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España, el segundo país de la OCDE donde más creció la carga fiscal sobre el empleo en 2010

  • El año pasado aumentó la presión fiscal en 1,36 puntos porcentuales
  • Está por encima de la media de la organización en todo tipo de contribuyentes

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La presión fiscal sobre los salarios en España alcanzó en  2010 una media del 39,6% para un trabajador sin hijos, lo que supone un  incremento de 1,36 puntos porcentuales respecto al año anterior, la  segunda mayor subida registrada en los países de la Organización  para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La media de presión fiscal en la OCDE se situó en el 34,9%.

"Unos mayores impuestos a los ingresos dieron como resultado un  incremento de 1,36 puntos porcentuales en la presión fiscal para  los contribuyentes individuales con ingresos medios en España",  explica la organización en la última edición de su informe anual "Taxing Wages".

La subida de la presión fiscal directa sobre los salarios en España se debió a la  eliminación parcial de la deducción de 400 euros en el IRPF. En  concreto, el Gobierno eliminó dicha deducción para bases imponibles  superiores a 12.000 euros anuales (hasta 8.000 euros se mantiene la  deducción total, y desde esa cifra se reduce de forma  progresiva hasta los 12.000 euros), lo que en la práctica representa  un incremento del IRPF.

En concreto, explica que en España la presión fiscal en los  ingresos salariales no ha cambiado mucho si se compara la situación  de 2010 con la del año 2000.

Por encima de la media de la OCDE

Además, señala que la carga fiscal  media -que incluye los impuestos sobre la renta y las cotizaciones a  la Seguridad Social tanto del trabajador como de la empresa- está por  encima de la media de la OCDE en todos tipos de familias.

Así, señala que la diferencia es inferior a cinco puntos  porcentuales cuando se trata de contribuyentes individuales con  ingreso medios o altos, mientras que en las parejas casadas con dos  hijos y una única fuente de ingresos es 9 puntos porcentuales  superior a la media de la OCDE.

En esta línea, añade que la diferencia es especialmente  significativa en el caso de las familias monoparentales con dos hijos  y con bajos ingresos, donde la presión fiscal es 13 puntos  porcentuales superior a la media.

La OCDE explica que la carga fiscal sobre los ingresos de los  trabajadores aumentó en 2010 en 22 de los 34 países de la OCDE,  con lo que se invierte la tendencia a la baja de los años anteriores,  aunque aclara que en la mayoría de los casos las subidas fueron  "pequeñas".

Junto a España, Países Bajos (1,18 puntos porcentuales) e  Islandia (3,29 puntos porcentuales) han sido los países donde se  registraron los incrementos más significativos de la presión fiscal.

Mientras, en Dinamarca (-1,24 puntos porcentuales), Grecia (-1,58  puntos porcentuales), Alemania (-1,84 puntos porcentuales) y Hungría  (-6,64 puntos porcentuales) se produjeron los mayores descensos.

Asimismo, Bélgica (55,4%), Francia (49,3%) y Alemania (49,1%)  registraron la mayor presión fiscal para los trabajadores  individuales sin hijos, mientras que Chile (7%), México (15%) y Nueva  Zelanda (16,9%) la menor.

En el caso de las familias con dos hijos y una sola fuente de  ingresos, los países con mayor presión salarial fueron Francia  (42,1%), Bélgica (39,6%) e Italia (37,2%), mientras que la menor  cargo salarial tuvo lugar en Nueva Zelanda (-1,1%), Chile (6,2%),  Suiza (8,3%) y Luxemburgo (11,2%). La media de la organización es del  24,8%.

Traspasar la carga fiscal hacia los impuestos indirectos

La OCDE señala que, como parte de los esfuerzos para restaurar las  finanzas públicas y situar la economía en una senda de crecimiento, los gobiernos deben considerar trasladar parte de la carga fiscal  de los impuestos directos a los indirectos (por ejemplo incrementando  los impuestos sobre la propiedad inmobiliaria) y ampliar la base del  IVA y de los impuestos sobre los ingresos personales.

El informe de este año también compara los cambios registrados  entre el año 2000 y el 2009 y concluye que, de media, la presión  fiscal en la OCDE descendió en todos los niveles de ingresos, debido  principalmente a los recortes en los ingresos personales, así como  que algunos países han reducido las contribuciones a la Seguridad  Social de las empresas