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El Gobierno planea aplicar el 'céntimo verde' al gas natural en lugar de a los carburantes

  • Quiere destinar la recaudación a acabar con el déficit de tarifa del sector eléctrico
  • Opina que los combustibles de automoción ya soportan mucha carga fiscal

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El Gobierno pretende  aplicar un céntimo verde sobre el gas natural para destinar lo que recaude a acabar con el déficit de tarifa del sector eléctrico. Así, renuncia a aplicar este gravamen sobre los carburantes, al  considerar que este sector ya realiza un importante esfuerzo fiscal y,  además, se verá penalizado por la subida del IVA del 18% al  21% a partir del 1 de septiembre.

Según informaron a Europa Press fuentes gubernamentales, el céntimo verde se aprobará en el marco de la reforma energética  que ultima el Ejecutivo y se aplicará exclusivamente al gas natural, por lo que  no afectará de este modo a los combustibles de automoción.

El pasado marzo, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ya propuso al Gobierno que impusiera un nuevo impuesto sobre el gas natural y los carburantes para que estas fuentes de energía cargasen con parte del coste que suponen las primas a las renovables y la cogeneración.

Tapar un agujero eléctrico de más de 24.000 millones

La intención del Ministerio de Industria es destinar lo que se  recaude por esta vía a reducir el déficit tarifario, en lugar de  elevar los ingresos fiscales, dado que el desfase entre ingresos y  gastos en el sector eléctrico asciende ya a 24.000 millones en  términos acumulados. Ese déficit eléctrico va creciendo a un ritmo de 6.000 ó 7.000  millones al año.

Los operadores de productos petrolíferos señalan que el aumento de  imposición fiscal sobre los carburantes está afectando al consumo y a  los costes energéticos de particulares y de empresas. Por eso, ya habían  advertido al Gobierno de que la competitividad de la economía  española se vería seriamente perjudicada por un nuevo aumento de la  fiscalidad de los carburantes, en un momento especialmente difícil en  el que España ha vuelto a entrar en recesión.

Los combustibles de automoción ya se ven gravados por el llamado céntimo sanitario, que se ha aumentado a lo largo de 2012 en su tramo autonómico en gran parte de las comunidades autónomas -Valencia, Castilla y León, Cataluña, Baleares, Cantabria, Castilla  La Mancha y Andalucía-, lo  que ha repercutido en el precio  medio en una subida de unos dos céntimos de euro por litro.

Además, al aumento de los impuestos especiales de la gasolina y  del gasóleo aplicado en junio de 2009 de 2,9 céntimos de euro por  litro, hay que añadirle el IVA, que subió del 16% al 18% el 1 de  julio de 2010. El efecto acumulado de todas subidas impositivas desde  2008 supone 10,3 céntimos de euro por litro en la gasolina (+18%) y  9,2 céntimos en el gasóleo (+20%). La subida del IVA al 21% a partir  de septiembre elevará más estos recargos y, por ende, el coste final  del producto.

A julio de 2012, el 48,29% del precio del litro de gasolina y el  42,69% del litro de gasóleo correspondían a impuestos, según datos de  la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos.

Los datos de recaudación de la Agencia Tributaria ponen de  manifiesto que en 2010, el Estado recaudó 11.085 millones de euros por  los impuestos especiales de hidrocarburos y por el céntimo sanitario,  mientras que por los impuestos especiales de electricidad se recaudó  casi la décima parte (1.370 millones de euros).

Una subida del gas de casi el 7% en 2012

No obstante, el recargo sobre el gas natural -que es previsible  que las empresas trasladen al consumidor final- llega en un momento  de debilidad de la demanda. El consumo total de gas natural en España  descendió un 7% en 2011, hasta situarse en algo más de 372  teravatios/hora (TWh), si bien la demanda del mercado convencional  (mercados doméstico-comercial e industrial) retrocedió en conjunto el  0,8%.

De este modo, el céntimo verde podría encarecer la factura de  gas natural, que subió de media el pasado mes de julio un 2,26% tras  las subidas del 4,1% en abril y del 0,5% en enero.

A finales de 2011 el número de clientes de gas natural superaba  los 7,29 millones, una cifra que, aunque supone un aumento de 101.521  respecto al año 2010, refleja una ralentización en la captación de  clientes en los dos últimos años, producto del descenso en la  construcción de viviendas, según los datos de la patronal del sector,  Sedigas.

En total, según la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el  número de clientes suministrados a precio libre supera los 4,7  millones, lo que supone el 64,6% del total de clientes de gas,  mientras que los clientes suministrados a tarifa de último recurso  sobrepasaba los 2,57 millones, lo que representa el 35,4% del total  de clientes.

El sector gasista está ajustando las inversiones, superiores a los  1.000 millones de euros anuales, a las nuevas previsiones de demanda,  caracterizadas por una inflexión a la baja sobre las previsiones que  existían en el pasado.

Sedigas explica que el bajo nivel de utilización de los ciclos  combinados de gas está dificultando seriamente la recuperación de las  inversiones, tanto de las infraestructuras propiamente gasistas como  de las efectuadas en las plantas de ciclos combinados que utilizan el  gas natural.