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¿Listos para el apocalipsis? Cuatro maneras de acabar con la humanidad analizadas desde la ciencia

  • Eduardo Sáenz de Cabezón y Ricardo Moure analizan las amenazas que podrían acabar con la humanidad
  • Un repaso científico a guerras atómicas, pandemias víricas y bacteriológicas, el cambio climático…
  • Con los expertos: José Miguel Viñas, meteorólogo y Javier Santaolalla, físico
  • Puedes escuchar el capítulo 7 de ‘Órbita Laika, el podcast”’ en RTVE Play Radio

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Órbita Laika. El podcast - Capítulo 7: ¿Listos para el apocalipsis?

¿Cuál es el peor de los escenarios posibles que puede provocar el cambio climático? ¿Cómo se desarrollaría una pandemia realmente letal para nuestra especie? ¿Cómo empezaría? ¿Sería de origen vírico o bacteriológico? ¿Qué pasaría si ahora mismo estallase una guerra nuclear? ¿Sobreviviráimos como especie?

En este capítulo de Órbita Laika, el podcast, Eduardo Sáenz de Cabezón, matemático y presentador, y el biólogo y divulgador Ricardo Moure analizan, una por una, las principales amenazas que se yerguen sobre la humanidad.

Lo harán de la mano del meteorólogo José Miguel Viñas y del físico Javier Santaolalla. No es cuestión de ponerse dramáticos ni siniestros. Se trata solo de entender, desde la perspectiva científica, qué amenazas nos rodean y cómo podemos protegernos de ellas. Si algo ha demostrado la historia de la humanidad es, de hecho, que nuestra resistencia a la extinción es tenaz. ¿Qué nos podría llevar a la extinción?

1. Apocalipsis bacteriológicas

En Europa en el S.XIX, entre 1347 y 1351, la mitad de los europeos murieron víctimas de la peste negra. Los médicos de aquella época no podían ni imaginar que el causante de la peste era una bacteria. Hay que tener en cuenta que hasta el siglo XIX no se sabía de la existencia de microorganismos. Esta bacteria que causaba la peste negra no saltaba a través de las ratas como siempre se ha creído. En realidad, saltaba de una persona a otra por una pulga, que vivía en la rata negra.

Se calcula que la peste negra acabó con la vida de entre 75 y 200 millones de personas. Hoy por hoy todavía hay casos de peste en zonas muy pobres del planeta.

Las buenas noticias es que no vamos a volver a tener una super pandemia de peste gracias a que ahora tenemos antibióticos, pero sobre todo, sobre todo porque tenemos higiene.

2. Apocalipsis climáticos

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en su sexto informe de evaluación, plantea cinco posibles escenarios por los que podría evolucionar el clima “El peor de todos ellos es el de altas emisiones. Es al que nos podríamos dirigir no solo si iniciamos una descarbonización rápida, sino si seguimos creciendo al ritmo actual o mayor, a costa de seguir quemando combustibles fósiles. En ese escenario, a finales de siglo, la temperatura del planeta podría ser casi 5º más alta que en la época preindustrial y los impactos sin duda pondrían a prueba nuestra supervivencia”, explica el meteorólogo José Miguel Viñas.

Tener en determinadas regiones de la tierra un clima cada vez más extremo está forzando a algunos animales portadores de virus a buscar nuevos hábitats para adaptarse y eso le sitúa más en contacto con las poblaciones humanas. “De esa manera salta el virus a nosotros y ocurren las pandemias”, explica el biólogo Ricardo Moure.

3. Apocalipsis solares

En 1895 se produjo una gigantesca llamarada solar. La observó un astrónomo aficionado inglés llamado Richard Carrington. Unas 17 horas después, cuando la radiación llegó a la Tierra, empezaron a verse los efectos en Europa y en América del Norte, empezaron a fallar los sistemas de telegrafía. Se vieron auroras boreales en sitios donde jamás se habían visto, como por ejemplo en Madrid y también en Nueva York, donde las crónicas cuentan que por la noche las luces del cielo eran tan intensas que hasta se podía leer el periódico al aire libre. Aquello pasó a la historia como el evento Carrington en honor al observador de la fulguración solar.

Actualmente sabemos que las tormentas solares o geomagnéticas son consecuencia de que en la superficie del Sol se produzca una gigantesca eyección de partículas eléctricas muy energéticas que impactan directamente a la Tierra, es lo que el meteorólogo José Miguel Viñas llama un “estornudo solar”.

“La Tierra recibe un intenso chorro de radiación ionizante que tras impactar contra la magnetosfera, que es nuestro escudo protector, se esparce y desvía hacia las regiones polares, interaccionando por los átomos y moléculas de la alta atmósfera. Eso provoca las bellas auroras polares, pero también alteraciones en el campo eléctrico terrestre”, explica el experto.

Entonces, ¿qué ocurriría si volviéramos a tener una tormenta solar como la del “evento Carrington”? Cuanto más potente sea una tormenta solar, más se notan sus efectos en la Tierra. En un caso extremo podría colapsar nuestras redes eléctricas y los sistemas de telecomunicaciones. “Para que lo entendamos, se caería total o parcialmente Internet, las señales de los satélites se verían alteradas o interrumpidas y todo eso, lógicamente, nos pondría al borde del caos”.

5. Apocalipsis nucleares

Hay dos tipos de bombas atómicas. La bomba, que se detonó en 1945 en Hiroshima y Nagasaki -bombas de fisión de plutonio y uranio- y hay un segundo tipo de bomba que se llama la bomba H -fusión de átomos de hidrógeno-, con una energía mil veces mayor, por lo tanto más terroríficas que las anteriores.

“La bomba más energética jamás detonada fue la Bomba del Zar de 50 megatones. Fue detonada por la Unión Soviética. Son bombas que están explotando la misma energía que emite el Sol y por lo tanto, son absolutamente destructivas”, señala el físico Javier Santaolalla.

En la Tierra llegó a haber hasta 60 mil bombas nucleares, que en caso de haberse activado habría sido un riesgo para cualquier forma de vida en la Tierra. “A partir de 100 bombas nucleares los efectos serían globales”, apunta.

Al caer la bomba nuclear se produce finas partículas de polvo se elevan hasta llegar a la estratosfera, bloqueando la luz solar. “Haría que globalmente las temperaturas pudieran bajar entre 10 y 25º. Imagínense la Tierra completamente cubierta de hielo. A estas temperaturas no existiría agua líquida. Este fenómeno es lo que se conoce como invierno nuclear y es un efecto que podría producirse de forma global en caso de que se detonarán suficientes bombas nucleares”, añade Santaolalla.

Apocalipsis bacteriológicos, climáticos, nucleares, solares….”La conclusión por ponerse en lo bueno es que la humanidad somos una plaga muy, muy difícil de exterminar”, concluye el matemático y divulgador científico Eduardpo Sáenz de Cabezón.

Aprende muchas más cosas curiosidades desde una perspectiva científica de las amenazas que podrían aniquilar a la humanidad en el séptimo capítulo de ‘Órbita Laika, el podcast'. Cada lunes un nuevo capítulo disponible en disponible en RTVE Play Radio, en el canal de YouTube de RTVE y en las principales plataformas de podcast (SpotifyiVoox y Apple Podcast).