales". Lo ha desgranado: unos recortan y otros –IU– están "frente a los recortadores", unos desahucian y otros están "desahuciados", unos modifican la Constitución y otros defienden una Carta Magna "garantista", unos están con "el ladrillo y la especulación" y otros combaten la corrupción, unos quieren la "confesionalidad del Estado" y otros están con "la escuela laica, con la Europa laica", unos prefieren medidas "represoras" y otros están con los "reprimidos".

"Tenemos que ser voz y vehículo de nuestra militancia, de la que vende cervezas, de la que vende lotería. Y esa militancia debe ser la voz de la ciudadanía. Esa militancia que forma parte del sufrimiento de tanta gente", ha reforzado. De hecho, IU dice "necesitar" el poder "para que los que han perdido la esperanza la vuelvan a recuperar, porque es posible una alternativa diferente".

Llama a su militancia a asumir la voz de la ciudadanía

De modo que poco a poco IU debe ir culminando la principal encomienda que sale de esta X Asamblea: una acumulación de fuerzas para organizar la "rebelión democrática" y "tomar el poder" y desde ahí tejer un proyecto constituyente que preserve los "derechos sociales y laborales" y además "sitúe en el horizonte la III República".

Hay que trabajar poco a poco, uno a uno: "Hay que conquistar el poder para poner las leyes al servicio de  la mayoría social. Tenemos que conquistar el cerebro y el corazón de  la gente, como nos conquistaron a nosotros para hacer crecer a esta  organización. Vamos a construir el socialismo del siglo XXI".

Números abrumadores

Lara se encontraba henchido de satisfacción.  Rodeado en el escenario de todo el nuevo Consejo Político, intentando aplicar a cada palabra el "corazón" y la "pasión" que le gusta añadir. Como en sus tantos mítines de campaña.

Los textos reciben un respaldo superior al 90%

Tenía motivos para estar confortado. La asamblea ha concluido este domingo calmada, sin sobresaltos, hasta "aburrida". Con números que reflejan un apoyo aplastante a su proyecto. Además del 98,69% de la Declaración de Madrid, el texto más importante de este cónclave, está la votación rotunda de los largos documentos de tesis. El político ha recibido 448 votos a favor (96,76%), ninguno en contra y 15 abstenciones. El de alternativa económica, 451 síes (95,75%), 2 en contra y 18 abstenciones. El de estatutos, 431 apoyos (90,36%), 20 en contra y 26 abstenciones. La Comisión Federal de Garantías, un respaldo del 91,50%. La de Finanzas, un 94,64%. El propio líder había recabado en la noche del sábado 874 avales, de un total de 959 acreditados.

Lejos ya "las rencillas del pasado"

La pregunta es si esa unidad perdurará. Varios dirigentes y delegados consultados por RTVE.es creen que sí, que no es de pega, que ese consenso se asienta en una "convergencia política" muy amplia, que se pedía desde fuera y, como no se ha cansado de repetir Lara, también demandaban las bases de IU "por responsabilidad" con la que está cayendo fuera y porque este es "el momento más difícil de la democracia". "Se entra en un nuevo tiempo, se entierran las rencillas del pasado, los fantasmas de antaño, y se empieza a mirar al futuro", analizaba un influyente miembro de la dirección saliente.

Un dirigente analiza que "se entierran ya las rencillas del pasado"

El engrudo que servirá para cohesionar a todas las familias, piensan varios responsables, es un proyecto político con un horizonte diáfano: construir alternativa para que IU sea una opción de gobierno, objetivo que nunca había estado tan presente como hasta ahora. En los pasillos del hotel Auditórium de Madrid, donde se ha celebrado el cónclave, no se pensaba que esta insólita unidad fuera comparable a la lista unitaria de la asamblea de la federación madrileña de 2009, que al cabo de pocos meses se hizo añicos. "Ese consenso era de cartón piedra, un apaño, este es mucho más sólido". Y en él parecen encontrarse cómodas las minorías. Entre ellas, la más abultada, Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares que firmó el jueves la paz con la mayoría que sustenta a Lara.

Otro advierte de que unidad no puede ser "cerrojazo al cambio"

Las caras de los delegados arrojaban a las claras cuánto ha cambiado IU: se veía alivio, respiro, entusiasmo e ilusión. Todo lo más, alguna prevención aislada para que la unidad no signifique "cerrojazo al cambio".

Lara marchaba del hotel cerca de las cuatro con la alegría y la emoción en su rostro. Acompañado de su mujer, Juani, y de uno de sus hijos, felicitado por todos. El hombre que arribó al liderazgo de IU en un tiempo revuelto hace cuatro años se iba este domingo con la casa en paz y con un ambicioso proyecto en su carpetilla roja.