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Bruselas plantea quitar el voto a los países que no cumplan e intervenir en sus presupuestos

  • Van Rompuy plantea estas sanciones para "casos extremos"
  • Barroso apuesta por poner en común la deuda con los eurobonos
  • El refuerzo de la gobernanza implica cambios en los Tratados de la UE

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El Parlamento Europeo intenta buscar una solución a la crisis de la deuda

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se plantea reforzar sus poderes para intervenir directamente en los presupuestos nacionales y suspender el derecho de voto de los miembros que no apliquen los ajustes pactados.

Su objetivo es que las medidas, que según ha dicho podrían requerir una reforma del Tratado, se aprueben de forma definitiva en marzo o junio de 2012. Las propuestas tendrán una triple finalidad: reforzar la convergencia económica entre los países de la eurozona, mejorar la disciplina fiscal y fortalecer la unión económica.

Por lo que se refiere a la mejora de la disciplina fiscal, Van Rompuy ha explicado que se plantea si "debemos ir más allá en el automatismo de las sanciones previstas en los procedimientos de déficit excesivo" o "establecer en casos extremos nuevas sanciones como la suspensión de los derechos de votos, la suspensión de los fondos estructurales u otros pagos".

También sopesa "dar poder a una autoridad central para que intervenga en los procedimientos presupuestarios nacionales".

Una "crisis sistémica"

Por su parte, el  presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha señalado que la Unión Europea sufre "una crisis sistémica" y necesita  "más compromiso por parte de todos".

Barroso también ha anunciado que el próximo 23 de noviembre  presentará las  primeras propuestas para reforzar la vigilancia sobre  los países con  déficit excesivo y con opciones para poner en marcha los  eurobonos.

Tanto Barroso como Van Rompuy han defendido un mayor refuerzo de la cooperación económica "entre los 17, ni más ni menos", ha resaltado el belga en referencia a los supuestos planes de París y Berlín de reducir el tamaño de la eurozona y han pedido "desdramatizar" el debate sobre "una Europa a dos velocidades".

"Es perfectamente natural que los que comparten una moneda común tomen decisiones juntos", ha dicho Van Rompuy. Y ha confirmado su intención de convocar a partir de ahora cumbres del Eurogrupo después de cada reunión del Consejo Europeo.

"No debe haber ninguna división entre los actuales 17 Estados miembros (de la eurozona) por un lado y los otros 10 (países de la UE), la mayoría de los cuales tienen como vocación unirse al euro", ha insistido Barroso.

Un Eurogrupo "más político"

Ante el Parlamento Europeo, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha propuesto que las propuestas de este órgano de gestión sean más "políticas". "No creo que si queremos tener un verdadero gobierno económico europeo los únicos en estar presentes deban ser los ministros de Economía y Hacienda" de los países del euro, ha señalado Juncker.

"El gobierno económico no es solo la cuestión presupuestaria. Me gustaría que el debate fuera más político", ha añadido.

Juncker ha propuesto asimismo que los países con déficit excesivo o que hacen uso de la solidaridad europea puedan comparecer ante el Parlamento Europeo "para poder dar explicaciones".