Enlaces accesibilidad

El juez decreta prisión para el etarra que quería huir de la cárcel de Huelva y su abogado

  • Impone una fianza de 60.000 euros para la novia del preso
  • Deja en libertad a los otros tres detenidos
  • Detalla que el plan de huída se elaboró en 2007
  • Se frustró en 2008 tras desarticular el comando Vizcaya
  • El abogado tenía en su poder una carta de extorsión de ETA

Por

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska ha ordenado el ingreso en prisión del etarra Jorge García Sertutxa y su abogado, Iñako Goyoaga detenidos el pasado sábado por participar en el plan diseñado por la dirección de ETA para facilitar la huida de la prisión de Huelva del preso.

Además, en su auto apunta a que el plan de huída estaba cerrado en 2007 y que se frustró en 2008 al ser desarticular la Policía el comando Vizcaya.

El magistrado, que acusa a Sertutxa de un delito de quebrantamiento de condena en grado de tentativa, ha decretado además la prisión eludible bajo fianza de 60.000 euros para la novia de Sertutxa, Ana Paz Cisnos, a la que imputa, igual que a Goyoaga, un delito de colaboración con organización terrorista, aunque en este último podría alcanzar el grado de integración.

La Fiscalía había pedido prisión para los tres, mientras que demandaba la puesta en libertad de los otros tres detenidos, algo a lo que ha accedido el juez.

Se trata de Igor Solana Matarranz y Arkaitz Goikoetxea por esta causa, aunque actualmente ambos se encuentran presos en las cárceles de Picassent (Valencia) y Valdemoro (Madrid), respectivamente, y a Inge Urrutia, novia del etarra Asier Borrero, que está huido desde la caída del comando Vizcaya en julio de 2008.

Plan elaborado

En su auto, el juez explica que en el verano de 2007 ETA "tenía perfectamente elaborado" un plan de fuga para Sertutxa y un segundo preso etarra, que podría ser Solana Matarranz, en el que participarían dos comandos: uno de 'liberados' (a sueldo de la banda), que sería el 'Vizcaya' y estaría integrado por Goikoetxea y Jurdan Martitegui; y otro de 'legales' (no fichados por la Policía), donde estaría Borrero.

La materialización de esta acción, subraya el juez, requeriría el secuestro previo de un helicóptero, la evasión y la posterior huida en vehículos, previsiblemente, vía Portugal.

Destaca Marlaska que la huida no pudo llevarse a cabo en 2007 porque Solana "a última hora se echa para atrás por motivos personales", que, según el auto, serían que la pareja sentimental del etarra se quedó embarazada, por lo que quedó pospuesto para el verano de 2008.

Sin embargo, en julio de 2008, la Guardia Civil llevó a cabo una operación con la que se desarticuló el comando Vizcaya y no pudo desarrollarse la huida.

Respecto a Goyoaga, el juez sostiene que "al día de hoy no se le han incautado documentos relacionados con el plan de fuga", si bien destaca que en su bufete guardaba documentación relativa a una carta de extorsión de ETA a un empresario navarro al que se le reclamaba 120.00 euros, así como una carta manuscrita con datos de una persona no identificada que determinaría cómo actuar en un "hipotético atentado".

Cartas de extorsión

Para Marlaska, estos documentos sitúan a Goyoaga, abogado de García Sertutxa, "en funciones al menos de 'buzón' de la organización terrorista ETA", puesto que la utilización de intermediarios con acceso a la banda es el sistema que emplean los extorsionados.

Además, la novia de Sertutxa ha reconocido ante el magistrado que en una de las visitas que realizó a la cárcel de Huelva sacó, escondida en su sujetador, una nota que Sertutxa le entregó para que se la hiciera llegar a Goyoaga, aunque añade que esta acusada "se negó a seguir actuando en este sentido".

Sobre Inge Urrutia, el magistrado apunta que la "única circunstancia" que la relaciona con los hechos "no es otra que la relación sentimental que mantuvo con Asier Borrero".

Durante la operación fue detenida una séptima persona, Juana Orta, que fue puesta en libertad el mismo día de su detención y era quien alojaba en su casa de la barriada de El Rocío de Huelva a Cisnos cuando ésta se desplazaba hasta la capital onubense para visitar a García Sertutxa en la prisión.